La Ley del Suelo permitirá aprobar proyectos “a golpe de ocurrencia”
La Ley del Suelo de Canarias recoge una “espeluznante” figura denominada ‘proyectos de interés insular o autonómico’, definidos como instrumentos de ordenación territorial que pueden contener proyectos que no estén recogidos en ningún plan previo, y que podrán aprobarse “de forma autónoma y arbitraria, al margen de la opinión de los municipios y en casi cualquier tipo de suelo, salvo en los rústicos de protección ambiental y agraria, aunque este último con excepciones”, asegura Ben Magec-Ecologistas en Acción en una nota de prensa.
Se trata de proyectos que pueden abarcar actividades industriales, energéticas, turísticas, culturales, deportivas, sanitarias o de otra naturaleza, según la Ley.
Según Ben Magec-Ecologistas en Acción, esto significa que, de aprobarse, “se pueden ejecutar ocurrencias de casi cualquier tipo, o proyectos privados a golpe de cartera, tengan o no sentido dentro del modelo socioeconómico y la ordenación que se quiera para Canarias”. Añaden que, “entendemos que hay veces que el planeamiento no puede prever ni anticiparse a todo, pero nuestra experiencia nos dice que las excepciones se convierten, sistemáticamente, en la constante que permite colar todo tipo de irregularidades. Por eso, no creemos que tengamos garantías suficientes para confiar en que una medida como ésta no se convierta en la fórmula para dar vía libre a cualquier disparate que se quiera hacer con el territorio”.
Los ecologistas recuerdan que “la razón de hacer un plan territorial o sectorial previo a la aprobación de los proyectos debería ser, de aplicarse con rigor, la de poder de decidir colectivamente el modelo de desarrollo que queremos, ordenar el territorio atendiendo a sus múltiples valores y características, y ponderar el objeto del plan con la conservación de los recursos naturales y patrimoniales. Esto significa que, de no hacerse, podrían aprobarse proyectos sin tener en cuenta si se adecúan al conjunto del territorio, ni al modelo por el que se apuesta, ni siquiera si son deseables por parte de la población”.
Algunos de los proyectos que podrían llevarse a cabo son, por ejemplo, las centrales de biomasa, que, declarándose “de interés insular o autonómico”, ya no tendrían que someterse a la aprobación de ningún plan especial previo, y se podrían implantar sin problema en casi cualquier sitio.
Ben Magec – Ecologistas en Acción recuerda que hace ya casi una década paralizaron la aprobación del plan del Tren del Sur por no contar con su preceptivo plan de movilidad, que debía estudiar y decidir cómo gestionar las necesidades de desplazamiento en la isla. Para la Federación ecologista, “esto demuestra que, una vez más, el Gobierno de Canarias procura eliminar los obstáculos legales que va comprobando que le impiden obrar a su antojo, tal como hizo en el pasado reciente con el Catálogo de Especies Protegidas de Canarias”.