El paripé de la foto
Cuando se confunde la solidaridad con el patrocinio, empezamos mal. Desde Ciudadanos (Cs) entendemos que la solidaridad es un sentimiento, una actitud consistente en ayudar a otros sin recibir nada a cambio. Cuando uno se aplica en estos términos, pues considera que la acción lo merece porque es bueno para nuestra sociedad, no espera retorno de ninguna manera. Sin embargo, cuando se patrocina, se espera recibir a cambio, como mínimo, cierta publicidad. Esta es la diferencia entre lo que en Ciudadanos consideramos como un acto solidario -trabajar sin descanso con los colectivos más desfavorecidos y vulnerables de esta ciudad- y Nueva Canarias entiende como patrocinio y que camufla como solidaridad: anuncia con su habitual equipo de propaganda una acción sin sustancia, que se queda en una foto de familia, que se publica con ánimo de trascender, pero que no tiene ni contenido ni pies para caminar, porque lo único que persigue es publicitar su pretenciosidad.
Esto viene a colación del acto celebrado con fanfarrias y batucada la pasada semana por el concejal Pedro Quevedo en la puesta de largo de su recién creada área de solidaridad. En un momento en el que nuestra sociedad, la más cercana, su vecino y el mío, miran con cierto temor y desasosiego a un futuro cuando menos incierto, NC presenta un artilugio sin proyecto, sin ficha financiera, un nuevo chiringuito que presenta el mismo armazón que todo aquello que sale de sus entrañas, es decir, primero pongo el carro y luego, los bueyes. Algo parecido a lo que ya ha hecho con la sociedad anónima municipal Hotel Santa Catalina, para la que ya ha contratado a un director a razón de 60.000 € al año, pero para la que no hay ni actividad ni empleados. De hecho, se limita a canalizar cada año el canon de unos 600.000 € que Barceló transfiere al Ayuntamiento por el hotel Santa Catalina.
Sus políticas de solidaridad internacional tienen un profundo sesgo ideológico y siempre favorecen a colectivos con los que mantienen un vínculo político, muy propio de sus políticas sectarias y partidistas. Tenemos ya ejemplos suficientes en otras instituciones locales e insulares, también en manos de NC, que nos invitan a desconfiar y dudar de esta nueva iniciativa. Como el perro que da vueltas sobre sí mismo hasta encontrar su sitio para dormir, siempre acaban en el mismo lugar. Cs no acudió a ese acto por todos estos motivos, no queremos ser comparsa de nadie ni llevar a engaños a todos esos colectivos que necesitan de verdad nuestra solidaridad. No nos interesa la foto. Nos interesan las personas. Ahora es el momento de sentarse codo con codo con la gente, con los vecinos que más lo necesitan. Porque ellos esperan de nosotros que nos pongamos a trabajar, toca arremangarse, que bajemos a la calle, que entremos en sus casas, que sintamos su incertidumbre, su temor. Así que le diría a Pedro Quevedo que empiece, por ejemplo, a pagar las subvenciones que están sin transferir a todas las organizaciones del tercer sector que están trabajando en primera línea, ayudando a los que lo necesitan, sin recursos y con mucho riesgo. Este gobierno compromete aportaciones cada año a las ONGs que no llegan. Aquí es donde se demuestra la verdadera solidaridad.
Para impulsar el área municipal de solidaridad internacional, para pedir a los grupos de la oposición que se apoye, con una dotación de recursos humanos y económicos, no hacía falta el paripé de la foto. Queremos ver los proyectos, discutir y aportar nuestro granito de arena. Pero no seremos cómplices de una foto de la que sentiremos vergüenza cuando este mandato eche el cierre y veamos que no hay resultados. Ya estamos curados de espanto, solo hay que ver el saldo que dejó el anterior concejal, Jacinto Ortega (Podemos), quien puso en marcha esta concejalía en la pasada legislatura -Área de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad Internacional se llamaba-, y apenas dejó algún taller de baile, otro de graffiti y un ciclo de cine.
El movimiento se demuestra andando, no con acciones para la galería. Nuestros programas nacionales en los que se desarrollan los Objetivos de Desarrollo Sostenible están diseñados para que las administraciones locales puedan hacer sus aportaciones, evitando así duplicidades en las corporaciones insulares o locales. No parece el mejor momento para dilapidar recursos. De hecho, uno de los puntos de la firma establece una mesa de trabajo que ayude a implementar en las políticas municipales los Objetivos de Desarrollo Sostenible para su consecución, y asumir la agenda Global 2030 para el Desarrollo Sostenible. Un brindis al sol. Nosotros solicitamos estas mesas de trabajo para activar medidas post Covid, pero para eso no les somos necesarios.