El Cabildo y Mogán piden que el Estado facilite el traslado de los migrantes al continente
- Los militares están formados en tareas humanitarias y tienen camas para miles de personas, deben ponerse de acuerdo los responsables ministeriales, apunta Morales
- Gran Canaria es el trampolín de los migrantes y no puede ser convertida en una cárcel para ellos
- Canarias ha llegado a recibir hasta 30.000 migrantes, es inviable no derivarlos
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, solicitó hoy que el Estado facilite el traslado de los migrantes que están en Gran Canaria hasta el continente, puesto que la isla es su trampolín, no puede acoger miles de personas indefinidamente y, desde luego, el Estado no puede convertirla en una segunda Moria griega, y mientras tanto, debe acogerlos en sus instalaciones militares, preparadas para acogidas humanitarias.
“Lo que queremos es trabajar”, apuntó en francés uno de los migrantes al presidente del Cabildo, que recorrió el Muelle de Arguineguín, donde aún permanecen 222 personas, junto a los vicepresidentes insulares Miguel Ángel Pérez y Concepción Monzón, y la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, quien se manifestó en la misma línea de facilitar su traslado a la península, donde además Cruz Roja tiene una red de instalaciones “vacías”. Por otra parte, quitando la cuarentena, a las 72 horas son libres de transitar por las islas.
“Es en el continente donde tienen sus vínculos de amistad y familiares, no queremos que Gran Canaria se convierta en una cárcel para ellos”, manifestó Morales.
Tanto el Cabildo de Gran Canaria -que ha cedido instalaciones deportivas y albergues para 300 menores migrantes-, como el Ayuntamiento de Mogán, han colaborado en todo lo posible y “lo seguirán haciendo, pero esa no es la solución, seguir improvisando en instalaciones que no son las apropiadas”, apuntó el presidente, a lo que Bueno agregó que hay que buscar solución para los que están en hoteles, puesto que si Canarias logra “salvar la temporada de invierno, ¿qué va a pasar son esos migrantes?”, se preguntó.
Los militares españoles, “están formados en tareas humanitarias y lo han demostrado en distintos lugares del mundo, y en Canarias tienen camas suficientes para alojar a miles de personas, así que no se trata de que pongan objeción al uso de sus instalaciones –subrayó Morales-, sino que no hay acuerdo entre los responsables de los dos ministerios y deben limar las diferencias”.
Las instituciones canarias, coincidieron, no deben bajar la presión para que se aborde esta compleja situación, ya que no se trata de desmontar este campamento por la presión mediática y olvidar el resto.
En definitiva, el Estado debe asumir de manera urgente su responsabilidad, coordinarse y establecer soluciones para la recepción, acogida y traslado de este flujo de personas que previsiblemente aumentará dado que esta es la única vía disponible, la más peligrosa, tras el cierre del corredor del Mediterráneo. Asimismo, los sistemas de detección del Frontex deben mejorar porque tienen áreas oscuras en los que no tiene la cobertura necesaria.
Más de 100.000 personas llegaron el año pasado a Europa por el Mediterráneo, y dado que el corredor canario ahora es el único, y que muchos traslados se realizan en barcos nodriza dados indicios como que no llegan agotados como quienes llegan en patera o cayuco directos desde la costa africana, la previsión es que la llegada siga aumentando, lo que precisa acabar con la dejadez y la improvisación y, por el contrario, crear una mesa de trabajo interinstitucional, políticas transversales y coordinadas, concluyeron.