Harry el sucio: las luces y las sombras de la Policía Local de Mogán
MasNews -Raro es el moganero o moganera que no conoce la trayectoria laboral del policía local de Mogán, Paco Artiles, o la noticia sobre su doble detención y encarcelamiento por quebrantamiento de condena, pocas horas después de abandonar los juzgados de San Bartolomé de Tirajana donde fue condenado a 10 meses de prisión e inhabilitación por encañonar con su pistola reglamentaria a tres ciudadanos en un centro comercial de Puerto Rico.
Algunos podrían entender que esta acción -por la que se le ha juzgado y condenado- es una más de tantas; sin embargo, quedarnos ahí, en la superficie, sería un insulto a la inteligencia y a la verdad.
En este intento de arrojar luces sobre este caso es inevitable no hacer referencia a otro episodio que forma parte -como el nterior- de la galería de sombras de la Policía Local de Mogán, y cuyo protagonista no es Paco Artiles sino otros dos agentes en activo con condena en primera instancia por agredir “supuestamente” a un ciudadano magrebí, y pendientes de otro juicio por propinar “supuestamente” una paliza a un ciudadano senegalés.
Hecho este recordatorio, nos encontramos ante dos casos que invitan, como poco, a la censura de las conductas de estos agentes.
Pocas luces
¿Cómo han actuado los responsables políticos ante ambas situaciones?
El sentido común dicta que ante iguales o similares actuaciones deben ejercitarse los mismos reproches, aunque la realidad de la política de Mogán, que preside el alcalde del PP Francisco González, jefe máximo y ultimo responsable de todo el personal que forma parte de la plantilla del Ayuntamiento, muestra que en la Policía Local de Mogán existe una doble vara de medir. Es precisamente en esta forma de mandar, o gestionar los intereses de todos los moganeros donde podría encontrase el origen de todos los males de este cuerpo de seguridad municipal.
Y muchas sombras
Paco Artiles, apodado Harry el sucio, fue absuelto tras “encañonar” a otros dos agentes, Gilberto y Carlos (hijo del concejal del grupo de gobierno del PP Silverio Hernández), implicados a su vez en la agresión al ciudadano senegalés y al ciudadano magrebí. La sentencia se dictó después demostrar la presión que ejercían sobre Paco Artiles los dos policías locales.
Políticos de cuarta división
Entonces, el grupo de gobierno del PP de Mogán adoptó medidas cautelares contra Paco Artiles suspendiéndolo de empleo y sueldo. Sin embargo, el mismo equipo conservador aplicó una vara de medir distinta a los policías implicados en las “supuestas” agresiones al senegales y al magrebí: no hubo suspensión de empleo, retirada de sueldo o alguna otra medida cautelar contra ellos, a pesar de que se hiciera público el video en el que se constataba la agresión del agente Gilberto sobre el ciudadano senegalés. Todo se resolvió con la apertura de un expediente informativo.
Ahora, una vez expuesta esta “doble vara de medir”, quién no la sitúa como uno de los principales problemas de la Policía Local de Mogán. ¿Cómo puede haber trabajadores municipales motivados para el ejercicio de sus funciones públicas conociendo el sistema de “reparto de bendiciones” y la “inactividad extrema” de los representantes políticos moganeros?
Asimismo, es evidente que el primer edil de Mogán tiene algo que decir en todo este embrollo, sobre todo si recordamos aquel famoso artículo de Canarias7 (1 de abril de 2008) titulado El alcalde a un policía: “Mira para otro lado, simplemente”, e ilustrado con una foto a todo color del mandatario municipal quien, según las investigaciones del caso Góndola, intercedía a favor de un conocido.
El gran problema de la Policía Local de Mogán, no se llama Paco Artiles, Carlos o Gilberto, se llama políticos de cuarta división que deben marcharse para siempre.
Por cierto, si recordamos las películas de Harry el sucio, el policía Callahan no era sucio por injusto sino por aceptar y hacer a su manera los trabajos más penosos.
Mogán tiene muchos problemas como cualquier otro municipio. Pero, el problema principal de Mogán es una población que consiente por acción u omisión todas las injusticias que se cometen de forma sistemática en nuestro municipio. La cuestión principal es: ¿Por qué el soberano lo consiente?..Seguro que si analizamos en profundidad y somos HONRADOS hasta vernos hermosos en el espejo de nuestra conciencia. Seguro que reconoceremos que el problema no es del alcalde, o gobierno de turno. El origen del problema somos nosotros. Lo que ocurre, es que es más fácil echarle la culpa a los demás que reconocer nuestra culpabilidad.
Imitamos a nuestros “políticos”, así nos va.
O cambiamos nuestra forma de pensar, y especialmente nuestra forma de actuar, o esto seguirá igual. Todo depende de nosotras. Si queremos, PODEMOS.