“Una derivación descarada que no mejora nada”
En una conversación entre profesionales del ámbito sanitario, las compañeras debaten sobre las pretensiones del Gobierno y la Consejería de Sanidad en su gestión. Los últimos datos ofrecidos, en los que aseguran que la lista de espera se ha reducido en un 5%, no saben ni de dónde los sacan. Desgraciadamente, este no es un tema nuevo de conversación, lleva debatiéndose muchos años, demasiados; Si médicos y médicas tienen cupos de 1.500 pacientes en Atención Primaria, llegando a atender en un solo turno a más de 50 personas, ¿cómo se puede ofrecer un servicio decente cuando tienes 6 minutos por paciente? La Atención Primaria es la encargada de la prevención y promoción de salud y con esos cupos sólo pueden dedicarse al asistencialismo, puro y duro. He ahí el primer gran problema.
Miles de personas en las islas han optado, cansadas de que jueguen con su salud, por pasarse a la sanidad privada porque ya no pueden más: “Solo de pensar lo que hubiera tardado la sanidad pública en detectarme la hernia, me sale otra”. Desde el año 2009 hasta el 2015, los servicios sanitarios de Canarias han sido los peores de toda España y estos últimos tres años han ganado por goleada, son oficialmente los peores. No sé qué pasa en esta tierra, que solo batimos récords turísticos y de miserias sociales.
Según los datos de la propia Consejería de Sanidad, presidida por el ex-gerente de uno de los hospitales privados más importantes de Canarias, no lo olvidemos, casi un 34% de las intervenciones quirúrgicas se realizan fuera del Servicio Canario de Salud, pagado con fondos públicos. El archipiélago es, según datos del Ministerio de Sanidad, la comunidad autónoma donde más tiempo se espera para una intervención quirúrgica o para una consulta del especialista. Y, si es cierto que han mejorado esas listas de espera, pues esperamos que las publiquen, por especialidades. Podemos ya ha exigido en varias ocasiones al Gobierno de Canarias que sea transparente, que publique aquello que promociona con datos oficiales de una vez.
Y no lo decimos nosotros, los y las profesionales, tras la publicación de estos datos, calificados como “campaña de marketing”, han visto en la falta de transparencia en estas listas de espera un trasfondo muy turbio. No olvidemos que se ha logrado recurriendo a medios privados con financiación pública. Esto alarga el deterioro del sistema público. Están potenciado con dinero público el negocio de la sanidad privada.
Las derivaciones a la sanidad privada han aumentado con un descaro desmedido y, ¿para qué?, ¿acaso ha mejorado la atención? La gente sigue sufriendo las listas de espera para intervenciones, los meses para una consulta con los profesionales especialistas y sobre todo, un empeoramiento de su salud. Los y las profesionales denuncian las citas para el 2021 y esperas quirúrgicas de mucho más que entre 90 y 150 días (tiempos máximos de acceso garantizados según patología).
¿Cómo juegan así con la vida de la gente? El presupuesto de la comunidad autónoma para la Sanidad en 2017 invirtió 270 millones de euros en la sanidad privada, solo por detrás de las grandes urbes como son Cataluña y Madrid. Es una vergüenza ver cómo aparcan las ambulancias públicas en los hospitales privados para que los pacientes sean atendidos y luego ese mismo paciente se deriva a la pública.
Faltan especialistas y no se cumplen los ratios de profesionales sanitarios en estas islas. No se invierte en infraestructuras desde hace muchos años. La solución que pasa por la privatización del servicio no mejora en nada el futuro de la sanidad pública, si no se invierte y mejora lo público es la gente la que al final, sale escaldada. ¿Cuándo lo entenderán? Nunca se ha hecho ningún estudio para saber si realmente sale más barato derivar a la concertada en vez de invertir en infraestructuras y contratación de personal. No se hacen políticas sanitarias a largo plazo. Podemos Canarias pedirá este estudio que seguro saca los colores a más de un político que actualmente se beneficia directamente de los conciertos sanitarios.
El índice de satisfacción de la sanidad es un 5,2 de 10 y, aun así, un tercio de quienes tienen seguro privado prefiere, aun pagándolo, ir ala sanidad pública. Porque se saben mejor atendidos, porque saben de la calidad de los y las profesionales en la pública.
Los trabajadores y trabajadoras de la privada sufren las miserias de este sector que estamos financiando, gracias a las acciones del gobierno en minoría de Coalición Canaria. Los profesionales sanitarios de la privada se encuentran en una precariedad extrema, por ejemplo con enfermeras que cobran 800 euros y profesionales de Rayos que cobran 900 euros. ¿Y esta vergüenza que está pagando y permitiendo el señor Baltar? ¿Qué pasó con la nueva ley de contratos públicos, que se supone lucha contra la precariedad laboral, más aun en la subcontratación?
Los profesionales del sector reciben menores retribuciones, en ambulancias se obliga a los trabajadores por parte de las empresas con conciertos, a estar como autónomos, pagándose hasta los uniformes. Y el propio TSJC reconoció la laboralidad de las relaciones en un pleito que ha involucrado a seis empresas privadas y al Servicio Canario de Salud por permitirlo. Ya está bien.
Se ríen de la gente. Se ríen de los pacientes y de los profesionales trabajadores del sector. Ya está bien señor Clavijo, el próximo curso abrirá usted la campaña electoral para ser reelegido, la verdad que tiene mucho ego si después del desastre de gobierno que ha dirigido se cree con posibilidades de hacer una segunda parte. Pero mire, aproveche esa campaña y mejore la atención sanitaria de los canarios y canarias, hágalo al menos para sacarle el rédito electoral.