BEN MAGEC- ECOLOGISTAS EN ACCIÓN CELEBRA LA NOTICIA DE LA PROTECCIÓN INTEGRAL DE TINDAYA Y QUIERE RECORDAR LA LARGA LUCHA SOCIAL QUE LA HA HECHO POSIBLE.
La federación ecologista canaria quiere solicitar además que se tomen cuanto antes medidas efectivas para la conservación de los valores arqueológicos de la montaña, que han sido durante años dejados a su suerte.
La Federación Ben Magec -Ecologistas en Acción felicita la iniciativa de protección integral de la Montaña de Tindaya que se ha iniciado por parte del área de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. Una propuesta de ampliación que, desde los inicios del expediente de conservación de la Montaña sagrada de la población aborigen de Fuerteventura, llevan solicitando los grupos ambientales que forman parte de la Federación, así como tantos otros colectivos integrados en la Coordinadora Montaña Tindaya.
La Federación, tal y como alegó en los distintos recursos presentados con este fin, considera que el Bien de Interés Cultural (BIC) “Grabados Rupestres de la Montaña de Tindaya” estaba incompleto si protegía únicamente la cima donde se sitúan los podomorfos – figuras de pies grabados en la piedra-, dejando fuera la base de la montaña, donde se sitúan entre otros elementos arqueológicos diversas acumulaciones de piedra funeraria a lo largo de la ladera. Sin embargo, la federación ecologista fue condenada a costas hace menos de dos meses por un recurso contencioso administrativo presentado para denunciar la delimitación del BIC anterior. Dicha sentencia queda hoy en entredicho con la aprobación de este nuevo expediente.
Ben Magec- Ecologistas en Acción ha denunciado durante décadas la corrupción y el robo multimillonario a las arcas públicas -de más de 30 millones de euros- ligados a la realización del proyecto del escultor Eduardo Chillida, que pretendía vaciar cincuenta metros cúbicos del interior de la Montaña, en contra de los valores naturales y del patrimonio cultural de Tindaya.
La lucha ecologista por Salvar Tindaya se remonta a principios de los años noventa, donde colectivos de Fuerteventura como Agonane y Guanil denuncian y promueven acciones contra la explotación minera de la montaña, antes de que fuera declarada monumento natural. En 1994 Eduardo Chillida elige Tindaya para la realización de su “monumento al vacío”. A partir de entonces se inicia una larga lucha en la calle y también en los tribunales contra la declaración del proyecto de Chillida como de “Interés General”, por parte del Gobierno de Canarias y contra las Normas de Conservación del Monumento Natural de Tindaya, elaboradas a la medida para dar cabida al proyecto del escultor, que llega hasta la actualidad.
Según la portavoz de la federación Noelia Sánchez “esta apuesta que realiza por fin el Gobierno de Canarias es la cristalización de todos estos años de resistencia a un proyecto. Una resistencia que, como Tindaya, es también patrimonio del pueblo majorero y canario, contra el desprecio de nuestras instituciones hacia el legado cultural que nos dejan nuestros antepasados y que cuya puesta en valor y conocimiento nos pueden ayudar a entender mejor el lugar que habitamos”.
Al igual que la Coordinadora Montaña Tindaya, Ben Magec- Ecologistas en Acción solicita al Gobierno el desmantelamiento de la Fundación “Monumento a la Tolerancia” que promociona la obra de Chillida y que entre otras cosas ha seguido gastando dinero público en los últimos años para pagar informes y estudios que no sirven para nada, mientra el daño y la falta de protección al yacimiento arqueológico continúa, por carecer de vigilancia. Exige por ello que se tomen cuanto antes las medidas que sean necesarias para garantizar la conservación y frenar el abandono que padece desde hace años la montaña y de la que son responsables las distintas administraciones competentes.