Clausurada brillantemente la XXIV edición del Festival Internacional de Folclore de Ingenio
- La gala prestó atención a la denominación de Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria como Patrimonio de la Humanidad, así como al centenario de César Manrique
- Coros y Danzas de Ingenio hace entrega de sus insignias de Oro y Brillantes a Rafael Robaina, rector de la ULPGC, y a Manolito Sánchez, uno de los impulsores de la entidad que cumple 70 años de existencia
- Los grupos de Rusia, Benín, Senegal, Madrid, Canarias e Italia llenan de cantos y bailes populares el Parque Néstor Álamo en un espectáculo multicolor que concluyó con la interpretación del himno del festival por parte de todos los grupos y la explosión de fuegos artificiales
Concluyó la XXIV edición del Festival Internacional de Folclore de Ingenio ‘Muestra Solidaria de los Pueblos’ con un brillante espectáculo de clausura que tuvo lugar anoche sábado, día 27 de julio, en el espacio natural del Parque Néstor Álamo del citado municipio, con la asistencia de numeroso público que abarrotó el mencionado enclave hasta la hora de la medianoche en la que los fuegos artificiales iluminaron el cielo de Ingenio.
El espectáculo de clausura dio comienzo con la interpretación a dúo de unos ‘Aires de Lima’ por dos cantantes de la Escuela Memvus, a la que siguieron unas plásticas coreografías realizadas por las jóvenes bailarinas de la Escuela Municipal de Danza de Ingenio que dirige Gema Pérez. Durante el transcurso del acto se realizaron distintas menciones a varias de las conmemoraciones a las que este festival, declarado Fiesta de Interés Turístico de Canarias, ha prestado especial atención en el programa de su XXIV edición: desde la poderosa presencia de Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria, declaradas recientemente patrimonio mundial por la UNESCO, al centenario del nacimiento del artista lanzaroteño César Manrique, pasando por los 70 años de existencia de la agrupación Coros y Danzas de Ingenio, entidad organizadora de este festival desde hace más de dos décadas.
El presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, los nuevos consejeros de la Corporación insular, Guacimara Medina y Juan Díaz, responsables de Cultura y Empleo y Desarrollo Local, respectivamente, la primera teniente de alcalde de Ingenio, Elena Suárez y su concejala de Cultura, Minerva Artiles, el rector de la ULPGC, Rafael Robaina (que recibió la insignia de oro y brillantes otorgada por Coros y Danzas por su colaboración con el festival y por los 30 años de la fundación de la citada universidad), el catedrático Antonio Ramos Gordillo o el cónsul de Italia en Canarias, José Carlos De Blasio, asistieron a la gala de clausura que fue presentada en algunas fases de la misma por el profesor Manuel Pérez.
Reconocimiento para un histórico
También la Banda de la Sociedad Musical Villa de Ingenio, bajo la batuta de José Buceta, tuvo su protagonismo en la primera parte de la gala de clausura interpretando la pieza titulada ‘Villa de Ingenio’, un singular tema que enlaza canciones como ‘El capotín’ el ‘Sorondongo’ o ‘La polka de los artesanos’. Asimismo, Coros y Danzas de Ingenio, entidad fundada en 1949 y un grupo icono para la comarca del sureste de Gran Canaria, interpretó sobre el escenario una mazurca, ‘La carrasquiña’ el Santo Domingo y unas seguidillas, tras las que la secretaria de la mencionada Agrupación Cultural, Obdulia Artiles, impuso la insignia de oro y brillantes de Coros y Danzas al histórico folclorista y fundador, Manolito Sánchez.
A partir de este momento transitaron por el escenario los diferentes grupos de Europa y África que esta edición XXIV han cautivado con sus bailes y cantos el ya concluido Festival Internacional de Folclore. El primero en hacerlo fue el grupo madrileño de Coros y Danzas Francisco de Goya con sus delicadas danzas goyescas y bailes de la Escuela Bolera, que alcanzarían gran popularidad en el Madrid de los siglos XVIII y XIX. Cantantes y músicos vestían el traje que usaban los majos y majas, inmortalizado por Goya en sus cuadros y tapices, a la hora de interpretar sus cuidados fandangos, seguidillas, panaderos y jaleos que ofrecieron.
Tras Madrid llegó la poderosa expresión de las danzas del ballet Jammu de Senegal, con sus acrobacias y la magia del ritmo de sus tambores. Sus impresionantes bailes combinan movimientos llenos de energía con unos espectaculares saltos y movimientos basados en el ritmo ‘mbalax’, que se obtiene con los tambores ‘sabar’, utilizados durante siglos por la etnia wolof del Senegal.
A continuación, las décimas dieron paso al Rancho de Ánimas de Valsequillo, que constituye una de las manifestaciones más antiguas y singulares del acervo folclórico y tradicional de Canarias, y para el que el Cabildo de Gran Canaria ha incoado expediente para lograr su protección mediante su declaración como Bien de Interés Cultural. Sus cantos relacionados con los ritos funerarios tradicionales recordaron al universal creador César Manrique.
Las banderas medievales de los italianos Leone Rampante prosiguieron llenado de color y destreza el escenario instalado en el paraje natural de El Puente. Los miembros del grupo natural de Cori, con sus trompetas y tambores, mostraron las peculiaridades de este arte anterior al siglo XVII, agitando las llamativas banderas de ligera tela que sus cinco abanderados manejaron lanzando al aire.
De Italia el programa del festival se desplazó hasta Rusia. El grupo Belogorie, unos de los más nutridos del festival, interpretó una animada selección de canciones y bailes populares de la región de Belgorod, poniendo de manifiesto la riqueza de un vestuario integrado por hasta siete tipos de trajes diferentes, entre los que destacan los ricos tocados llevados por las mujeres y los vistosos pañuelos bordados que emplean en sus danzas.
A punto de concluir la gala de clausura, tocó turno al otro grupo llegado del continente africano, ‘Les Super Anges Hwendo Na Bua’, de Benín, cuyo nombre significa “quién no pierde las tradiciones”. Algunas de sus danzas tradicionales, clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, recogen la dolorosa memoria de la esclavitud para rendir homenaje a los cientos de miles de personas que fueron capturadas, deportadas y esclavizadas, a través de la llamada Ruta del Esclavo. Sus tambores enormes se convirtieron durante su actuación en un elemento más de su rica y vibrante puesta en escena.
Finalmente, los verseadores Rodolfo y Víctor Hernández, con sus ingeniosas décimas, fueron reclamando a cada uno de los grupos participantes en la XXIV edición del Festival Internacional de Folclore de Ingenio para que subieran al escenario con la finalidad de interpretar el himno del festival ‘Cantar a la vida’ compuesto por Armando Hernández. Un canto solidario que describe a la perfección el espíritu de este festival que se ha consolidado en la oferta cultural de eventos internacionales que tienen lugar en Canarias, y que cada año muestra su capacidad de crecimiento con propuestas e iniciativas nuevas como la creación en el municipio del futuro Museo del Festival de próxima apertura, además de la dimensión cohesionadora de Coros y Danzas de Ingenio, entidad que lo organiza desde hace más de 20 años.
Tras la interpretación del citado himno, los fuegos artificiales pusieron color a una noche fresca, pero muy vistosa y entretenida, que parecía presagiar la importancia que se presupone a la edición del próximo año con la que se cumplen las Bodas de Plata de este evento internacional.