La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria se suma a los conciertos de Mosaico de Sonidos
Después de casi dos años trabajando la música como instrumento de desarrollo personal y de integración social, el proyecto Mosaico de Sonidos se materializará a partir de esta semana en 24 conciertos. Catorce orquestas sinfónicas y 228 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo mostrarán al público de 14 ciudades españolas conciertos únicos nacidos del programa de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS), Plena inclusión y la Fundación BBVA.
La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) ofrecerá su concierto Mosaico de Sonidos dentro de su temporada de abono el 3 de marzo en el Auditorio Alfredo Kraus, bajo la dirección del maestro Pablo González.
Mosaico de Sonidos comenzó a desarrollarse en marzo de 2015 por catorce orquestas sinfónicas y ocho federaciones autonómicas de Plena inclusión a través de talleres de creación sonora que lideraron 140 músicos y personal administrativo de las orquestas y en los que participaron 228 personas con discapacidad. La actividad se articuló en torno a La flor más grande del mundo, una composición de Emilio Aragón -que ha cedido su uso a este proyecto- y basada en el cuento homónimo del nobel de Literatura José Saramago. “Buscábamos una música que fuera a la vez muy positiva, alegre y fácil de asimilar”, explica Mikel Cañada, creador y coordinador de Mosaico de Sonidos, “y la encontramos en esta obra de Emilio Aragón, un compositor que siempre ha destacado por su sensibilidad social y que se prestó enseguida a colaborar con nosotros”.
El público podrá disfrutar de las piezas resultantes en la programación habitual de las catorce orquestas participantes. “No hemos querido que se trate de un concierto extraordinario. La integración social y la visibilidad de estas personas y sus capacidades se logran mejor en un concierto ordinario”, apunta Mikel Cañada. “En escena estarán las personas que han participado en la obra, tocando con la orquesta, integrados en la formación. Algunos usarán instrumentos no convencionales -caja, tubos sonoros que emiten una nota al girarlos o golpearlos-, otros instrumentos sencillos. Su actividad, como es natural, no exige una competencia excesiva, pero hay que hacerlo en el momento preciso y de la manera justa”. Por otra parte, al ser una música creada a partir de un cuento, hay margen para que cada orquesta trabaje con los participantes una parte actoral, de lectura, de danza, canto o artes plásticas.
Las orquestas participantes son: Orquesta Ciudad de Granada, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, Oviedo Filarmonía, Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, Orquesta Sinfónica de Tenerife, Orquesta Sinfónica de Castilla y León, Orquestra Simfònica del Vallés, Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, Orquesta Sinfónica de Euskadi, Orquesta Sinfónica de Bilbao, Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, Orquesta Sinfónica de Madrid y Orquesta Sinfónica de Navarra.
El proyecto incluye también la grabación de un documental por la directora Ángeles Muñiz. Este trabajo quiere contar la verdad del proceso y reflejar la creación en todas sus fases: las sesiones de trabajo, los talleres, los ensayos y, por supuesto, los conciertos.
Talleres de creación sonora
Durante año y medio, los talleres de creación sonora avanzaron en la integración y la creatividad de las personas con discapacidad intelectual, fundamentalmente adultos que participan en esta iniciativa de manera voluntaria y autónoma. “Lo paso genial porque para mí Mosaico es una experiencia nueva, donde aprendo muchas cosas, me aconsejan y conozco personas con mis mismas inquietudes que son la música y la danza”, comenta Mónica Tirado Montaña, de 26 años, una de las participantes en el proyecto. Para Javier Palacios Alonso, de 19 años, “es una actividad en la que crecemos como una semilla y es muy divertido”. Ambos están trabajando en el proyecto Mosaico en Asturias, con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) y Oviedo Filarmonía. En este taller, desarrollado en Oviedo, está de colíder John Falcone, fagot en la OSPA, quien adelanta que “Mosaico va a ser una gran experiencia para todos. Personalmente me gusta la oportunidad de conocer a todas estas personas, la oportunidad de hacer música con ellas porque tienen un talento extraordinario y una manera de expresarse muy potente. De cada taller salgo más satisfecho”.
Los talleres se desarrollaron alrededor de la obra de Emilio Aragón, “de modo que los participantes desarrollen microcomposiciones que se sumen a la obra original. Se trata de implicarles realmente en el proceso creativo. Al final, cada orquesta contará con una composición nueva, distinta en cada caso según haya sido el devenir de sus talleres: un verdadero y único mosaico de sonidos”, indica Mikel Cañada.
Formación previa
Para que las orquestas puedan desarrollar esta tarea de un modo eficaz, se han impartido cursos de formación a los que han asistido dos representantes de cada una de las agrupaciones sinfónicas implicadas. Allí han contado con el asesoramiento de musicoterapeutas, músicos con experiencia previa en este tipo de actividades, asociaciones de personas con discapacidad, actores que trabajan con estas personas, expertos en mediación cultural…
La experiencia previa de formaciones como la Orquesta Sinfónica de Euskadi revela que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo sienten “un hondo respeto hacia la música y una percepción profunda de la experiencia. Para una persona con estas dificultades los pequeños logros se amplifican. Según nos explican sus cuidadores habituales, pasar el arco por la cuerda de un violín puede ser lo más extraordinario que hayan hecho en los últimos meses”, indica Mikel Cañada.
Experiencia enriquecedora
Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, comenta sobre Mosaico que “dado que la Fundación BBVA siempre ha defendido que uno de los valores intrínsecos de la música es que ayuda a configurar la percepción estética y la sensibilidad colectiva, este proyecto nos sirve para poner esos valores al servicio de un bien común tan relevante como es la integración social de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Y es un lujo que quienes tomen las riendas del programa y acerquen la música a este colectivo sean los profesionales de nuestras orquestas sinfónicas”.
Por su parte, Ana Mateo, presidenta de AEOS, indica que “en la AEOS nos sentimos con el deber de trabajar en la inclusión a través de la creatividad y la interpretación, y de devolver a la sociedad una parte de lo que recibimos de ella. Por eso nos ilusiona mucho Mosaico de Sonidos. Pero también porque estamos convencidos de que las orquestas que participarán en esta primera edición recibirán algo muy importante de las personas con las que trabajarán durante los próximos meses. El camino que nos lleve hasta el concierto será una experiencia enriquecedora e inolvidable para todos los que participemos en ella.”
Para Juan Pérez, vicepresidente de Plena inclusión, “Mosaico de Sonidos contribuye a construir una sociedad donde las personas con discapacidad intelectual y el mundo de la música apuestan por la creación de entornos de inclusión desde el arte y los valores humanos”. Y ha hecho hincapié en lo que aporta a los participantes y su entorno: “A través de este proyecto desarrollan esa parte de inteligencia musical que todos llevamos dentro, obtienen una alternativa a la comunicación tradicional, cultivan estados de ánimos placenteros y les ayuda a reproducir recuerdos que tenían ya olvidados y asocian a la música”.
AEOS es una asociación sin ánimo de lucro creada en 1993, que agrupa a 27 orquestas sinfónicas: 25 profesionales y 2 orquestas de jóvenes. AEOS tiene por objeto promover iniciativas que favorezcan la cooperación entre sus orquestas integrantes, la comunicación cultural entre las comunidades autónomas, el apoyo a proyectos de índole social y la promoción y difusión de la creación musical española.
Plena inclusión es una entidad sin ánimo de lucro y declarada de utilidad pública cuya misión es contribuir, desde su compromiso ético, con apoyos y oportunidades para que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y su familia, puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como a promover su inclusión como ciudadanos de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria.
El programa de Cultura de la Fundación BBVA dedica especial atención a la música, con una variada tipología de actividades que incluye ciclos de conciertos, encargos de composición, grabación de obras en CD y DVD, formación de jóvenes intérpretes, seminarios especializados sobre gestión y desarrollo de las orquestas, ayudas a creadores culturales en el ámbito de la música y la ópera, el apoyo a teatros y formaciones sinfónicas y el reconocimiento a la excelencia a través de diversos premios.