Estamos en pie de guerra por nuestros derechos y los de todos los trabajadores
Otra vez estamos en las calles. Quién nos lo iba a decir, compañeras y compañeros. Estuvimos en los años 70, pidiendo libertad y amnistía; estuvimos en los 80, protestando contra el golpe de estado de Tejero; estuvimos en los 90 en las primeras huelgas generales de la democracia, cuando ya algunos intuíamos que las cosas se estaban torciendo; estuvimos hace quince años, gritando no a la guerra…. Y ahora, después de tantos años y tantas luchas, volvemos a estar aquí, en la calle, bajo el sol, defendiendo unas pensiones dignas para nosotros y nosotras, para nuestros hijos y nietos, para todas y todos los pensionistas futuros.
¿Por qué estamos aquí?.– Estamos aquí representando a las jubiladas y jubilados que perciben menos del salario mínimo, a las que no llegan a fin de mes, como la señora de 83 años que hace unos días acudía a un convento de monjas a pedir un poco de leche y pan para calmar su hambre, a las que perciben pensiones no contributivas por debajo de los 350 euros mensuales.
Estamos aquí defendiendo al 70% de jóvenes entre 20 y 24 años que no encuentran trabajo y, por tanto, no cotizan, y al 73% de los que, trabajando, empatan empleos precarios y mal pagados con otros más precarios y peor pagados; unos y otros condenados a recibir en el futuro pensiones de miseria.
Estamos aquí representando a los parados de larga duración que ya no reciben prestaciones de desempleo y a las viudas, a quienes el Gobierno lleva seis años negando la subida de sus pensiones, contra lo dispuesto legalmente, y ahora Rajoy dice que las va a subir este año para acallar nuestras protestas.
Estamos aquí para denunciar la inicua brecha salarial y de pensiones que sufren las mujeres en nuestro país…
Como los árboles.– Nos querían en los bancos de las plazas, dando de comer a las palomas, o jugando a las cartas en los centros que llaman de “la tercera edad”. Nos querían aburridos y tranquilos, sin hacer otro ruido que el de las fichas de dominó al estrellarlas contra las mesas. Así podían robarnos fácil e impunemente, como han estado haciendo hasta ahora.
Pero los mayores de este país somos como los árboles de los que nos habla una antigua leyenda celta. Las encinas y los robles centenarios pasaron siglos soportando las agresiones de los hombres hasta que un día se rebelaron, salieron de los bosques y atacaron y destruyeron aldeas y ciudades. También los pensionistas hemos aguantado mucho. Hemos rumiado demasiado nuestros problemas. Tenemos incluso el estigma político de ser con nuestros votos los principales sostenedores del Gobierno del PP. No importa si nos han engañado una o varias veces, pero sí que nos sigan engañando indefinidamente.
El Gobierno de las élites sólo obedece a un señor: El capital. Por debajo estamos los peones, con derechos formales que son vulnerados en beneficio de los de arriba. La tan cacareada salida de la crisis es el ejemplo más claro: Los bancos y los grandes consorcios empresariales sí que han salido, acumulan cada vez más riqueza en la misma proporción en que trabajadores y pensionistas nos despeñamos cada día más por el abismo de la pobreza. Su riqueza se nutre de la que perdemos nosotros, de la que nos roban a nosotros.
Pero ya está bien, nuestra capacidad de aguante se ha agotado. En estos momentos las y los pensionistas estamos tomando las calles en más de 150 ciudades y en muchísimos pueblos rurales del Estado. En Canarias, además de aquí, hay movilizaciones en La Palma, El Hierro, La Gomera, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Los pensionistas de las siete islas demandamos nuestras justas reivindicaciones que van más allá del 0,25% y de la anulación del nefasto factor de sostenibilidad de las pensiones.
Festival de cinismo.– La comparecencia del presidente Rajoy el pasado miércoles en el Congreso fue un festival de cinismo y prepotencia, una prueba definitiva del desprecio que este Gobierno de corruptos y ladrones siente hacia los intereses del pueblo. Con el apoyo de Ciudadanos, el Gobierno ha vetado en estos dos años cincuenta propuestas e iniciativas legislativas de la oposición, entre ellas varias proposiciones de ley favorables a los pensionistas. Mientras el PP continúe en el poder las cosas seguirán igual.
Responsabilidad histórica del PSOE.– El Partido Socialista tiene una enorme responsabilidad histórica. Le emplazamos a que presente de una vez la necesaria moción de censura que haga posible el cambio. En estos momentos sigue habiendo mayoría en el Congreso para echar a Rajoy y su banda. Sólo con un gobierno de progreso, como el que existe en Portugal, habrá posibilidades de mejorar la situación de las clases subalternas.
En esa tarea estaremos los pensionistas, que no cejaremos en la lucha hasta que se abra un debate social horizontal sobre el sostenimiento del sistema público de pensiones, debate en el que la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones sea un interlocutor válido.
Nuestras convicciones y nuestra unidad nos dan fuerzas para sostener nuestra dignidad y la dignidad no se negocia, se defiende con uñas y dientes donde haga falta, en la calle y en las instituciones.
Las viejas y los viejos somos como los árboles de la leyenda, tardamos en movernos porque nuestras raíces son profundas, pero cuando nos ponemos en pie de guerra no paramos hasta vencer. Y ahora estamos en guerra por nuestros derechos y los de todos los trabajadores y trabajadoras.
¡¡¡Y esta guerra la vamos a ganar!!!
