¿A QUIÉN MOLESTA NUESTRA CEMENTERA DE “EL PAJAR”?

Soy un ciudadano grancanario que asisto incrédulo ante todo lo que está pasando en torno a la cementera CEISA, instalada en la bahía de Santa Águeda, municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Desde 1957 esta cementera ha permitido no solo grandes construcciones de infraestructuras en nuestra isla de Gran Canaria, sino que su actividad en el sector ha sido motor económico necesario para el desarrollo de nuestra isla, tanto para los grancanarios como para el sector turístico.

¿De que están hechas la mayoría de las construcciones? Abramos los ojos, pues claramente en su mayor parte de cemento.

Hay un inusitado interés de grupos hoteleros en que la cementera cese su actividad, estos grupos están apoyados por algunos políticos de dudoso interés por la ciudadanía en general y que parecen más bien defender los intereses suyos y los de “sus amos”. Si lectores, habló claro y directo, “al pan, pan, y al vino, vino”.

Están engañando a los grancanarios haciéndonos creer que esa cementera “sobra” en nuestro sur de la isla y no son capaces de decir a la ciudadanía que si esta cementera se marchara de nuestra isla deberíamos de importar todo el cemento que necesitamos, para el desarrollo y construcciones, de nuestra isla hermana de Tenerife o de la Península, con el consiguiente incremento de los costes y que pagaríamos todos.

Hablemos claro, aquí lo que se esta tratando es la ampliación de la concesión del puerto de la bahía de Santa Águeda, no la propiedad de los terrenos de la cementera que corresponde a CEISA, además de tener la concesión de la cantera de puzolana de San José, cercana a Santa Águeda, y cuya concesión es hasta el año 2046, justo la prorroga que pide CEISA para seguir teniendo la concesión de uso del puerto.

Los intereses de una empresa del sector turístico en los terrenos de la zona para construir más alojamientos para los turistas, además de un puerto para embarcaciones recreativas, nos lleva a plantearnos si no tenemos ya suficientes camas de alojamiento además de puertos deportivos muy cercanos a esta zona como para cambiar “más turismo” a costa de “menos industria”.

Sigamos hablando claro, se trata del resort de lujo Cordial Santa Águeda, junto a la familia condal y el futbolista David Silva, pretenden que entre todos los canarios, a través de nuestros impuestos, les paguemos a ellos 50 millones de euros de indemnización en el caso de que no se vaya la cementera (según el periódico Canarias7 de fecha 22 de agosto de 2021).

Asimismo sorprende la actitud del político José Miguel Bravo de Laguna, portavoz de UxGC en el Cabildo de Gran Canaria, alega que para la desaparición de esta empresa, según el diario antes hecho mención, se indemnizará a la cementera para que se vaya.

Por eso surgen dudas y preguntas:

¿Quién pagaría la indemnización? Pues entre todos los canarios. A la hora de ganar, ganan ellos, a la hora de pagar, pagamos todos.

¿Generará más riqueza y empleo que la cementera? Que no nos vengan con cuentos, ya tenemos bastantes hoteles.

También generaría muchísimos empleos directos e indirectos el Siam Park y ya vemos las trabas de un grupo de empresarios (y de políticos) a los que no les interesa que haya “competencia” con otro parque acuático cerca de la zona. ¿Conflicto de intereses?

¿Para quién esa riqueza? ¿Para Cordial playa, la familia condal y David Silva? ¿Para usted sr. Bravo de Laguna?

Porqué la desaparición de esta empresa encarecería la vivienda y demás construcciones en nuestra isla, lo que al final se traduce en el bolsillo de los ciudadanos de “a pie”.

Si no se prorroga la concesión del puerto nadie puede quitar la propiedad de CEISA sobre los terrenos donde se asienta la cementera, lo cual significaría que habría que transportar todo el cemento en camiones de gran tonelaje por la autopista GC-1, que ya sabemos los grancanarios que, en algunas horas del día, está casi colapsada.

Quizás habría de transportarlo al Puerto de la Luz y de Las Palmas, en el mejor de los casos a Arinaga (municipio de Agüimes), con todo el problema de circulación por la autopista e incluso por Las Palmas de Gran Canaria y que esta nefasta decisión “política y de intereses económicos individuales” acarrearía a todos los grancanarios.

Que no nos engañen, basta ya de venderse al mejor postor, la ciudadanía de esta isla se merece algo mejor de que nos vendan nuestro futuro y progreso a grupos hoteleros y demás personas influyentes.

Estamos inmersos en una pandemia que nos ha dejado “desnudos” al fiar nuestro futuro solo al turismo, del cual ya depende aproximadamente un 35% del Producto Interior Bruto de nuestras islas según datos del año 2018.

Ya tenemos bastantes camas hoteleras, puertos deportivos… etc…; pero cementera solo tenemos una. Ahí está y ahí debe de continuar.

No nos dejemos engañar, todo lo que están haciendo “huele” a dinero, mucho dinero.

Fdo. Un Gran canario: Diego Gutiérrez