Una isla que responde
La pasada semana, el jueves 28 y el viernes 29 de octubre, tuvo lugar en el Cabildo de Gran Canaria el debate sobre el Estado de la Isla, debate que sirve para deliberar sobre la orientación general de la política insular y, en este caso, para repasar el primer año de trabajo de este mandato. Aún hoy, ocho meses después del inicio de la propagación de la COVID-19 en España y Canarias, afrontamos el debate en una situación excepcionalmente dolorosa, con una realidad sanitaria, económica y social muy deteriorada a causa de una pandemia que ha generado gravísimos daños a nuestra gente. En realidad a todo el planeta. Esta tragedia colectiva se ha llevado una gran cantidad de vidas humanas y ha paralizado la actividad económica. Las consecuencias sociales se concretan en un mayor empobrecimiento y vulnerabilidad de nuestra población y la de todos los países del mundo.
Comencé mi valoración con un sentido recuerdo para todas las víctimas y sus familias, convencido de que manifiesto un sentir unánime del Cabildo de Gran Canaria. También expresé el homenaje más sincero a las personas que prestan un servicio público y profesionales de la sanidad, la seguridad, la educación, los cuidados, la atención sociosanitaria y los servicios públicos esenciales en general, que están sosteniendo el funcionamiento de esta sociedad en condiciones muy severas y a veces poco reconocidas. Y desde luego, tiene que hacerse extensivo también a los sectores sociales y económicos privados que han afrontado con rigor y sacrificio estos duros momentos manteniendo la actividad social y económica.
Iniciamos el nuevo mandato con la consecución de un hito histórico para la isla: la declaración de la UNESCO como Patrimonio Mundial a Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria. Nos llenó a todos de orgullo. Se recogía el fruto del trabajo de tantas personas para trasladar al mundo la obligación de proteger el legado de nuestra gente. Nos empañaron pronto esta alegría tres incendios muy graves ocurridos en agosto de 2019 y principios de 2020 que pusieron en peligro la vida de miles de mujeres y hombres de Gran Canaria y provocaron una afección importante en nuestro territorio. Y cuando habíamos recuperado el aliento, respondido con profesionalidad y solidaridad a la emergencia, atendiendo a la mayoría de las personas afectadas y recuperando las heridas en empresas y producciones agrícolas y ganaderas, sobrevino la pandemia que destrozó todas las previsiones.
Y en estas circunstancias el Cabildo de Gran Canaria ha estado al lado de toda la población que sufre esta adversidad desde el primer momento. En el análisis de las innumerables actuaciones realizadas emerge un Cabildo sensible que prioriza las políticas de cuidados de las personas, especialmente las más vulnerables, que apuesta por volcarse en una acción inversora como motor de la recuperación, poniendo en circulación todas las disponibilidades presupuestarias. Al mismo tiempo organiza y refuerza sus servicios y la atención en los centros de su competencia con el mayor rigor sanitario en beneficio de los usuarios y de todo el personal de la institución. Aquí debo hacer un reconocimiento público al trabajo profesional y responsable de toda la plantilla insular que trabaje en el centro donde trabaje lo está haciendo con un compromiso de servicio público y de humanidad que nos debe llenar de satisfacción.
De manera inmediata, en los dos primeros meses se activaron acciones para reducir los efectos del COVID19 por un valor de más de 60 millones de euros que llegaron rápidamente a las personas más afectadas. En el total de 49 medidas sociales implementadas quiero destacar que hemos incrementado y agilizado las ayudas de emergencia social a los municipios por una cantidad superior a los 6.5 millones de euros. La mayoría de ayuntamientos nos han manifestado que esta colaboración ha sido fundamental para cubrir el incremento de demandas que han recibido. Recientemente hemos aprobado el incremento de ayudas a las organizaciones que están apoyando con alimentos a familias sin recursos para acercarnos a los 3 millones de subvención.
El cuidado de las personas nos está ocupando responsablemente y se concreta en diversas acciones de apoyo a situaciones nuevas que requieren incrementos en las ayudas a domicilio a usuarios de centros de día u ocupacionales, ayudas al alquiler, teleasistencia, la prolongación del bono joven al transporte o la ayudas a las matrículas universitarias para jóvenes que lo necesiten por el cambio en las condiciones familiares.
Otra línea preferente ha sido la de generación de empleo facilitando planes de empleo para parados de larga duración, familias con bajos recursos o con todos sus miembros en paro, personas con discapacidad o residentes en zonas desfavorecidas. Ha supuesto una inversión total de 13 millones de euros.
En el compromiso de reactivar y sostener la economía, fundamentalmente de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos, estamos implementando propuestas ágiles y diversificadas que están llegando a sectores fundamentales. Nos referimos a las ayudas a las PYMES de las que ya se han distribuido 10.000 ayudas por un valor superior a los 11 millones de euros. O las colaboraciones con las empresas agrícolas y explotaciones ganaderas con una cuantía de 2,4 millones de euros. O las aportaciones a los taxistas con 2 millones de euros. Estamos ayudando a las empresas para incentivar la contratación de personal con un fondo de hasta 4 millones de euros. Hemos activado líneas de microcréditos para pequeñas y medianas empresas. No son deseos o programas futuros, son realidades ejecutadas o que continúan aplicándose.
Conocemos la importancia del turismo y en este conjunto de iniciativas, además de la actuación ordinaria de la consejería y del Patronato de Turismo de Gran Canaria estamos dedicando un fondo de 3 millones de euros adicionales para la reactivación de la imagen de Gran Canaria como destino turístico seguro. Se complementa con otros recursos para atraer la celebración de eventos con proyección internacional en Gran Canaria. Además de una partida de 18 millones de euros para afrontar la modernización de las infraestructuras y equipamientos del sector.
Las desigualdades que nacen de la discriminación de género las estamos afrontando con actuaciones específicas que se concretan, entre otras, en la puesta en marcha de un centro de acogida temporal para familias con menores y de otro centro para familias monomarentales.
La sociedad plural e innovadora que deseamos reactivar tiene que contar con el sector cultural muy dañado por la paralización de la actividad como exigencia de la prevención anti Covid. Por eso quiero destacar en este conjunto de realizaciones el Plan de Acción Cultural de Emergencia por un valor superior a los 9 millones de euros, o la iniciativa “nuestro verano por Gran Canaria” que implica a artistas y artesanos de nuestra isla.
Estas medidas han tenido y están teniendo una función de sostén y de atención inmediata. Las hemos complementado con un programa de inversiones que articula 160 actuaciones por un valor superior a los 100 millones de euros. Están en fase de licitación o de elaboración de proyectos generando las modificaciones presupuestarias correspondientes y la puesta en marcha de planes de ejecución temporal y convenios con los municipios para la realización inmediata de estas acciones.
Quiero insistir en tres objetivos del gobierno insular con estas inversiones. En primer lugar, queremos fomentar el empleo directo e indirecto, sabemos que junto a la pobreza son los dos grandes retos que tenemos delante para los próximos años. Además, queremos allanar el camino a las empresas grancanarias que concursen y contraten estas obras para la reactivación económica y por tanto se genere un efecto dinamizador. Y en tercer lugar, garantizamos una actuación en todos los municipios por lo que favorecemos la cohesión territorial por un lado y la atención a las zonas más empobrecidas por otro.
Atendiendo a los hechos de estos seis meses la conclusión a la que llegamos es que el Cabildo de Gran Canaria ha estado y sigue estando cercano a las personas, está dinamizando la economía con determinación y agilidad, está volcado en la sociedad y no encerrado en sí mismo. Está defendiendo y liderando públicamente el sentir de la ciudadanía de Gran Canaria, en la reclamación de recursos económicos y sociales, en la atención sanitaria, en el aumento de medidas de acción y de prevención ante la pandemia, en la promoción de Gran Canaria como isla segura o en la resolución de los problemas de las personas inmigrantes.
No estamos distraídos en otras polémicas. No queremos ser autocomplacientes, pero sí estamos obligados a transmitir un mensaje de confianza en la institución insular y estamos convencidos de que nuestro Cabildo responde. Este convencimiento viene respaldado por los hechos como el esfuerzo extraordinario y sin precedentes de incrementar el presupuesto inicial de 2020 en un 29,1% (de 780 millones a 1.007) utilizando los remanentes de tesorería y el superávit o el conjunto de medidas sociales y de inversión anteriormente señaladas.
La pandemia no ha hecho más que poner de manifiesto la necesidad y la pertinencia del modelo de desarrollo que estamos impulsando. Estamos construyendo una isla que suma, con igualdad social e inclusiva, que persigue un modelo de ecoisla, de desarrollo social y económico sostenible, que emprende y se transforma y que tiene identidad, cultura y valores democráticos. Como presidente del Cabildo, puedo asegurar a la ciudadanía de Gran Canaria que esta institución está ejerciendo como gobierno de la isla, que es para lo que nos eligieron hace ahora 16 meses. Y que ese proyecto de desarrollo ecosocial que defendemos tiene más sentido ahora que nunca.