La pobreza en Santa Lucía de Tirajana
MasNews -Maspalomas News se hace eco de una interesante noticia publicada en las redes sociales por el Círculo Podemos de Santa Lucía de Tirajana.
En Santa Lucía seguimos inmerso en la crisis económica, pero sobre todo en una gran crisis social, porque son muchas las personas que no perciben ningún tipo de renta y que sobreviven gracias a la caridad de las gentes, de familiares y amigos, que sin poder mucho, comparten parte de su pobreza.
Estamos novenos por la cola de los municipios de más de 50.000 habitantes en cuanto a renta media que está en algo más de 20.000 euros/habitante. Es renta media. Lo cual significa que es la suma de toda la renta de los habitantes del municipio que se divide por el número de habitantes. Teniendo en cuenta que la tasa de paro está cerca del 40%, o sea unas 28.000 personas en busca activa de empleo, y de los cuales, una buena parte no perciben ningún tipo de prestación, más los menores que también suman en el divisor, y el hecho de que la renta de la mayoría apenas roza los 1.000 euros/mes, es fácil deducir que ese cociente de algo más de 20.000 euros anuales/persona se debe a que hay una minoría que concentra la mayor parte de la renta. Es decir, que la brecha salarial también se da a escalas menores de la economía.
Pero centrémonos en esa gente que no perciben ningún tipo de renta o prestación, que son muchas más de lo que imaginamos. En especial, las personas que viven solas. Por el sólo hecho de que no tienen nadie a su cargo, ya quedan excluidos de cualquier servicio social, o se les atiende temporalmente. Gente con muy pocas posibilidades de conseguir trabajo por la edad. Que no tienen ni siquiera donde dormir, porque tienen un subsidio que apenas les da para comer, pero que no puede costearse un alquiler, ya no de un piso, sino, ni siquiera una habitación. O los que viven en su casa y les cortan el agua y la luz.
Estas personas tienen derecho a un mínimo de dignidad. Sin embargo, el Ayuntamiento de Santa Lucía, se gasta una buena parte del presupuesto en comodidades para los que mejor están. Se hace necesario humanizar las instituciones. Ponerlas al servicio de la gente. De toda la gente. Que nadie se quede atrás, en la medida que estén dispuestas a contribuir a mejorar su vida, y, por ende, la de los demás.
