La preocupante delgadez de la Administración Pública
15 de Septiembre de 2008, Lehman Brothes anuncia su quiebra. Una crisis mundial comienza con efectos especialmente adversos para la economía española. 12 de abril de 2012, se aprueba en España la Ley de Estabilidad Presupuestaria con el apoyo del PP, CiU y UpyD. Con su aprobación se empiezan a usar términos en España como techo de gasto o regla de gasto, lo que impide a las Administraciones Públicas endeudarse y llevar a cabo proyectos que pongan en peligro su sostenibilidad económica. Hasta ahí bien. La ley de estabilidad presupuestaria añadía, también, otros extremos como la prohibición del uso del superávit, mucho más dañino para las Administraciones Públicas de todo el país y que perjudicaba gravemente a aquellos que habían hecho las cosas bien.
Dos años antes, junto a los presupuestos, se empiezan a aprobar tasas de reposición por debajo del 100%. Antes de continuar, la tasa de reposición marca el porcentaje de empleados que pueden ingresar en la Administración en función de las bajas que se hayan producido. Es decir, si se jubilan 10 empleados, pueden entrar x empleados. A continuación vemos el histórico de la tasa de reposición en España.
¿Esto qué quiere decir? Que entre 2011 y 2015 por cada 10 personas que se jubilaban entraba 1 nuevo empleado. Si no se te llegaban a jubilar 10 y cada año se jubilaban 2 o 3 no reponías. ¿Resultado general? La administración pierde 115.000 empleados en diez años. Si los grandes gestores de la derecha tomaban este tipo de decisiones es porque todo hacía indicar que nuestra Administración era demasiado grande. Sin embargo, les dejo por aquí una comparativa del empleo público en relación con la población de cada país de la UE. Sí, estamos 3 puntos porcentuales por debajo de la Union Europea y más de 10 puntos porcentuales por debajo de Dinamarca, ejemplo cuando nos interesa.
Lo lógico sería pensar que una disminución de 115 mil empleados conllevaría una disminución del gasto público y una mejora de la eficiencia. Sin embargo, nos encontramos con calles más sucias, jardines menos cuidados y profesores y personal de escuelas infantiles, comedores, limpieza, etc. que no paran de manifestarse por toda España porque la empresa a la que hemos externalizado el servicio no les paga o les hace trabajar en condiciones precarias. Es decir, lo que antes le pagabamos a trabajadores de la Administración Pública con seguridad laboral y un empleo digno ahora se lo pagamos a una gran empresa privada que para mejorar sus beneficios hace el mismo trabajo con menos empleados y en peores condiciones. En este sentido valga de ejemplo un botón, el servicio de jardinería de mi municipio, Santa Brígida, ha pasado de 10 empleados a 3 (si no estoy equivocado y son menos) en estos 10 años, con la consiguiente pérdida de calidad y la más que probable externalización.
Y la pregunta es, ¿nos sale rentable externalizar o estamos adelgazando innecesariamente la administración y no llegamos a prestar los servicios necesarios?. Para mi, la respuesta es clara, estamos perdiendo capacidad de respuesta, estamos perdiendo calidad de vida y parece que nadie lo va a resolver. Ahora los responsables de todo esto se quejan de que no tienen medios en las Administraciones Públicas. Bendito sea dios.
Acertada ,bien fundamentada y valiente tu reflexión ,Estimado Carlos.
Ya ,los herederos de los políticos de esas decisiones inapropiadas tomadas en legislaturas anteriores, están sacando pecho(como hacen los gallos de pelea) para evitar la aprobación de los presupuestos generales del estado.. Esos que se dicen patriotas y salva patrias, están dispuestos a que los ciudadanos de este país y,máxime en estos momentos tan duros,lo pasen aún peor; Todo vale , siempre que ellos saquen posible rédito político futuro, a consta de paralizar o agravar la calidad de los distintos servicios públicos.
Un abrazo y muchas gracias por tu implicación
José Luis Navarro Pérez