La Aldea no puede seguir sufriendo más los desprendimientos en Faneque y cierres de la carretera
Durante la concentración de hoy jueves frente a la sede de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Roque Aldeano denunció que La Aldea de San Nicolás no puede aguantar siete u ocho más, a la espera que se ejecute la segunda fase El Risco-Agaete, ante la agonía interminable que supone transitar por una vía peligrosa y que con frecuencia le aísla del Norte de Gran Canaria. La puesta en servicio de un tramo de la primera fase sólo a resuelve medias el eterno problema, ante la evidencia de que los frecuentes desprendimientos en el macizo de Faneque van a continuar obligando al cierre de la carretera.
El colectivo ciudadano dice “basta ya a las buenas intenciones y declaraciones” y exige a los Gobiernos de Canarias y de España que El Risco-Agaete sea declarado de interés estratégico para acortar a la mitad los plazos de licitación, inicio y ejecución del nuevo trazado, o en su caso que la referida segunda fase sea tramitada por emergencia, al existir motivos más que justificado para ambas propuestas. Estas soluciones que demanda Roque Aldeano están recogidas en los artículos 112 y 113 del Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público.
Este Foro pide igualmente que se pongan todos los medios disponibles para que la segunda fase se haga por sectores, de manera que a corto plazo se ejecute prioritariamente el túnel de unos 2 kilómetros que atravesará el macizo de Faneque. Asimismo pide que la ejecución de las obras se lleve a cabo mediante el “método alemán” que consiste en un contrato de construcción en el que el abono del precio total se realiza al final de las obras. En este tipo de transacciones la Administración satisfará el precio de la obra, con un coste sobre los 180 millones de euros, mediante un único abono efectuado en el momento de terminación de la infraestructura, obligándose el contratista a financiar su construcción adelantando las cantidades necesarias hasta que se produzca la recepción de la obra terminada. Esto ya se hizo con el anillo insular de Tenerife y el tramo Puerto Rico-Mogán.