El Cabildo inaugura el Ecoparque Sur y pide implicación ciudadana en origen
La implicación ciudadana para la separación en origen es el próximo objetivo que se marca el Cabildo de Gran Canaria tras la entrada en funcionamiento del vanguardista Ecoparque Sur de Juan Grande (San Bartolomé de Tirajana) para el tratamiento de residuos, inaugurado recientemente por el presidente insular, Antonio Morales, y el consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito.
El trabajo realizado en los últimos años con la inversión de más de 40 millones de euros ha permitido convertir un vertedero común en un centro de última tecnología previsto para todos los aprovechamientos posibles. Un paso trascendental, subrayó Morales, para lograr los indicadores europeos y que en 2020 la mitad de los residuos puedan tener un segundo uso, ya sea en forma de material o energía.
Tanto es así, que si no hubiera trabas legislativas, apostilló, la planta podría ser energéticamente autosuficiente con la producción de más de 7.000 megavatios hora y está preparado para acoger el denominado quinto contenedor para, con ciudadana, esfuerzo público e implicación privada, “convertir un problema en un vector de energía y sostenibilidad”.
El esfuerzo inversor también va dirigido a minimizar las molestias de los vecinos, con los que se constituirá un foro como en el Ecoparque Norte, y tendrá igualmente un programa formativo, agregó Brito, quien advirtió que con pequeños gestos cotidianos, en cada casa, barrio y mercado el objetivo será alcanzado.
Para ello, el Cabildo ya ha puesto en marcha tres estudios para determinar la manera más eficaz de lograr la separación de residuos en origen porque ni la tecnología más efectiva sirve sin la separación en origen.
Tantos camiones como para dar vuelta y media a Gran Canaria
El centro tiene capacidad para recibir 80 toneladas de residuos a la hora, lo que supone 200.000 al año, detalló el representante de la empresa Pérez Moreno, Javier Pérez, integrante de la UTE que tiene la concesión.
Esto supone que el Ecoparque recibe 75 camiones cada día, 25.000 a lo largo de doce meses, suficiente para dar vuelta y media a la isla de Gran Canaria, o lo que es lo mismo, llenar un estadio de fútbol con diez plantas de residuos, apuntó para representar el volumen que es capaz de absorber la planta, y solo aquello que es imposible reaprovechar de algún modo acaba en el vaso de vertidos.
De las 235.500 toneladas que entran al año en el complejo, 200.000 corresponden con la llamada fracción resto, es decir, que provienen del contenedor gris en el que la ciudadanía deposita los residuos no separados. Estas 200.000 toneladas pasaran por una planta denominada “todo en uno” que separa aquellos subproductos con valor, como plásticos o materia orgánica, de aquellos desechos sin posibilidad de uso. La materia orgánica pasa a la planta de bioestabilización para la producción de compost.
El siguiente grupo de residuos en volumen es el de los vegetales, la mayoría restos de poda, 13.000 toneladas anuales que pasan a los túneles de compostaje junto con las 10.000 toneladas de residuos biodegradables, esto es, materia orgánica separada en origen. El Cabildo espera que este grupo de residuos aumente a medida que se implante en Gran Canaria el uso del denominado quinto contenedor, así como otros métodos de recogida selectiva de materia orgánica en origen.
El complejo cuenta igualmente con una planta de trituración de residuos voluminosos que muele unas 8.500 toneladas al año y otra de machaqueo de escombros que trata cerca de 4.000 toneladas de residuos de construcción y demolición procedentes de los puntos limpios.
Los lixiviados, líquidos producidos en los vasos de vertidos, también cuentan con una planta específica para su tratamiento, así como el aire procedente de plantas como la de bioestabilización, que es filtrado para evitar olores.
Al igual que en el Ecoparque Norte, en este complejo las instalaciones producen energía con el biogás que se genera en los vasos de vertido colmatados y sellados. Para su aprovechamiento, el gas es conducido a través de tuberías hasta una planta que es capaz de generar 7.325 megavatios hora al año, prácticamente la totalidad de la energía que necesita el complejo.