Gran Canaria pasa a alerta máxima con la petición de que la población no salga de sus casas este domingo
El Plan de Emergencias de Gran Canaria ha pasado a alerta máxima por el fuerte temporal de lluvia y vientos previsto para mañana, por lo que el Cabildo celebró una reunión de coordinación en la que todas las administraciones decidieron por unanimidad pedir a la población que no salga de sus casas ante la imprevisibilidad del alcance de los daños, como desprendimientos, caída de muros, árboles, planchas, así como inundaciones
Gran Canaria atraviesa un fenómeno totalmente excepcional de borrascas encadenadas y la Dirección del Plan de Emergencias, de acuerdo con los cuerpos de fuerza y seguridad congregados para evaluar la situación, han optado por planificar el escenario más probable a tenor de las previsiones de la Aemet, pero también por proyectar las actuaciones necesarias si se produjera un marco aún peor.
En cualquier caso, dado que se esperan vientos que pueden ser de cien kilómetros por hora, pero cuyas rachas pueden alcanzar los 120, más riadas que desde que alcanzan los 40 centímetros arrastran coches con facilidad, a lo que se agrega que arrastrarán todo lo que encuentre en los barrancos de la cumbre a la costa, la petición a la ciudadanía es que no salga y aproveche las horas que restan para que llegue el fenómeno para revisar azoteas, desagües y objetos que puedan ser arrastrados por el viento.
Por este motivo, serán suspendidas todas las actividades al aire libre. Los municipios tomarán las decisiones correspondientes a las que sean bajo techo dependiendo del grado de exposición del espacio y del momento del día.
Hay que tener muy en cuenta que cuando empiece la fase aguda del temporal, no solo habrá que permanecer totalmente resguardado, sino que la actuación de los medios también está limitada, por lo que se atenderán las situaciones en las que haya riesgos para las personas, pero otras muchas como inundaciones o piedras en las carreteras tendrán que esperar. El objetivo es actuar en cuanto sea posible, pero la población tiene que ser consciente de esta circunstancia para la que hay desplegado un operativo que supera el millar de personas.
El operativo no dejó de insistir en la necesidad de despejar los barrancos y cauces de casetas, caravanas, coches y personas en toda la isla. Las zonas más peligrosas son las abarcadas en la mitad sur, pero la imprevisibilidad del comportamiento de los fenómenos en Gran Canaria hacen que la Dirección del Plan no descarte afecciones también en el norte y centro, aunque en esta parte de la isla se cuenta con la sujeción de la tierra que proporciona la vegetación.
Transporte, albergues y mercancías peligrosas
El transporte público y las mercancías peligrosas fueron otros dos aspectos tratados. El transporte se intentará mantener operativo en la medida de lo posible para no incomunicar poblaciones, así como las carreteras.
Ante la posibilidad de que se produzcan evacuaciones, Cruz Roja ya ha habilitado un albergue en el Pabellón de Arguineguín, otro en la capital grancanaria, y está prevista la posibilidad de habilitar otros espacios.
En cuanto a las mercancías peligrosas, la ventaja es que el domingo la mayoría están prohibidas salvo las hospitalarias, el combustible para estaciones y la de otros servicios esenciales como suministrar fuel la central de Juan Grande, que recibe una cisterna de 20.000 litros cada doce minutos. Por ello, un retén del servicio de Carreteras del Cabildo se trasladará al tramo de Salinetas a la central para actuar si fuera necesario y garantizar este traslado.
En cualquier caso, la situación más delicada en este sentido puede producirse el próximo miércoles y el viernes, para cuando hay previstas otras dos borrascas. De confirmarse la previsión, la recomendación será que las empresas que usen mercancías peligrosas aprovechen el lunes y el martes para proveerse de las máximas reservas posibles.
Por otra parte, también se ha informado a las asociaciones de hoteleros y extrahoteleros para que a su vez informen a sus asociados y hagan llegar a sus clientes la situación.
Una vez más, la parte esencial para minimizar los daños, es contar con la colaboración de la ciudadanía.