¿GOLPE DE ESTADO A PUTIN?
Para aquellos que creemos firmemente en la democracia como forma de gobierno, el término “golpe de estado” nos hace retroceder a episodios oscuros de nuestra historia.
Golpe de estado es una “acción que consiste en tomar un grupo de personas el gobierno de un país, con violencia y de forma ilegal; generalmente se realiza por militares o con apoyo de un grupo armado”.
Revolución es “el cambio violento y radical en las instituciones políticas de una sociedad”.
¿En que se diferencian ambos términos? Pues prácticamente en nada, ambos son lo mismo y utilizan la violencia. Eso si, a los comunistas, y a otros actores políticos generalmente de “izquierdas”, les gusta disfrazar sus golpes de estado de revoluciones.
¿Se justificaría un golpe de estado, o revolución, en Rusia para deponer al dictador Putin?
En mi opinión, si. Este presidente del gobierno ruso fue elegido democráticamente y, como otros dictadores, utilizó unas elecciones para hacerse con el poder y no soltarlo en su vida. Hitler actuó igual.
Ya cayeron dictadores que se consideraban a si mismo dioses. Ceaucescu, Gadaffi, Sadam Hussein, etc.
¿Terminará Putin como ellos?
Esta persona ha instaurado en Rusia una dictadura férrea, cambió la constitución para mantenerse eternamente en el poder, elimina a sus adversarios políticos, no dudando incluso en envenenarlos si es necesario, controla los medios de comunicación no permitiendo oposición interna, encarcela a los manifestantes contra su acción política y militar, en definitiva, nadie puede dudar que la Rusia del año 2022 es una dictadura y, como tal, debe de caer en beneficio de su ciudadanía en particular, y del mundo en general.
¿Dónde está el pueblo ruso?
Hay ciudadanos que están influenciados por la propaganda “putinista” y se creen todo sin ponerse a pensar en algo más que lo que les dicen.
Otros hay que intentan manifestarse contra las políticas de Putin y su afán bélico, el resultado es cárceles llenas de opositores.
Si los ciudadanos rusos lucharon contra los nazis, ¿porqué ahora no luchan contra el nazi que tienen gobernado su país?
Miedo, se llama miedo. Cierto es que hay una represión brutal contra aquellas personas que se manifiestan en contra de la guerra dentro de Rusia, pero también es cierto que muchos justifican este intolerable ataque. Los que apoyan esta invasión son cómplices de la misma. Cobardes que se esconden detrás de quien les está llevando a la ruina. Esperaba más del pueblo ruso.
¿Cómo llegó Putin al poder?
Putin tiene en sus genes el odio a la democracia y su placer por gobernar tan solo él, es un maldito autócrata.
Llegó al poder en unas elecciones democráticas, como lo hacen muchos de los dictadores. Este antiguo espía de la temible KGB aprendió bien a comportarse como tal, a sus rivales políticos y otros opositores sencillamente los envenena. Normal que se le tenga pánico.
Fue elegido presidente de la Federación Rusa en el año 2000 y, gracias a una gran gestión económica con un incremento del P.I.B. del 72% en cuatro años, fue reelegido nuevamente para un segundo mandato desde 2004 a 2008. Hasta ahí nada que objetar.
La Constitución rusa no permitía un tercer mandato consecutivo, por lo cual Putin puso a un títere de candidato presidencial, Dmitri Medvédev, y él se aferró en el cargo de primer ministro. Curiosamente en sus ocho años de presidente quien llevaba todo el control y poder era él, cuando lo dejó, por obligación constitucional y de 2008 a 2012, el que tenía todo el poder seguía siendo él pro ya como primer ministro.
En las elecciones de 2012, tras la pausa obligada de cuatro años, se vuelve a presentar a la presidencia y obtiene nuevamente el triunfo.
Con su total poder político cambia la constitución para poder continuar como presidente “toda su vida” si fuera necesario.
Total, ya lleva 22 años gobernando con plenos poderes disfrazados de democracia. Stalin estuvo 29.
Si bien es cierto que en estos años gobernando ha obtenido muchas mejoras para la población, también es cierto que con esta guerra absurda contra Ucrania va a hacer retroceder a Rusia a niveles económicos de los años donde el comunismo cayó (diciembre de 1991).
Sus amenazas nucleares (lamentablemente creíbles), nos hacen darnos cuenta al mundo occidental de que “todo”, con este sátrapa, es posible. Si, necesitamos defender la democracia.
¿Y que países le apoyan?
En una inoperante O.N.U; donde dentro de los 15 países que forman el Consejo de Seguridad hay cinco con carácter permanente y derecho de veto (lógicamente entre ellos está Rusia), es normal que nada se apruebe con que uno de ellos esté en contra. ¿Cómo iba a condenarse Rusia a si misma?
Las abstenciones fueron de China, La India y Emiratos Árabes Unidos. Tres países que dependen mucho de Rusia en su economía y su defensa, solo que alguien debería decirles también a estos “abstencionistas” que ellos también dependen mucho de las compras que les hacemos los occidentales.
La ONU y los Cascos Azules:
Las misiones de paz en zonas de guerra, más conocida como “cascos azules”, participan en zonas de conflicto en apoyo de la población civil.
Para que sea posible enviar estas fuerzas de paz, se necesita que ningún país de los 15 que componen el Consejo de Seguridad de la ONU lo vete. Sabiendo que Rusia tiene derecho permanente de veto, ¿permitirá Putin que las misiones de paz actúen en apoyo de la población civil de Ucrania, precisamente el país en el que está bombardeando y masacrando a la población civil?
El pasado dos de marzo de 2022, la Asamblea General de la ONU se reúne de urgencia para condenar la agresión rusa. Su decisión, y posterior condena, que no es vinculante pero si bastante significativa, ha servido solamente para demostrar a los rusos que se están quedando solos en sus relaciones internacionales.
Hubo 141 votos a favor de la condena, 35 abstenciones (entre ellas las de China e India), y 5 votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria). Vamos, que estos cinco países no son precisamente ejemplos de democracias. Pocos amigos le quedan a Putin.
El embajador ruso, en su intervención, es tan descarado al afirmar que lo que están haciendo en Ucrania no es una invasión sino una “operación de defensa de los rusos en Ucrania y con el objetivo de desnazificar el país”. Valiente sinvergüenza, sus palabras ofenden a la más mínima inteligencia.
El embajador ucraniano, en cambio, manifestó que “No se hagan ilusiones, si Ucrania no sobrevive, no nos sorprendamos que la democracia sea la siguiente en caer”.
También afirmó, muy acertadamente, que “Si Putin se quiere quitar la vida no ha de usar el arsenal nuclear, solo tiene que hacer lo que hizo el tipo de Berlín en un bunker en 1945”.
Una clara alusión al suicidio de Hitler. ¿Haría Putin lo mismo? No, le falta valor (por no decir otra cosa) para hacerlo.
Consideraciones sobre la tibia respuesta de algunos políticos españoles:
Me ha sorprendido desagradablemente (opinión personal sujeta a discrepancias) la respuesta contraria a enviar armamento de ayuda al pueblo ucraniano por parte de Unidas Podemos y de los comunistas que están en el Gobierno de España. ¿Dan este apoyo a Rusia gratis o “a cambio de algo”?
También sorprende el apoyo o silencio total de los independentistas catalanes. Claro, quizás estén agradecidos por el apoyo que recibieron por parte de Rusia a sus pretensiones del Golpe de Estado de octubre de 2017.
Si el gobierno déspota de Rusia cae, quizás muchos nos enteraremos del papel tan importante que jugó Rusia dando alas al independentismo catalán para desestabilizar a la Unión Europea. Ya lo hicieron en el Reino Unido apoyando el Brexit, o en Estados Unidos filtrando bulos sobre Hillary Clinton en un claro apoyo a que fuera Donald Trump el elegido en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016.
En definitiva, que todos tenemos que poner de nuestra parte para volver a la situación anterior, lo que esta sucediendo podría ser un “salto al vacío” mundial y de incalculables consecuencias.
La simple mención al uso de armas nucleares debería de hacernos tomar conciencia de todo lo que está sucediendo. No, todo esto no es broma.
Firmado: Diego Gutiérrez de Ávila, colaborador de Radio Faro Canarias, Digital Faro y MaspalomasNews.
Cuando un psicópata alcanza el poder de un país , nadie está seguro, miedo me da, solo me queda la esperanza de que los Super millonarios rusos que antes le apoyaban se den cuenta del peligro de la situación y lo detengan.
Exacto Pepe, la única solución viene desde dentro de la propia Rusia, deponer al dictador Putin.
Lo más sensato sería rendirnos para entrar a formar parte de Rusia como una república más de la federación. Así no tendríamos más problemas de suministro de energía. Además yo creo que Putin podría defendernos mejor de la llegada masiva de inmigrantes ilegales. Y dado el magnífico poder industrial e ingenieril ruso, seguro que se podría construir un puente entre isla e isla y luego otro grande desde Lanzarote hasta Crimea.
El único inconveniente es que tendríamos que aprender ruso, cosa que no sé yo si los canarios seríamos capaces.