Antonio Morales ratifica que el 99% de las aguas de Gran Canaria se depuran
El presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, ratificó hoy, “faltaría más”, que la Gran Canaria depura el 99 por ciento de sus aguas y pide al Gobierno canario que no mezcle estar pendientes de una autorización con que el agua vertida al mar no sea limpia, porque de hecho es la que sobra de regar plantaciones.
“Se han rasgado las vestiduras porque Gran Canaria depura el 99 de sus aguas, yo pensé que se iban a sentir orgullosos de que una isla cumpliera con su obligación y no contamine el mar”, manifestó.
Morales consideró que el presidente autonómico, Fernando Clavijo, y la consejera de Medio Ambiente, Nieves Lady Barreto, “deben defender al conjunto de la tierra, Gran canaria ha cumplido con sus obligaciones, y no solo este gobierno insular, sino todos los anteriores”, ya que el trabajo para lograr ser “vanguardia” en depuración comenzó en los años ochenta.
El Gobierno canario dice que el 70 por ciento de los vertidos no están autorizados, prosiguió, lo que de ser así no implica que no estén depuradas, “en absoluto”, de hecho documentos del propio Gobierno de Canarias califican de excelentes las aguas de Bocabarranco, citó como ejemplo, una playa que está pendiente de un emisario que lleve las aguas a kilómetro y medio después de que una rotura produjera que se vierta a 350 metros.
Tanto es así, que el Gobierno canario no aporta dato alguno ni prueba de que las aguas vertidas en Gran Canaria no sean aguas limpias, porque de ser así además estaría obligado a abrir un expediente sancionador, e incluso también la Fiscalía, como ha hecho en otros casos en la Isla, apuntó.
Los expedientes de los que habla son procedimientos administrativos en tramitación por correcciones técnicas ya realizadas por el Cabildo y ya en manos del Gobierno canario relacionados con asuntos menores, como en el caso de Pérez Galdós, donde falta acreditar la titularidad del emisario, e instalar una arqueta, cuestiones “que nada tienen que ver con que el agua no esté depurada”.
En cuanto a que Jinámar vierta al mar más agua de la autorizada, otro de los casos citados, ello sigue sin implicar que sea sin depurar, sino que la autorización tramitada en su momento por el propio Gobierno canario, que construyó la instalación, no previó el caudal actual debido al crecimiento poblacional. Y de hecho también está en tramitación la nueva autorización
“A ver si que falte una arqueta va a ser lo mismo que tirar 57 millones de litros de aguas fecales al mar”, exclamó Morales, quien concluyó que “el 99 por ciento de las aguas de Gran Canaria se tratan, y esa es la realidad”.