El nuevo Plan Costa de Mogán desincentiva la renovación de Puerto Rico
El pasado 6 de febrero el Gobierno de Canarias aprobó inicialmente el Plan de Modernización de Costa de Mogán, abriendo así el plazo para la presentación de alegaciones que finaliza el 10 de abril. El citado documento, tiene como finalidad principal, incentivar la inversión privada en lo que a renovación se refiere a cambio del aumento de edificabilidad, entre otras herramientas de estímulo.
Sin embargo, y como ya ocurrió con el Plan de Modernización de Playa de Mogán, este documento vuelve a poner de manifiesto, que ha sido elaborado desde los despachos, sin contar con los afectados, y con una clara línea ideológica que supedita la renovación de los espacios turísticos al servicio de los intereses del mercado.
Para Nueva Canarias es evidente, que el Plan de Modernización de Costa de Mogán, ha sido diseñado para satisfacer unos intereses económicos concretos, más allá de propiciar la renovación de todo Puerto Rico. Para los nacionalistas, lo que hace este documento es homogeneizar todos los suelos de Puerto Rico, y de otras zonas de Mogán, a un solo uso, equipamiento turístico comercial.
Este hecho supone que el suelo de uso comercial, pasa de los 64.200 metros cuadrados correspondientes a los centros comerciales actuales, a 133.155,83 metros cuadrados, un incremento que afecta a las zonas comerciales consolidadas, y que no tiene en cuenta que este crecimiento desmedido de la oferta comercial, va a repercutir negativamente en los proyectos de renovación que se encuentran en marcha.
Según manifestó la edil nacionalista, y candidata a la alcaldía de Mogán por Nueva Canarias, Isabel Santiago, con este documento, pasamos de tener una oferta complementaria variada (comercial, recreativa, deportiva, industrial y servicios) a una única comercial. Esto supone directamente una liberación brutal del espacio turístico de Puerto Rico, que más allá de conseguir la necesaria recualificación del espacio turístico, va a abrir la puerta a la especulación, y a la desincentivación de los proyectos de renovación, por el que actualmente apuestan los propietarios de los locales del Centro Comercial de Puerto Rico.
Para Nueva Canarias, la estrategia del Plan de Modernizacion, se sustenta en la generalización de los usos de dichas parcelas, para que sea el promotor el que, según determine el mercado y aludiendo la libre competencia, la destine al uso que más rentabilidad le reporte, acabando con la necesidad de planificación, ordenación y control del desarrollo turístico sostenible.
Dicha estrategia puede suponer la proliferación de centros comerciales por todo Puerto Rico puesto que cualquier promotor intentará instalar la industria que le permita mayores réditos económicos en este caso es el uso comercial, lo que supondrá una oferta similar, y el inicio de una guerra comercial entre lo nuevo y aquellos que se quieren renovar, sentenció la edil nacionalista.
Para Isabel Santiago, este documento, lejos de fomentar la renovación de los viejos centros comerciales de Puerto Rico lo que consigue es desmotivar los procesos de renovación que se están actualmente llevando a cabo, dándose la paradoja de que el Plan que pretende la renovación, va a ser el causante de que en una misma zona turística, convivan centros comerciales obsoletos y centros comerciales de nueva construcción como ha ocurrido en algunos espacios de Playa del Inglés.
Desde el Plan de Modernización se debe fomentar la complementariedad de la oferta existente de manera que se consigan sinergias de atracción turística – comercial, habilitando espacios para que se produzcan nuevas inversiones de renombre que atraigan a un tipo de clientela de mayor calidad, extremo este que se conseguiría prohibiendo la construcción de locales comerciales de baja superficie y exigiendo la construcción de locales no inferiores a 400 metros cuadrados o similar, sentenció Isabel Santiago.
Es evidente que este documento, aprobado por el Gobierno de Canarias y secundado por el Ayuntamiento de Mogán, va a suponer un paso atrás en lo que debe ser el futuro del desarrollo turístico en Canarias, y a lo peor un importante factor que propicie la destrucción o la precarización de empleo.
