El Patio acoge la proyección de ‘El naufragio’, documental que narra 30 años del fenómeno migratorio en el Estrecho y Canarias
- El acto incluye un coloquio con el guionista del trabajo, el grancanario Nicolás Castellano, el superviviente de un naufragio en Fuerteventura Issa Sidibe y el fotoperiodista Juan Medina
- La obra repasa este drama desde el primer naufragio documentado en noviembre de 1988 en la Playa de Tarifa
- Será el miércoles 16 en el Patio del Cabildo
El Cabildo de Gran Canaria proyectará el documental ‘El naufragio. 30 años de memoria sumergida’, que repasa tres décadas del drama de la inmigración en el Estrecho y en Canarias a través de los testimonios de periodistas, fotógrafos, supervivientes de naufragios, activistas y antropólogos.
El acto está enmarcado en el programa Gran Canaria Solidaria e incluye un coloquio con el periodista grancanario especializado en inmigración y guionista del documental, Nicolás Castellano, el superviviente de un naufragio en Fuerteventura en 2004 Issa Sidibe, el fotoperiodista Juan Medina y el consejero de Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez. Será en el Patio del Cabildo el miércoles 16 de enero a las 19.30 horas.
La historia tiene como punto de partida el primer naufragio documentado con imágenes, el 1 de noviembre de 1988 en la playa de Los Lances en Tarifa. Ese día, el fotógrafo Ildefonso Sena capta con su cámara el cadáver de un joven marroquí en la arena junto a una patera. Y es precisamente el autor de esa imagen el que abre el documental que hace una reflexión crítica de una tragedia que aún perdura.
En 2019, además, se cumplen 20 años del primer naufragio documentado en Canarias, que tuvo lugar el 26 de julio de 1999 en la Playa de la Señora en Fuerteventura. Se trata de un episodio recogido en este documental con los testimonios y fotografías del periodista José Naranjo y Juan Medina, explica Castellano.
Este trabajo audiovisual de 61 minutos expone historias de dolor, muerte y superación a través de las voces de dos supervivientes de naufragios, Issa y Alí, y cuenta con la colaboración de la defensora de los Derechos Humanos Helena Maleno y el fotoperiodista y premio Pulitzer Javier Baukuz, además de representantes de entidades sociales como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y la Asociación Andalucía Acoge.
Los testimonios de una veintena de participantes están reforzados con un destacado trabajo de investigación y de búsqueda de vídeos y fotografías que exponen la evolución de este fenómeno a lo largo de 30 años.
Un drama que ha dejado más de 6.700 muertos y desaparecidos en esta zona de España, y que asciende a 25.000 con la suma de los fallecidos en Canarias, Ceuta, Melilla o el Mar de Alborán, según cifras de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.
El audiovisual ha sido grabado a ambos lados del Estrecho y producido y realizado por la Diputación de Cádiz para sensibilizar sobre el fenómeno de la inmigración. Fue estrenado en Cádiz el pasado mes de noviembre y será ahora proyectado en España, Marruecos, Senegal y Francia acompañado por coloquios con alguno de sus protagonistas.
El fracaso de las políticas migratorias
Este documental no solo narra el naufragio de una patera, sino también el de la sociedad y los gobiernos, que bien por apatía o por políticas de extranjería y asilo fracasadas siguen sin impedir tanta muerte y sin crear un sistema de movimientos de población más justos y seguros para todos, expone Castellano.
El objetivo de este trabajo es sacudir conciencias porque “nadie que vea el documental se va a quedar sin esa sacudida”, asegura el guionista.
Los movimientos migratorios en la actualidad afectan a más de 60 millones de personas en todo el mundo que se ven obligadas a un desplazamiento forzoso, víctimas de las guerras, la violación de los derechos humanos y el hambre, explica el consejero Carmelo Ramírez.
Ramírez aboga por afrontar las causas que generan la inmigración y no por políticas de “amurallamiento” como las de Estados Unidos y la Unión Europea. “La solución para resolver este problema pasa por dejar de expoliar a los países empobrecidos y por propiciar proyectos de cooperación en ellos”, concluye.
