El pregonero Juanito Vega revive la historia humana de El Tablero
El pregón de las fiestas populares de El Tablero 2014, en el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana, corrió a cargo del vecino Juan Carlos Vega Valerón. La crónica del gabinete de prensa municipal destaca del acto el interesante “repaso histórico a la memoria geográfica, física, humana, nominal y anecdótica de un barrio que llegó a tener dos hornos de pan”.
En ese sentido, con un tono poético y enraizado en un realismo mágico muy particular, la intervención de Vega Valerón (El Tablero, 11 de mayo de 1947), se inició con un recuerdo fugaz sobre antiguos pobladores panaderos como Pepito Román y Mariquita Santana, y algo más pausado sobre Pablito Ramírez y su horno con aljibe propio junto a la acequia de Fiol.
“Era un aljibe milagroso que siempre estaba lleno de agua gracias a las filtraciones generosas de la acequia de La Arquilla. Gracias a aquel aljibe al Tablero jamás le faltó el abasto si el pozo de Fiol se rompía”, recordó.
En la memoria de Juanito Vega, los campos llanos de El Tablero “sembrados de avena, cebada, trigo y centeno parecían un inmenso lago de oro, de espigas ondulantes movidas a capricho por los alisios, como parejas de enamorados entre susurros y caricias”.
Vega expresó que tras la siega, la trilla se hacía con burros y camellos en la era de Fiol, frete a La Gallanía, junto a la carretera de Los Olivos que conducía a las casas de La Orilla, y que la paja la aprovechaban las esposas y las madres para renovar los colchones.
Otro recuerdos de Juanito se centraron “en la primera habitación que en El Tablero se construyera para canteros y piqueros y para el almacenaje de herramientas y explosivos”, y también en “la segunda habitación, conocida por la ‘Casa Negra’, donde vivió el maestro Don Andrés Avelino Rodríguez, el primer habitante del pueblo, tras la construcción del Faro de Maspalomas”.
Entre los nombres propios que afloraron en el discurso del pregonero estuvo el de “Francisco Vega Pestana, el primer nacido y el primer concejal de El Tablero”, dijo, y el de Pinito Reyes, de quien recordó que muchos la consideraban “una santa porque instituyó la recogida de limosnas domiciliarias en imágenes que iban de casa en casa para que en su presencia se rezara el rosario”.
Entre las muchas anécdotas con las que articulo su pregón, Juanito recordó una vinculada a “la primera farmacia que se abrió en El Tablero y en todo Maspalomas hacia 1954, en la que fuera la antigua casa de Manolo Pestana, donde actuaba como ayudante Julián Álamo”.
Carmela Romano
También recordó como personajes populares del pueblo a las parteras Pepita Vega, Antoñita Pérez y Juanita Trujillo, y a Carmela Romano como “la principal capitana de los rumbosos Carnavales de El Tablero, que incluso contaban con una gran marcha del Carnaval hasta San Fernando por la antigua Carretera General”.
“Si los tiempos y tus memorias hablaran de tu persona, enmudecería el eco del viento y, la vida, sin duda ni demora, pondría cetro en tu mano y en tu cabeza corona como reina eterna del Carnaval de El Tablero”, le dedicó a Carmela Romano en tono poético el pregonero, que también recordó sobre ella media decena de anécdotas curiosas y risueñas que marcaron para siempre los cuentos y las risas vinculados a la Acequia de Quintana, donde las vecinas del pueblo lavaban la ropa.
En el anecdotario del pregonero destacó el “primer organista que tuvo Maspalomas, Don Matías Brito, natural de Fontanales, que asistía musicalmente a todas las bodas, bautizos, entierros y funerales. En un entierro, en vez del Requiem de Mozart se le fue el santo al cielo y comenzó a tocar el pasodoble Islas Canarias”.
En ese tono costumbrista y balsámico recordó también al vecino “Antonio Sánchez Perera ‘El Curro’, que fue el primer taxista pirata al servicio de los habitantes de Maspalomas”, y también a su mujer, Carmita ‘La Curra’, “fundadora de la primera casa de comida que hubo en Maspalomas, donde almorzaban los chóferes de Quintana, de Fiol y de Los Jorges cuando subían al Salobre, la Guardia Civil y también los policías municipales cuando venían desde Tirajana.
‘La Panadera’
Otra de las anécdotas poéticas y mágicas que marcó el pregón de Juanito versó sobre la carrera de cintas en bicicleta que se marcó en los tiempos de Franco y vestida de miliar la vecina aún viva Mercedes ‘La Panadera’, “que en un mismo día rompió dos absurdas y estúpidas reglas para la época: vestir de varón y montar en bicicleta”, durante unas fiestas del pueblo, que “para su procesión se adornaba con ramas de olivos y arcos de palma desde el almacén de Quintana hasta el patio de los Santanas”.
También tuvo recuerdos el pregonero para el boom económico de El Tablero como zona productora de tomates; para la desaparición del molino de aspas y su sustitución por uno eléctrico, y para La Sociedad de Pedro Vega Pestana, dedicada a desfile de variedades, proyecciones de cine y bailes; y para “la primera tienda de comestibles de Maspalomas en manos de Don Diego Santana Santana, que con su hijo Antonio y su nuera Carmela Sánchez se convirtió luego en tienda del reparto de los tiempos de Franco”.
El pregonero recordó que las fiestas de El Tablero estuvieron suspendidas durante unos cuantos años, y que “se restituyeron a finales de los años cincuenta siendo concejal del pueblo Francisco Santana Reyes, que también promovió la construcción de la primera iglesia”.
Recordó las representaciones teatrales de los Belenes vivientes y “la época dorada de la intelectualidad y la inquietud que mostraron los jóvenes de su generación y otros posteriores por las artes escénicas, artísticas y musicales”.
Juan Vega Valerón finalizó su pregón recordando a los vecinos ya definitivamente ausentes y deseando una celebración festiva alegre, amistosa, deportiva, fraternal y cívica, “bajo el amparo de la Santísima Trinidad”.
Fuente: gabinete de prensa de San Bartolomé de Tirajana
