15 artesanos venden sus obras en el Hotel Meloneras y el Villa del Conde cada miércoles
Un pendiente de plata a partir de una concha de una playa canaria, un hombrecillo elaborado con tenedores reciclados y bolsos de brillante piel de colores son algunos de los productos que desde hoy atrapan a los clientes de los Hoteles Costa Meloneras y Villa del Conde de Lopesan, a cuyas puertas el Cabildo de Gran Canaria organizará cada miércoles dos mercados de artesanía con sello de calidad.
Es la primera iniciativa surgida de una colaboración público-privada para promocionar y comercializar los productos artesanos hechos en Gran Canaria, una colaboración que se consolidó en un convenio firmado entre la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) del Cabildo y el Grupo Lopesan, informó la consejera insular de Artesanía, Minerva Alonso, quien resaltó la oportunidad que supone para el colectivo de artesanos.
La iniciativa supone también poder aportar a los clientes de estos hoteles un valor añadido organizado en torno a un día a la semana dedicado a las costumbres y productos de Gran Canaria en el que también habrá gastronomía insular y actuación de parrandas, recalcó la directora de alojamiento de la cadena Lopesan, Gloria Muñoz.
Así, quince artesanos se instalarán cada miércoles ante el Costa Meloneras y el Villa del Conde con puestos en los que ofrecen joyería, marroquinería, telas decoradas, jabones artesanos, elementos de papel y cartón, vidrio artístico y figuras hechas con utensilios reciclados.
Uno de ellos es Gustavo García que ofrece piezas hechas en gres a alta temperatura, desde vasos a cuencos, además de una variada oferta de piezas de decoración esmaltada en distintos colores, muy llamativas para los turistas que pronto llenan su puesto.
La joyería, reina del mercado
La joyería es una de las disciplinas artesanas más demandas y por eso es la más presente en los mercados que el Cabildo ha organizado en estos hoteles de Lopesan, aunque cada profesional imprime sus propia técnica, usa sus elementos e inspira sus obras en temáticas muy dispares.
Es el caso de Claudia Heller, artesana joyera con más de 30 años de experiencia que trabaja oro, plata y otros metales preciosos con los que diseña piezas con cochas de las que hace un molde y forma los elementos que vende.
También de Carmen Alemán, que a partir de la plata, el cobre y aleaciones de ambos materiales ha creado una colección de llamativas piezas que combina brillos y mates que llaman la atención de los turistas que entran en los hoteles, atraídos también por piezas dedicadas a poetas canarios como Tomás Morales o Pedro García Cabrera, e incluso por Benito Pérez Galdós, para quien tiene un apartado especial.
Los mercados también ofrecen piezas especiales para los clientes masculinos, atraídos por los puestos de marroquinería y, en especial, por los cinturones, uno de los artículos más vendidos por Antonio Ruiz, cuya familia trabaja desde hace más de 35 años en la artesanía en piel, con la que confecciona también sillas, vasos para romerías, petacas y bolsos, entre otros muchos productos.
No podía faltar en estos mercados con sello de calidad el buen hacer de Loreto Herrera y sus jabones de aloe vera, caléndula y rosa mosqueta, entre 25 variedades diferentes a las que suma esponjas de lufa, una fibra natural con la que también realiza guantes para poder aplicar el jabón y evitar que resbale en la ducha.
De esta manera, los turistas se llevarán un valioso recuerdo de Gran Canaria y sus artesanos contarán con una salida para la comercialización de sus productos que contribuye a la supervivencia de la artesanía grancanaria.