Reanudadas las obras de los polvorines que suministrarán explosivos a los túneles de Faneque
Tras la autorización favorable por parte de la consejería de Transición Ecológica y Planificación Territorial, ayer lunes se han reanudado las obras para la construcción de los polvorines en el barranquillo del Moro, a la salida de Agaete, que abastecerán los explosivos a utilizar en la segunda fase de la carretera Agaete-La Aldea. De igual forma, Roque Aldeano ha observado igualmente que se ha vuelto a trabajar en el acceso a la boca norte del túnel de Guguillo, en el barrio de El Risco, vía secundaria que igualmente había sido paralizada desde el pasado mes de abril por carecer del correspondiente informe de impacto medioambiental.
Este desbloqueo permitirá que en un plazo de dos meses se puedan llevar a cabo voladuras en los túneles de Faneque de 2.100 metros, donde hasta el momento se ha venido utilizado medios mecánicos con la consiguiente ralentización de las excavaciones. Una situación que junto al anuncio del consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis, referente a que la UTE concesionaria trabajará las 24 horas de los siete días de la semana, Roque Aldeano valora positivamente al entender que se recuperará el tiempo perdido para que los túneles de Faneque puedan estar operativos en los primeros meses de 2022, tal como estaba previsto inicialmente.
Este colectivo ciudadano había venido manifestando públicamente la inquietud de los usuarios de la actual vía por unas incidencias que podían retrasar la puesta en servicio del tramo de unos 3.3 kilómetros, entre la primera fase y el barranquillo de Segura, en las cercanías del barranco de La Palma. A nadie se le esconde el deseo de los aldeanos de no tener que transitar a cielo abierto por el peligroso macizo de Faneque, exponiéndose a los desprendimientos que con frecuencia se producen en la zona.
La naturaleza volcánica que ocupará el nuevo trazado, con tramos de basalto muy duro, dificultan la utilización de maquinaria. Al coincidir las obras con el tránsito de vehículos obligan a la utilización de explosivos de emulsión que reduce notablemente el efecto de la expansión, máxime cuando se trata de un relieve muy fraccionado por fenómenos meteorológicos y su cercanía al mar.
Toda la obra de la segunda fase de la carretera de La Aldea tiene un plazo de ejecución de 65 meses y cuenta con un presupuesto de unos 153 millones de euros. Se actuará en un recorrido de 8,5 kilómetros de longitud, mediante una sucesión de 8 túneles y dos viaductos, uno en el barranco de La Palma y otro que atravesará el barranco de El Risco, que podrá transitarse en 6 o 7 minutos. Si bien en el futuro en ir de Agaete a La Aldea se tardará un poco más de un cuarto de hora, la principal importancia del nuevo trazado reside en que se hará a través de una vía segura que a su vez permitirá acabar con el aislamiento del municipio aldeano para que definitivamente deje de ser “una isla dentro de otra isla”.