El Gobierno de Canarias desbloquea la obra del tramo El Risco-Agaete tras cinco años de parálisis
La aprobación definitiva del modificado nº1 permitirá culminar los viaductos de El Risco y La Palma con una inversión adicional de 28 millones de euros
El Gobierno de Canarias ha aprobado de forma definitiva el Proyecto Modificado nº1 del tramo El Risco-Agaete, perteneciente a la nueva carretera Agaete-La Aldea, desbloqueando así una de las obras más relevantes para la conectividad del noroeste de Gran Canaria. La actuación, con una inversión adicional de 28 millones de euros, permitirá completar los viaductos pendientes y reactivar la ejecución del trazado tras más de cinco años de tramitación y bloqueo administrativo.
Una obra clave para el noroeste de Gran Canaria
El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, Pablo Rodríguez, anunció este lunes la aprobación del modificado, que supone el impulso definitivo a una infraestructura considerada esencial para garantizar la cohesión territorial y mejorar la seguridad vial en el noroeste de la isla.
El nuevo documento permitirá retomar los trabajos en los viaductos de El Risco y La Palma, estructuras fundamentales para completar los 8,5 kilómetros de recorrido que unirán Agaete con el tramo ya operativo entre El Risco y La Aldea.
El proyecto fue adjudicado en 2019 a la UTE Ferrovial-Acciona-Lopesan-Bitumex por un importe inicial de 152 millones de euros. Con este modificado, la inversión total asciende a 181,48 millones de euros (IGIC incluido), lo que representa un incremento del 18,6% sobre el presupuesto original.
Reducción de tiempos y mejora de la seguridad vial
La nueva carretera entre Agaete y La Aldea incluye nueve túneles y dos viaductos, de los cuales 5,7 kilómetros discurren bajo tierra, configurando una de las obras de ingeniería más complejas de Canarias.
Actualmente, la mayor parte del trazado está ejecutado, con la excepción de los dos viaductos mencionados. Una vez finalizados, el nuevo tramo reducirá el trayecto entre Agaete y el túnel de Faneque de 20 minutos a menos de 5, y permitirá conectar con el tramo ya en servicio hasta El Risco, dejando el recorrido total en apenas nueve minutos.
Además de la notable reducción en los tiempos de viaje, el nuevo trazado eliminará puntos de riesgo y curvas peligrosas presentes en la actual GC-200, mejorando de manera sustancial la seguridad y la comodidad de la circulación.

Cinco años de bloqueo administrativo
El modificado nº1 pone fin a un proceso de más de cinco años de parálisis, durante los cuales se vieron retrasados los trabajos por motivos técnicos y administrativos.
El consejero Pablo Rodríguez subrayó que esta aprobación “marca un antes y un después en la movilidad del noroeste de la isla” y reafirma el compromiso del Ejecutivo autonómico con las infraestructuras que favorecen el desarrollo y la equidad territorial.
Rodríguez recordó que este proyecto ha sido una prioridad personal desde su anterior etapa al frente de la Consejería, participando en momentos clave como la adjudicación, la firma del contrato y la apertura de los túneles José Luis Martínez Cocero-Risco de Faneque, un hito que ya mejoró de forma significativa la conectividad de los municipios más alejados.
Planificación presupuestaria y continuidad del proyecto
El titular de Obras Públicas explicó que la planificación económica del proyecto responde a los ritmos técnicos de ejecución, y que las variaciones presupuestarias entre ejercicios “no suponen una reducción del esfuerzo inversor”, sino que reflejan las fases ya completadas.
Según Rodríguez, “cada ejercicio presupuestario se ajusta a las unidades de obra certificadas. Una menor dotación no implica paralización, sino que la obra avanza según lo previsto y con parte importante ya ejecutada”.
Un paso decisivo hacia la cohesión territorial
Con la aprobación de este modificado, el Gobierno de Canarias reafirma su apuesta por las infraestructuras estratégicas que conectan las zonas más alejadas de la isla y mejoran la calidad de vida de sus habitantes.
El nuevo tramo de carretera consolidará la integración del noroeste en la red viaria insular, impulsando la actividad económica, el transporte y la seguridad en una zona históricamente castigada por la falta de comunicaciones modernas.


