José Mª Mañaricua : Las administraciones, cuando hablan de sostenibilidad, deberían empezar la casa por la base.
José María Mañaricua, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas de Gran Canaria, pasó por los micrófonos de Radio Faro, donde abarcó algunos temas relevantes sobre el futuro del turismo y la hostelería de la Isla. Desde del comienzo de la pandemia, las Islas Canarias han sido uno de los territorios más afectados dentro de España. El aumento de los casos, el cierre de restaurantes y bares y la disminución de las reservas hoteleras ha supuesto un golpe importante para la economía insular. “Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, ha sido así. La pandemia se ha impuesto en lo económico y, dentro de esto, al turismo. Se ha paralizado todo desde el 2020”, comenta el señor Mañaricua, a lo que añade: “Con voluntarismo, intentando reabrir en determinadas épocas, siempre poniendo una nueva fecha, pero fracasando”. El presidente, al igual que otros representantes del sector, esperaban no tener que sufrir una sexta ola, ya que una gran parte de la población ya ha sido vacunada, pero se han encontrado con una realidad diferente. “La última ola, que parecía que iba a ser la definitiva, con más del 80% de la población vacunada, resultó ser muy potente, y ha vuelto a paralizar estos meses de enero y febrero totalmente el destino turístico. Estamos a expensas de esperar que finalice la sexta ola y las restricciones de Europa, y a partir de ahí poder tener un mejor futuro”, explica. El problema ya no es solo a nivel del cierre de bares o restaurantes. Canarias está viviendo uno de sus peores datos a nivel de reservas hoteleras, ya que apenas se llega a un 50%. La disminución de eventos multitudinarios como conciertos, festivales o actos de ese tipo, dañan de una forma considerable la posibilidad de volver a hacer atractiva Canarias como lugar de vacaciones. El señor Mañaricua, a pesar de la problemática, sí ve algunas soluciones y aplaude el retraso de celebraciones tan significativas como los carnavales. “Aunque tengan la voluntad de hacerlo, entendemos que Sanidad no lo permitiría”, acepta el presidente de la asociación, pero sí que ve positiva la idea de las instituciones. “Desde la Federación vemos muy positivo que hayan decidido retrasar esta fiesta por la situación epidemiológica y, como Tenerife, pasarla al verano. Como sabemos, mayo y junio suele ser temporada baja y, si la pandemia lo permite, puede ser un momento ideal para realizar un carnaval participativo, porque entendemos que un carnaval sin participación ciudadana no es un carnaval, que se emita solo por televisión no tiene sentido. Por ello, entendemos que pasarlo después de la Gay Pride sería muy importante para mejorar las ocupaciones y la economía de los destinos insulares” evalúa. El Entrevistado también nos aclaró el último comunicado por parte de la FEHT, donde alertan de las posibles paralizaciones de varios proyectos que son muy relevantes para el sector turístico y que no se terminan de poner en marcha. Estos tienen como finalidad embellecer y mejorar las zonas más concurridas, además de mejorar el servicio turístico. “El responsable es el Ministerio de Transición Ecológica, que es quien tienes las competencias. De hecho, Canarias, con su Estatuto de Autonomía, tendría que haberlas tenido desde el año 2018. Lo que estamos pidiendo es que el Gobierno de Canarias ejerza las competencias de forma rápida, para poder avanzar y mover todas esas infraestructuras, realizar inversiones en costas o paseos marítimos”, critica el señor Mañaricua. “Necesitamos que el Gobierno de Canarias, debido a la cercanía y el conocimiento de nuestro estilo de sol y playa, coja las competencias y así poder ejercerlas y modernizar nuestra oferta de servicios de playa” comenta. Esta falta de concesiones para mejorar los servicios esenciales podrían ser un hándicap para el futuro. “Tenemos que evitar esto y hacer lo que otros competidores como Andalucía y Baleares. Allí tienen un servicio de playa impresionante con chiringuitos, lugares para oír música en directo, degustación; y todo esto es por las competencias que se encuentran en Madrid”. El presidente tiene claro que se ha de hacer, y es tajante al pedir una renovación de toda la oferta turística, ya que tenemos la misma desde hace años. “No se trata de que los turistas vuelvan a llenar a los centros comerciales de hace 40 años. Si bien, siguen estando ahí, irán, pero no es así. Las administraciones, cuando hablan de sostenibilidad, primero tienen que empezar la casa por su base: mejorar las infraestructuras públicas, mejores servicios de playa, mejor alumbrado o el embellecimiento de las calles. Y eso es trabajo de todos”, explica. Al preguntarle por los requerimientos de los empresarios a la hora de aumentar la inversión por parte de los hoteleros, contesta de una manera tajante: “Yo tengo un hotel y lo he reformado tres veces en los últimos 30 años. Mientras que en la playa siguen las mismas hamacas desde hace años. No está dándose la misma acción por parte de unos y otros. No puede ser que tengamos la misma oferta, por eso es necesario que nos sentemos y la cambiemos. Esto no depende de un partido político o de un alcalde, es de un consenso por parte de todos”. Si hablamos de turismo, debemos de recordar la problemática de la Cementera Ceisa y su renovación. Partidos políticos como Coalición Canaria piden que no se renueve su concesión, algo que choca con la recogida de firmas por parte de la plataforma “Salvar la Bahía de Santa Águeda”, quiénes defienden que las dos industrias, tanto la turística como la cementera, pueden ir de la mano. “Lo que está en discusión es si una empresa privada, debe de seguir durante más años de manera privativa en un puerto que es de todos los canarios, o usar ese puerto acorde con lo que todos los canarios nos hemos dado en el planteamiento insular, que es el futuro turístico de toda esa zona. Entendemos que esa concesión finalizó en 2020, para algunos finaliza en octubre de 2022, pero no se puede dar una prórroga de ese puerto como industrial y debe tener otro tipo de uso. El suelo, el pavimento insular, habla de un uso turístico de esa zona, y, por tanto, nos atenemos a la legalidad de nuestras leyes y normas” considera el señor Mañaricua. La propia cementera ha defendido que invertirá en la zona para mejorar su aspecto, pero con la condición de prorrogar su concesión durante más tiempo, algo que no gusta desde varios sectores. “Una explotación industrial de más de 70 años que no ha invertido en toda la zona, ni ha mejorado sus condiciones. En el momento que finaliza la concesión del puerto, hablar de un futuro embellecimiento que esté ligado al uso industrial del puerto, nos parece fuera de tiempo, de juego. Hay otras zonas y puertos industriales donde, entendemos que pueden conjugarse este tipo de explotaciones en otras zonas industriales que serían más adecuadas; y lo que entendemos es que nuestras normas dicen otras cosas y lo que pedimos es que se apliquen las leyes”, concluye.