El fallecido Roberto Fernández Retamar, protagonista de una edición del Cabildo grancanario
El poeta Roberto Fernández Retamar, que falleció el día 20 de julio en La Habana a los 89 años, formó parte de la selección que inspiró el volumen publicado por el Departamento de Ediciones de la consejería de Cultura del Cabildo grancanario titulado ‘A cien años de Martí’, cuya compilación corrió a cargo de Tony Murphy.
Retamar, que estuvo en la capital grancanaria en 1995 invitado por el Cabildo para participar en el ciclo de conferencias ‘A cien años de Martí’ impulsado para conmemorar el centenario de la muerte en combate de Martí, leyó el texto publicado en el citado libro, publicado en 1997, que también recoge escritos de Fina García Marruz, Adelaida de Juan y Cintio Vitier.
“Pocas han sido las ocasiones en que, a este lado del Atlántico, se han podido reunir en una misma tribuna a una representación tan cualificada de la cultura cubana contemporánea”, reza la contracubierta del volumen, que sigue ofreciendo al lector la posibilidad de acercarse a cuatro importantes facetas de la inabarcable obra del ‘mártir de Dos Ríos’ como son la poesía, la herencia intelectual española, la crítica pionera del imperialismo y el cronista y estudioso del arte de su tiempo.
La mencionada obra de Retamar, que era presidente de Casa de las Américas y miembro de la Academia Cubana de la Lengua, institución que dirigió entre 2008 y 2012, recoge el trabajo ‘José Martí: del anticolonialismo al antimperialismo’ presentado por el poeta fallecido en 1992 en el marco del Seminario ‘Sagraçao da Liberdade’. El texto de Retamar fue elaborado con actualizaciones para su edición por el Cabildo, ocupando doce de las 113 que contiene la edición compilada por Murphy.
Retamar es autor de una extensa obra poética y ensayística, y su trayectoria literaria e intelectual está indisolublemente unida a su compromiso con la revolución cubana, en cuya política cultural participó desde diferentes puestos.
A Retamar suele encasillársele en la difusa categoría de poeta de la revolución, pero su oficio comienza mucho antes, al inicio de la década de los cincuenta, cuando publicó su primer poema a los 20 años, ‘Elegía como un himno’, y muy poco después el volumen ‘Patrias’, por el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1951. Colaborador de la legendaria revista Orígenes, Retamar desarrolló pronto un estilo directo y singular que lo apartó de la poesía hermética que entonces predominaba en la lírica cubana, acercándose a lo que sería conocido después como el coloquialismo latinoamericano. En ‘Alabanzas, conversaciones’ (1955) y ‘uelta a la antigua esperanza’ (1959) desarrolló todavía más ese tono, que consolidó tras el triunfo de la revolución en ‘Con las mismas manos’ (1962), ‘Historia antigua’ (1964) o ‘Buena suerte viviendo’ (1966), si bien para no pocos críticos lo mejor de su poesía se encuentra en sus textos más íntimos y menos militantes, como los que integran ‘A quien pueda interesar’ (1970).