Cáritas Diocesana alerta del recorte de derechos sociales y humanos
Mora explicó que “podemos ser un país pobre, pero no un pobre país en donde mientras unos pasan hambre otros se operen la nariz porque no les gusta su físico”. Además indicó que el sistema ha conseguido “naturalizar la pobreza. Hoy hablar de un 20% de paro estructural es asumible, sin que nadie tenga en cuenta a qué vida y a qué realidad se condena como algo normal a 20 de cada 100 personas en este país”.
Para Sebastián Mora, este planteamiento social, basado en parámetros exclusivamente de beneficio económico, “es una auténtica vergüenza y un escándalo”.
“En otros momentos de crisis”, dijo, “el futuro era una posibilidad de progreso. Hoy es una amenaza. Vivimos en un momento de tremenda incertidumbre; vivimos sin seguridad; lo que nos puede pasar es que nos puede pasar cualquier cosa. Eso ha hecho que los cimientos sólidos hayan desaparecido y que pisemos tierras movedizas”.
El responsable de Cáritas a nivel estatal abogó porque Cáritas “visibilice la pobreza. No es normal ni bueno ni deseable que haya gente que no se sepa que están ahí”, y animó a los presentes a “convertir la caridad en el centro de la Iglesia. O los pobres están en el centro de la actividad de la Iglesia o no somos Iglesia”.
Vulnerabilidad de los menores
Por su parte, la secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Fátima Díaz, denunció la “vulnerabilidad de la infancia”, indicando que en el primer semestre del año se han acompañado desde la institución a un total de 12.121 familias, con un total de 5.134 menores de edad y advirtió de que “nos encontramos en un periodo de consolidación de la crisis”.
Especial atención dedicó a las mujeres -“una de cada tres se encuentra bajo el umbral de la pobreza”, dijo- y al paro, del que señaló que no solo es grave la tasa registrada (un 33,69% según la EPA), sino que “el 63% de los parados ya llevan más de un año en esta situación y un 40%, más de dos años”.
Díaz aseveró que “desde Cáritas estamos priorizando el trabajo desde el territorio”, y que se ha pasado de unos porcentajes similares entre las personas que eran acompañadas desde los servicios centrales y el territorio, “hoy la proporción es de 20% a 80% a favor del territorio”.
En la intervención inaugural, el obispo de la diócesis, Francisco Cases, aseveró que “Cáritas no puede convertirse en un órgano para solucionar problemas. Cuando esto suceda”, explicó, “se la pasaremos a un ministerio. Somos anunciadores del Evangelio y debemos transformar y transformarnos, refundarnos, como el Papa Francisco quiere reformar la Iglesia”.
La Asamblea aprobó, además del comunicado propuesto, el informe de la Secretaría y el balance económico, que también fue presentado.