Igualdad, política de todos
Ante la violencia de género, esa que se ejerce contra las mujeres solo por el hecho de serlo, por el sentido de posesión que mantienen los hombres sobre ellas como máximo exponente de la desigualdad, ante eso, solo hay un camino, el cambio sociocultural a través de la educación y la implicación de todos y todas a nivel particular y colectivo.
En primer lugar:
Como personas, miembros de esta sociedad reproducimos roles, somos madres, padres, profesores y profesoras, trabajadores y trabajadoras, jefes y jefas, hijos o hijas, y es desde ahí desde donde debemos identificar el machismo y eliminarlo.
Soy madre de una joven adolescente y aunque me mantengo vigilante en la educación que intento darle, en ocasiones caigo en la trampa (estoy segura de que me entenderán los que, como yo, se encuentran en esta situación) de advertirle, “no vayas así, te queda bien pero mejor no, no te quedes sola en la calle, vete por allí con alguna amiga si es muy tarde, etc etc”. ¿Por qué le digo eso? ¿acaso no es justo que pueda llevar lo que le guste igual que sus amigos ¿Por qué no puede volver sola a partir de determinada hora como sus amigos chicos? En esta sociedad tan moderna y avanzada tecnológicamente mi hija debería ser libre de hacerlo y yo de apoyarla pero lamentablemente todos sabemos cuáles son los riesgos y me puede el miedo, el instinto de protección me hace advertirle de los riesgos, aún en contra de su libertad y desarrollo personal. Miedo a que sufra o se encuentre en situaciones de falta de respeto o intimidación.
El colmo de esta realidad se produce cuando algunos amigos o amigas me dicen a modo de chiste o gracieta: “Menos mal que yo tengo hijos varones y no tengo que cuidarlos”. Esto ya me rompe la moral. Ni se dan cuenta de lo que están diciendo y perpetuando.
Por suerte, intento llevar las gafas de la perspectiva de género puestas todo el día y voy regalando ejemplares por ahí a esos amigos y amigas siempre que puedo, igual que a mi hija y a sus amigos y amigas jóvenes. Afortunadamente cada vez somos más los que queremos cambiar esta realidad y que lleguemos pronto a la igualdad real en nuestra sociedad, donde chicos y chicas puedan estudiar lo que quieran: sea Ciencias, Tecnología, Arte o Literatura sin clichés. Una sociedad en la que, cuando finalicen su formación, puedan trabajar en lo que quieran desde astronautas a presidentes o presidentas del gobiernos, mecánicas, cocineros, etc. Los tiempos han cambiado y recuerdo a mi abuela decirme: “Mejor haz Magisterio que Derecho es cosa de hombres”.
Cuando mujeres y hombres puedan cobrar lo mismo por el mismo trabajo, será cuando habrá acabado esta brecha salarial; cuando no sufran ningún tipo de acoso en su trabajo para poder acceder al puesto que quieran; cuando no tengan que elegir entre ser madres o tener una carrera profesional exitosa; y así muchos cambios que nos lleven a tener una sociedad igualitaria, más justa y democrática.
Y en segundo lugar:
Para que eso se produzca más rápido también hace falta la política, mucha política para transformar las cosas que es para lo que debe estar, para mejorar la vida de la ciudadanía. Política real y no palabras vacías. He crecido y me he formado bajo los planteamientos justos y democráticos del socialismo en el que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y oportunidades. Como jurista y como cargo público he trabajado para que se apliquen las leyes tanto estatales como canarias la Ley Canaria de Igualdad de 2003 (recientemente modificada en aplicación del convenio de Estambul) y la propia Estrategia Canaria de Igualdad, actualmente en vigor hasta 2020. Porque desde la política socialista se han aprobado importantes leyes en este país que han permitido los mayores avances sociales de nuestra historia. Leyes que nos han dado a la sociedad la seguridad y garantías en esa lucha. La Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, Ley 16/ 2003 de prevención y protección integral de las mujeres contra la violencia de Estado.
Como portavoz de Igualdad del Grupo Parlamentario Socialista hemos presentado iniciativas al Gobierno de Canarias para ir acortando el espacio de las diferencias entre mujeres y hombres en todos los ámbitos, tanto en educación, en el empleo, en los medios de comunicación, en la propia Radio Televisión Canaria, hemos propuesto mejorar la red de servicios de atención a las mujeres y menores víctimas de violencia y a los menores, así como la creación de servicio de atención a las mujeres víctimas de agresiones sexuales. Hemos preguntado y pedido comparecencias para conocer y fiscalizar el trabajo del gobierno en este sentido.
Desde el Grupo Parlamentario Socialista seguiremos trabajando para que se cumpla el Pacto de Estado aprobado recientemente y nos empeñaremos para que el Gobierno, a través del Instituto Canario de Igualdad, llegue a acuerdos con cabildos y ayuntamientos y aplique todas las medidas aprobadas. Así mismo estaremos vigilantes para que se ejecute todo el Presupuesto destinado a esta lucha y propondremos actuaciones de manera transversal para asegurarnos de que se trabajara en otras áreas del gobierno que también tienen un papel importante en pro de la igualdad y la lucha contra la violencia.
Por todo ello, les animo a comprometernos todas y todos a que, desde el lugar en el que estamos o el puesto que ocupamos público o privado, cambiemos pequeñas cosas que contribuyan al cambio social. Todo esfuerzo será poco para lograr que no haya ni un asesinato machista más.