¡No todo vale!
Nos hemos enterado por la prensa que la fundación Yrichen es la entidad gestora del proyecto del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana “Unidad de Atención a las adicciones” (UAD), que se va a situar en un remodelado edificio de El Tablero de Maspalomas.
Me alegro, por una parte, si ello va a mejorar las vidas de personas y de familias. Reconozco el esfuerzo realizado durante años por las y los profesionales y personas voluntarias de Yrichen.
Me indigna la utilización, por parte del grupo de gobierno de AV-PP, de la historia y del esfuerzo de Yrichen para adornar la fachada de su gestión de cara a las próximas elecciones locales. Y también me sigue indignando que se tenga que aceptar esta utilización por parte de entidades sociales para poder realizar determinados trabajos en favor de la comunidad.
No. No todo vale
Porque, mientras este grupo de gobierno mantiene abandonadas las necesidades básicas de los distintos barrios del municipio; mientras está permitiendo, al menos con su silencio, la entrada del gas en el municipio; mientras alienta un desarrollo turístico depredador y al servicio de los intereses económicos de unos pocos; mientras mantiene bajo control férreo a las distintas Asociaciones de Vecinos; mientras mantiene y fomenta la privatización / externalización de los servicios públicos municipales; mientras se ampara en la Ley del Suelo para permitir la construcción de apartamentos en el palmeral del Oasis en contra de una resolución judicial; mientras mantiene cerradas todas las puertas a una participación ciudadana real en la toma de decisiones que afectan a la vida de las vecinas y vecinos del municipio….va desplegando una serie de falsas pantallas de buena imagen con carrozas y cabalgatas en la zona turística, pone nombres grandilocuentes a “ciudades deportivas” o utiliza a entidades con reconocido prestigio social y las necesidades de atención de una parte muy desatendida de la población…
No. No todo vale
Por eso seguimos en la calle muchos colectivos sociales. Para que nadie siga jugando con nuestros derechos y aprovechándose de nuestras necesidades para medrar política y personalmente.
No. No todo vale.