El Cabildo de Gran Canaria recrea una sombrerería de principios del siglo XX en el Faro de Maspalomas
- La exposición temporal muestra una tienda, el salón de espera de los clientes y el taller donde los artesanos confeccionaban los sombreros
- El desarrollo de la industria sombrerera en la isla se remonta al siglo XVII y tuvo su apogeo en el XVIII y XIX
El Cabildo de Gran Canaria ha convertido una de las salas del Faro de Maspalomas en una sombrerería de la primera mitad del siglo XX para mostrar cómo era recibido el cliente y el salón en el que esperaba para tomarle medidas o para entregarle un encargo, además de la trastienda que acogía el taller.
Esta nueva exposición sustituye a la de innovación en artesanía que albergaba el recinto del sur de la isla desde su reapertura, el pasado mes de febrero, mientras que en otra de las salas continúa la exposición fija sobre la casa tradicional de Gran Canaria, explicó la consejera de Artesanía, Minerva Alonso.
La muestra sobre la sombrerería forma parte de la programación del Cabildo de Gran Canaria en el Faro de Maspalomas hasta que sea adjudicado el proyecto museístico y permite conocer la importancia que tuvo esta floreciente industria en la Iila, que se remonta al siglo XVII y tuvo su momento de máximo esplendor en el XVIII y XIX.
Y es que el sombrero de fieltro fue una prenda habitual e imprescindible en la vestimenta de la población hasta el primer cuarto del siglo XX, por lo que diferentes municipios acogieron talleres artesanos especializados en la confección, reparación y lavado para satisfacer la alta demanda.
Estos artesanos empleaban como material el fieltro preparado con pelo de distintos animales, preferentemente de conejo, y confeccionaban una amplia variedad de modelos según las medidas y preferencias de los clientes.
Con el paso del tiempo, los sombreros de fieltro fueron denominados por la población insular con el nombre de cachorro para diferenciarlo de los elaborados con fibras vegetales, y a los artesanos que los confeccionaban y vendían de forma ambulante les llamaban los cachorreros.
La decadencia de esta actividad comienza a hacerse visible a principios del siglo pasado, agudizándose en la década de los años treinta, hasta su desaparición. Entre las posibles causas del abandono está la implantación y posterior generalización del uso de pieles preparadas industrialmente, es decir, de materiales sintéticos, además del cambio de moda en el uso del sombrero como prenda de vestir. Actualmente, solo algunos campesinos utilizan el simbólico cachorro canario.
Esta exposición puede visitarse de lunes a domingos de 10’30 a 17’00 horas para recuperar del olvido la sombrerería y para que grancanarios y turistas descubran cómo eran los comercios de antaño y la gran variedad de modelos de sombreros que realizaban los artesanos.