El colegio Pepe Monagas, pionero en prohibir explícitamente la LGTBfobia
El CEIP Pepe Monagas de El Tablero, en el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana, ha dado un importante paso en favor de sus estudiantes LGTBI al exhibir en su entrada un cartel que prohíbe explícitamente cualquier tipo de homo, bi o transfobia dentro del centro, informa www.chueca.com
Con la supresión de la asignatura Educación para la Ciudadanía, los niños y adolescentes LGTB han vuelto a ser invisibilizados dentro de los centros de estudio, creando para gran parte de ellos un inconveniente territorio que les expone a la discriminación y violencia LGTBfóbica.
Esta realidad, que no es ni minoritaria ni está solo presente en ciudades pequeñas, es la que valientemente ha enfrentado el colegio Colegio Pepe Monagas al situar en su acceso un cartel que prohíbe de manera unívoca cualquier comportamiento discriminatorio contra las personas del colectivo.
De esta manera, el Pepe Monagas se convierte en el el primer centro de educación infantil y primaria en mostrar públicamente su rechazo a la discriminación por orientación e identidad sexual.
En la misma dirección, otros centros de secundaria de la isla han mostrado su apoyo a la iniciativa colocando carteles similares en sus pasillos.
Gamá, el Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Canarias celebra así la buena acogida por parte del Colegio Pepe Monagas su la iniciativa ‘STOP Homofobia, Bifobia y Transfobia’ que ha impulsado en aquellos centros en los que realiza talleres sobre diversidad sexual.
A través de carteles y charlas educativas -que en solo el año pasado ha llegado a más de 2900 alumnos de primaria y secundaria de cinco centros de estudio- la asociación pretende visibilizar el bullying y arrancar un compromiso a los centros de rechazo contra el mismo.
Su presidente,Víctor Ramírez destaca la importancia de que “a la entrada de un centro se visibilice el rechazo a la discriminación por orientación e identidad sexual ya que ese mensaje debe llegar a las y los niños pero también a sus padres, madres y cuidadores, de cuyos prejuicios beben los menores”.
