El colmo del cinismo. Cuando ya no sabemos ni lo que defendemos ni a quienes representamos
El pasado domingo 9 de julio, nuestro amado Román nos deleitaba con un artículo (de opinión) en el Canarias 7. Nunca antes un domingo nos trajo tanta incoherencia en el ejemplar matinal. A toda página, quien ya no sabe ni lo que defiende ni a quienes representa nos enseñaba sus vergüenzas engalanadas con la confianza temeraria de quienes se han acostumbrado a la alfombra roja y al poder. Fue tal el patinazo, que no he podido dejar de dedicarle estas líneas.
En su artículo Román nos alumbraba para que pudiéramos ver la perversión maligna que contiene el Alquiler Vacacional. Nos hablaba de la más que previsible desestructuración del tejido social y del desplazamiento de poblaciones.
¿Es este el mismo Román que le daba 8 años a los vecinos residentes en apartamentos y bungalows para que abandonasen sus casas y las pusiesen al servicio de la industria del turismo?
¿Ahora resulta que hay un turismo que desestructura y otro estructurante? ¿Un turismo que destruye el tejido social y otro que lo crea? ¿Ahora resulta que hay un turismo al que hay que poner límites y otro al que no?
¿No será Sr. Román que “salvando la actividad turística profesional” usted lo que pretende es proteger los derechos de aquellos a los que realmente representa? ¿De aquellos en cuyas manos se concentra la mayor economía de Canarias y por lo tanto su riqueza? Porque compréndame usted cuando pienso que no debo ser la única que se ha dado cuenta de que el alquiler vacacional es una forma de democratización del turismo, por la cual, cualquier familia puede beneficiarse de sus réditos económicos sin tener que pasar por el yugo de touroperadores y empresarios avariciosos. Sin pasar por el yugo de aquellos que mantienen sus márgenes de beneficio a base de explotar a sus trabajadoras y trabajadores y también a sus camareras de piso. Sí, camareras de piso, esas a las que ha tenido usted la poca vergüenza de mentar para justificar su reaccionario análisis de los tiempos que corren. Y es que a nadie se le ha pasado por alto este domingo al leerle Sr. Román, que de “regular el Alquiler Vacacional” a “salvar la actividad turística profesional” hay un buen trecho.
Es también curioso que usted remarque las diferencias fiscales y de condiciones entre el Alquiler Vacacional por un lado y la industria profesional como un todo por otro, porque muchos autónomos, pequeñas y medianas empresas dedicados profesionalmente a la industria del turismo, estarían encantados de conocer las diferencias fiscales y de condiciones entre ellos y las grandes empresas y grandes cadenas hoteleras. Es más, creo que estarían encantados de que usted se pronunciase y luchase con la misma convicción y clarividencia en este asunto, toda vez que autónomos y pequeña y mediana empresa soportan hasta 4 veces más carga fiscal que la gran empresa. Así que, el hecho de que a usted le escandalice sobremanera esta diferencia de condiciones en las que se mueve el Alquiler Vacacional no puede sino darnos otro bofetón de incoherencia dominical.
Hágaselo usted mirar Sr. Román.