“Queridos Reyes Magos…”
Queridos Reyes Magos, son tantas las cosas que deseo para mi ciudad que no sé por dónde empezar.
Quiero una ciudad limpia, libre de atascos, en la que todos sus vecinos tengan cubiertas sus necesidades básicas. Quiero un litoral para disfrute de todos, incluidos nuestros peces, y quiero que se pinte de verde tanto gris que tenemos. Quiero una ciudad amigable para nuestros mayores, con espacios y mobiliario urbano que puedan disfrutar. Quiero que todos y cada uno de sus barrios aprueben en infraestructuras, servicios, paisaje urbano, y espacios de ocio y deporte. Quiero una ciudad conectada y accesible, donde todos juguemos en la misma liga.
También pido al grupo de gobierno que escuche a la oposición, que no nos rechacen nuestros proyectos sin ninguna fundamentación. Todos buscamos lo mejor para esta ciudad.
Creo que merezco que se cumplan mis deseos. Mis compañeros de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y yo nos hemos portado bien este año. Hemos cumplido con nuestras tareas, presentando más de 20 mociones y otras tantas preguntas y ruegos. Nos hemos reunido con nuestros vecinos, con asociaciones, y hemos trasladado sus inquietudes, sus quejas, que también son las nuestras. Hemos denunciado lo malo para esta ciudad, pero también hemos colaborado en lo que le beneficia. Hemos felicitado públicamente a los que lo han hecho bien y recriminado a los que no lo han hecho tan bien.
No quiero más Grinch tricolor que, aunque no nos roba los regalos y adornos de Navidad, sí frena el avance de esta ciudad. Que comienza la casa por el tejado y termina derrumbándose, o hundiendo sus calles. Que en lugar de gastar nuestro dinero en mejoras, lo guarda y nos pide más. Que en vez de escuchar a los vecinos, les impone su criterio, incluso cuando no está capacitado para ello. Que nos cambia árboles por macetones. Que prefiere ponerle aros a las palmeras, antes de limpiar sus alcantarillas de ratas y suciedad. Que prefiere escaleras mecánicas paradas antes de contratar mantenimiento. Que pone en peligro a sus vecinos al no podar los pocos árboles que nos quedan.
Queridos Reyes Magos, concédanme mis deseos y libren a esta ciudad de ese Grinch que impide el progreso de Las Palmas de Gran Canaria.