Alojamientos sostenibles
Hace unas semanas, el Cabildo de Gran Canaria, a través de su Consejería de Medio Ambiente y con la colaboración del Patronato de Turismo, entregó los premios Gran Canaria Sostenible a cuatro establecimientos de la isla (Hotel Club Gran Anfi, Hotel Lopesan Costa Meloneras, Hotel Sunwing Arguineguín y Apartamentos Cay Beach Meloneras) seleccionados entre diez finalistas entre los que se encontraban, además de los premiados, los hoteles Radisson Blue, Cordial Mogán Playa, Río Sol, Dunas Suites & Villas Resort, H10 Playa Meloneras y el Gran Canaria Princess. El objetivo inicial, en el marco del proyecto Gran Canaria Recicla, era intentar mejorar las cifras de recogida selectiva de residuos en los municipios turísticos de Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé y Mogán, pero se ha ido consiguiendo mucho más. Ha propiciado sinergias en el sector turístico para avanzar en la mejora de un aspecto clave para la competitividad de las propias empresas, para la sostenibilidad de nuestra isla y para generar un valor añadido al destino turístico de Gran Canaria. Ha servido también para comprobar el interés de los ayuntamientos implicados en ser parte activa en la búsqueda de alternativas. Y el apoyo de la Federación de Empresarios de Hostelería (nos acompañó todo el tiempo su presidente José María Mañaricúa).
Y se ha ido más allá. Las reuniones con cada una de las empresas, las mesas de trabajo en los distintos municipios, los cursos de formación impartidos a los trabajadores del sector turístico y el sistema que se ha aplicado para el seguimiento y el control de la evolución de la gestión de los residuos nos ha permitido crear el Manual de Gestión de Residuos de Establecimientos Turísticos que está a disposición de todo el sector.
Para el Cabildo supone una gran satisfacción constatar la implicación y la coordinación de la iniciativa pública y privada para hacer posible un cambio en la cultura de la gestión de los residuos en esta isla. Todos somos conscientes de la enorme repercusión socioeconómica que la actividad turística tiene para el desarrollo de Gran Canaria y, por tanto, de la necesidad de no quedarnos dormidos ante la competencia de otros destinos y ante la exigencia de los visitantes de una mayor calidad medioambiental. Sin duda, un factor decisivo para la sostenibilidad es la mejora de la gestión de los residuos en los establecimientos hoteleros y extrahoteleros. Tendremos un futuro turístico asegurado si consolidamos el binomio turismo y sostenibilidad.
Lo dije en la inauguración de los dos Ecoparques de Gran Canaria en el último año y lo repetí en la entrega de los premios. Creo no exagerar si digo que la gestión de los residuos, junto con la producción de energía, es el principal problema medioambiental de la isla y, por lo tanto, uno de los mayores retos que debemos abordar desde la gestión pública en plena sintonía con la iniciativa privada y la conciencia ciudadana.
El Cabildo de Gran Canaria ha asumido un esfuerzo inversor considerable, que supera los 80 millones de euros, para disponer de dos Ecoparques que cubren todo el territorio insular. Estas instalaciones son punteras a nivel europeo, y tienen el objetivo inaplazable de aprovechar como mínimo el 50% de las 500.000 toneladas de residuos que tratamos todos los años. Pero el esfuerzo inversor y de tecnología no es suficiente sin un compromiso por parte de toda la sociedad, y en particular de los grandes establecimientos turísticos, industriales o urbanos que conocemos como “grandes generadores de residuos”. En este caso es del máximo interés una colaboración estrecha con los establecimientos hoteleros y extrahoteleros. Estoy seguro que el modelo de ecoisla que defendemos desde el Gobierno de Gran Canaria, tiene efectos beneficiosos para todos, especialmente para la oferta turística que o es sostenible o no será competitiva. El desarrollo tiene sus riesgos y en una isla debemos prevenirlos para que hablemos de crecimiento sostenible.
El turismo es una actividad bastante intensiva en la generación de residuos. Según datos del ministerio de Medio Ambiente, contribuye a un aumento en la generación de residuos urbanos superior al 10% en las zonas turísticas más visitadas. Puede parecer un aumento poco significativo, pero para una isla de más de 850.000 habitantes que en 2016 recibió más 4.200.000 turistas supone, sin lugar a dudas, un elemento que exige de la máxima coordinación entre el sector turístico y las instituciones para minimizar el impacto negativo.
Pero una correcta gestión de los residuos no es solo una necesidad medioambiental, sino que puede convertirse en un distintivo de calidad que redunde en la competitividad del destino. La mayoría de los turistas que recibimos en Canarias vienen de países que nos llevan años de ventaja en la gestión eficiente y sostenible de los residuos, y que por lo tanto van a valorar este aspecto dentro de su experiencia como consumidores. Para ser un destino turístico excelente necesariamente tenemos que alcanzar la excelencia en la gestión de los residuos, tanto los establecimientos en la separación, como los municipios en su recogida y el Cabildo en su tratamiento y aprovechamiento.
El proyecto Gran Canaria Turismo Sostenible, que ha contado con la participación de más de 70 establecimientos y 120 profesionales del sector, es una experiencia ejemplar de colaboración público-privada para un objetivo compartido que supone un beneficio mutuo. Y lo es también para el conjunto de la sociedad. Una experiencia que bien puede servirnos de referente a la hora de abordar de manera conjunta y participativa otros aspectos de importancia crucial que nos permitan trazar un horizonte de futuro compartido.
Y está sucediendo así también con la energía. Una instalación hotelera destina a gastos de energía entre un 3% y un 6% de sus costes de explotación. Este sector consume el 9,3% del total de la energía primaria consumida en España. El ahorro y la eficiencia en las instalaciones pueden conseguir una disminución significativa de las emisiones y de gastos. Si además se utilizan las renovables como recurso para la generación de energía, los costes y los daños al medio ambiente también se reducen. Y hoy todo esto se está implantando en las cadenas hoteleras más importantes del mundo. Y en nuestra isla también. Porque además son cada vez más los clientes que demandan hoteles verdes. Que eligen hoteles que apuestan por una arquitectura verde que tiene en cuenta el aprovechamiento de los recursos naturales para producir energía y para iluminar los espacios, que activa medidas para el ahorro del agua, que apuesta por los acristalamientos inteligentes, que fomenta el reciclado, que utiliza productos ecológicos… Son -y nosotros también debemos serlo- conscientes de que tenemos que hacer frente a las consecuencias del cambio climático, especialmente virulentas en los sistemas insulares. Y ya estamos notando sus secuelas.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y la Organización Mundial del Turismo (OMT) están empeñadas en promover el uso de las energías renovables en las islas del mundo, para reducir su dependencia energética de los combustibles fósiles. En una declaración conjunta sobre “Las energías renovables y el turismo en las islas” se han comprometido a impulsar las renovables para reducir las emisiones y también los costes que suponen para estos sistemas aislados la importación de los carburantes. También el proyecto neZEH (hoteles de energía casi nula) que impulsa la UE a través del programa Intelligent Energy Europe está apostando de manera decidida por trasladar al sector de la hostelería turística la necesidad de apostar por las renovables.
Debemos avanzar juntos en la conciencia, en la planificación y en la acción, que destaque a Gran Canaria como una sociedad que se sienta orgullosa de lo que dispone y comprometida con el futuro que debemos legar. Esta iniciativa de reconocer los esfuerzos con los Premios Gran Canaria Turismo Sostenible trabaja el impacto de los residuos pero queremos tener y compartir una mirada integral. El Cabildo de Gran Canaria coincide con las recomendaciones de las Naciones Unidas – más si cabe en este Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo- y se orienta hacia el turismo sustentable. Lo repito cada vez que escribo o hablo sobre esto: tenemos unas condiciones naturales envidiables y es nuestra obligación apoyar en ellas nuestro progreso y legar a nuestra descendencia la maravilla que hemos heredado. Por eso, nuestra acción tiene que estar dirigida a un desarrollo ecosocial que nos permita ser competitivos desde el respeto al territorio, al paisaje y la biodiversidad y la búsqueda de una mayor igualdad y cohesión social ligada a la mejora de los indicadores de crecimiento turístico. Y avanzar en la economía verde, en la economía circular, en la economía social, en la diversificación de la oferta turística ligada al paisaje, la hospitalidad de nuestra gente, la naturaleza, la cultura, la gastronomía, el patrimonio cultural, los parques temáticos, los congresos, el astroturismo, el turismo verde, el turismo de salud, el turismo activo… Tenemos mucho que ofrecer y nos queda mucho por hacer. Y cada vez somos más los que remamos en el mismo sentido.