“Reactivar el sector de la construcción”
‘Apoyo en la recuperación económica del país’. Con este título el Consejo Superior de Arquitectos de España (CSAE) , organización que agrupa a todos los arquitectos colegiados de este país, publicó y envió al Gobierno un documento resumen de la situación actual de la construcción y su potencial como contribución a la recuperación de la economía. Conviene recordarlo porque, como suele ser habitual, ha pasado desapercibido y en los medios de comunicación apenas se ha hecho alguna reseña al mismo.
Entre otras cuestiones, el informe pone de manifiesto que el sector de la construcción aún no ha terminado de recuperarse de la crisis financiera de 2008. Y ha llegado la de la Covid-19, que si bien las consecuencias en la economía están aún por determinar, la experiencia de la crisis anterior nos obliga a anticipar y ser previsores para evitar la masiva destrucción de puestos de trabajo que trajo consigo aquella crisis.
El dato que hace concluir que el sector sigue sufriendo una “anomalía estructural” se extrae de los proyectos visados en los distintos colegios profesionales del país, no hay dato más fiable que ese. Regularmente se emiten informes de trabajos visados que permiten determinar la evolución del sector de la construcción, no solo en función del número y tipo de trabajos, sino también en cuanto a la orientación del mercado y las “tendencias” hacia un tipo de obra determinada. Estos datos son más que nunca vitales para la reactivación de la economía, por eso es tan importante que el Gobierno de España y los Autonómicos presten la atención debida a los informes sectoriales que estarán recibiendo.
Otra de las características que nos dejó la crisis del 2008, aparte de la ya consabida desaparición de muchas empresas en Canarias, fue la especialización. En un mercado muy atomizado la respuesta de la mayoría de profesionales fue concentrarse en hacer bien un determinado tipo de trabajos, y eso, en definitiva, ha aumentado el nivel de calidad en la ejecución de las obras y también una mayor confianza en las empresas y profesionales propios. A día de hoy casi no hay necesidad de acudir al mercado nacional para encontrar personal especializado en sectores tan complejos y demandados como la eficiencia energética, la rehabilitación o la sostenibilidad. Precisamente estos campos de trabajo y conocimiento son los que también señala el informe como potencialidades en las que se puede apoyar la recuperación del sector y con ella , nuevas oportunidades de empleo para muchas personas. De todas las relacionadas, destacaría tres de ellas, puesto que se podría resumir que en el ámbito de la rehabilitación, renovación y regeneración urbana, los grandes motores que se están consolidando son:
1. Renovación energética y actuaciones vinculadas con la sostenibilidad. A la inversión en eficiencia energética y ahorro de energía , de la que siempre es preciso insistir en el gran potencial que tiene Canarias, incluiría también las actuaciones en suelos rústicos para impulsar la producción agrícola ligada al consumo sostenible y la recuperación de la producción artesanal, muy apreciados en un mercado cada vez más exigente y, sobre todo, por su proyección en el mercado turístico. Llama la atención que apenas haya habido interés de las administraciones en impulsar este tipo de actuaciones mientras que, al mismo tiempo, oímos hablar casi a diario de sostenibilidad y protección del medio ambiente en los discursos políticos.
2. Accesibilidad Universal. La utilización de los edificios es un derecho que se suele encontrar con la dificultad debida a la antigüedad media de los mismos. La adaptación de los accesos y la dotación de itinerarios accesibles ha sido un gran fuente de trabajo estos años. Aún así, todavía hoy sorprende que haya muchos edificios públicos no adaptados y la escasa inversión en renovación urbana para adaptar las ciudades a entornos más igualitarios.
3. Adecuación funcional a nuevas formas de vida, trabajo y ocio. Hasta ahora la principal fuente de trabajo provenía de la adecuación de las viviendas y espacios públicos a una población progresivamente envejecida y a los acondicionamientos debidos a factores de salud. Esta parte de la actividad, también destacada en el informe del CSAE, se ve ampliada por dos cuestiones hasta el momento con escasa repercusión en la creación de empleo, pero que debido a la Covid-19 lo van a ser a partir de ahora. En primer lugar, y después de este largo periodo de estancia obligada en nuestros hogares, se empieza a valorar los factores de calidad tanto de los espacios propios como de los comunes. En segundo lugar, encontramos la adaptación de los espacios de trabajo a las nuevas exigencias en materia de seguridad sanitaria, que ofrecerá un amplio campo de trabajo a corto plazo en todo lo referente a los establecimientos de pública concurrencia , incluyendo locales comerciales, especialmente los destinados a la hostelería y también en edificios públicos y de servicios.
Por todo lo anterior, el sector de la construcción y el de la rehabilitación tienen un gran potencial para la recuperación de la economía, porque tienen una gran capacidad para emplear a personas de muy diversa formación. Además, tal y como dice el informe del CSAE, “la construcción no dependerá de factores externos para su recuperación y son directamente activables con políticas públicas de impulso que contemplen aportación de fondos públicos, tanto directos como en forma de beneficios fiscales, incentivos normativos y aprovechamientos urbanísticos”.
Por último, debe haber un compromiso de las administraciones en la agilización de las licencias urbanísticas y en la extensión de los supuestos de comunicación previa y declaraciones responsables. Para ello, se debe confiar la fiscalización de los proyectos a los colegios profesionales, recuperando los programas de colaboración de los visados de idoneidad. Y, en materia de inversión pública, es vital evitar los errores en forma de despilfarro de dinero o su mal uso al destinarlo a inversiones de renovación y construcción de edificios innecesarios, de los que tenemos innumerables ejemplos de anteriores programas de empleo y que no hay que volver a repetir.