La cumbre vive
En el programa de gobierno del Cabildo de Gran Canaria figura de manera expresa nuestra voluntad de prestar especial atención al mundo rural, a los municipios del interior de Gran Canaria, a la cumbre de nuestra isla. Consideramos como prioritario para nuestra acción política y para la gestión institucional el fortalecimiento de la cohesión social, la relación del medio rural con las demandas de una sociedad moderna, la lucha contra el cambio climático y el hacer frente a los desafíos económicos y sociales con un modelo de desarrollo ecosocial ligado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Los incendios de 2019 mostraron las debilidades climáticas y estructurales del interior de Gran Canaria, tras muchos años sin políticas específicas, así como la necesidad de impulsar el Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera a través del Instituto para la Gestión Integral de estos dos espacios. La solidaridad en los peores momentos, la energía social emergida ante la catástrofe, el sentimiento de orgullo y pertenencia ante la declaración de la UNESCO, la urgencia de un modelo integral, etc, hizo que se asignara a la dirección insular de Participación Ciudadana el encargo de elaborar una propuesta de dinamización social y participativa para encauzar las acciones a poner en marcha y trasladarlas al conjunto de la sociedad vertebrando las políticas públicas que se llevan a cabo en los espacios naturales, el patrimonio rural, el patrimonio cultural e histórico, la economía local y la gobernanza insular.
Del trabajo de varios profesionales y de la experiencia acumulada surgió el proyecto “La Cumbre Vive”, una propuesta para movilizar, sensibilizar y conectar a la ciudadanía en la defensa del medio rural y natural de Gran Canaria. Esta herramienta se concibe como un mecanismo de coordinación y de potenciación de las acciones que realizan tanto las instituciones como las iniciativas ciudadanas y el sector privado para conseguir el desarrollo sostenible de las medianías y la cumbre de la isla, lo que también implica un re-equilibro del modelo insular y un avance del conjunto de Gran Canaria. La llegada de la pandemia del COVID y sus efectos sobre el sector primario no hicieron más que confirmar la necesidad y el acierto de este plan de trabajo.
Para reactivar la economía local de la cumbre, de la mano de los ayuntamientos y la sociedad civil, nos marcamos unos objetivos específicos. El primero es vertebrar todas las acciones del plan de reactivación económica y medioambiental de la cumbre y medianías de Gran Canaria y las medidas e inversiones adoptadas para este espacio con ocasión de la COVID 19. También queremos movilizar a la ciudadanía a través de la colaboración del voluntariado y las organizaciones sociales del espacio. Por último pretendemos profundizar en la gobernanza rural a la que aspiramos, de la mano de las instituciones y la ciudadanía, para hacer realidad nuestro programa de gobierno y llevar a término los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.
Los objetivos específicos se estructuran en torno a 5 ámbitos de actuación. El medio natural concentra aquellas intervenciones destinadas a conservar y restaurar los espacios naturales y el equilibrio ecológico de los ecosistemas de la cumbre. El campo se centra en acciones dirigidas a recuperar la vitalidad y el protagonismo que la economía y la sociedad rural han tenido siempre en este entorno y que además son imprescindibles para fijar la población al territorio generando rentas y empleo. El Patrimonio Cultural e Histórico, es el responsable de conservar y difundir los bienes culturales materiales e inmateriales que atesora esta zona, en especial los comprendidos dentro del Patrimonio Mundial de Risco Caído y Montañas Sagradas de Gran Canaria.
La economía local engloba las actividades destinadas a visibilizar el valor del tejido económico local (turismo, comercio y artesanía) como uno de los pilares del desarrollo sostenible ya que se trata de actividades ligadas al territorio que además tienen un alto valor añadido. Por último, el ámbito de la gobernanza y la cohesión social se refiere a acciones dirigidas a fortalecer un nuevo consenso social y una gobernanza (rural e insular) para la defensa del medio rural y natural y el modelo de Ecoisla. Supone utilizar mecanismos de participación ciudadana que ponen en juego la inteligencia colectiva y la colaboración entre la ciudadanía, el sector privado y el sector público y es el fin último del programa y la condición indispensable para su éxito.
El Cabildo de Gran Canaria trabaja en estos momentos en la cumbre y medianías de manera coordinada y transversal con todas las áreas del Gobierno, ejecutando estas acciones de la mano de los ayuntamientos y la sociedad civil. Pero esta semana presentamos una intervención en lo que entendemos que es el núcleo central de este espacio: el territorio combinado de la declaración de Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, es decir, Tejeda, Artenara, Gáldar y Agaete.
Implica inversiones por valor de 5 millones de euros que ejemplifican y resumen a la perfección la filosofía de “La Cumbre Vive”. Vamos a destinar 800.000 euros a sistemas de riego y contra incendios en Tejeda y la Vega de Acusa, en Artenara, así como 350.00 euros en la Reforma del Parque de Otoño y la Finca Los Lavaderos. 250.000 euros irán a la reforma de los puestos de producto local de la Cruz de Tejeda, uno de los enclaves turísticos emblemáticos del interior de la isla.
Subvencionaremos al ayuntamiento de Artenara con más de medio millón de euros para la adquisición de una planta de producción de pellets con restos agrícolas y forestales, impulsando de esta manera la biomasa como energía renovable, uno de los sectores con más potencial de desarrollo en la cumbre.
El agua es una de las principales preocupaciones de los habitantes de esta zona y también un elemento indispensable para el desarrollo de cualquier proyecto tanto agrícola como turístico o ganadero, especialmente con los persistentes episodios de sequía que estamos sufriendo. Dentro del plan del Cabildo de Gran Canaria para garantizar un suministro de agua suficiente y de manera sostenible destinaremos 2 millones de euros a la implantación de sistemas de depuración natural y a la adquisición de diverso patrimonio hidráulico (pozos, presas, depósitos…) en varios pagos en el interior del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria.
Este plan de inversiones se completaría con 337.000 euros destinados al mantenimiento de senderos, 200.000 euros para la instalación de energía fotovoltaica en la cumbre, otros 200.000 euros para el Depósito de Clasificación de Residuos de Artenara y 128.000 euros para la adecuación y potenciación de la Zona Comercial Abierta de Tejeda.
Energías renovables, gestión del ciclo integral del agua, mejora de las infraestructuras hidráulicas y protección contra incendios, gestión de residuos, mejora de senderos, promoción del comercio y del producto local… Nunca antes Gran Canaria había tenido un plan integral para el ámbito rural como el que tiene ahora, coherente, dotado de fondos y contando con la colaboración de la sociedad civil y el conjunto de las instituciones. Pero “La Cumbre Vive” no es un plan solo para el interior de la isla, sino para su conjunto. Es una apuesta firme por la cohesión social, por un modelo de crecimiento autocentrado, respetuoso con nuestro patrimonio y nuestro medio natural. En definitiva, es una apuesta por la construcción de la ecoisla.