El Teléfono de la Esperanza, una solución a la soledad no deseada
- La lucha contra la soledad no deseada que afecta a este colectivo y el desarrollo de una red de recursos de participación social, entre los principales objetivos del servicio
- El Gobierno de Canarias participa en la financiación tanto de la contratación de personal especializado como de los recursos materiales necesarios para el desarrollo del proyecto
La Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno canario ha refrendado hoy su apoyo a la atención de los mayores a través del servicio que el Teléfono de la Esperanza presta a este colectivo para luchar contra la soledad no deseada, evitar el aislamiento social y mejorar su calidad de vida.
Así quedó patente en la visita que el viceconsejero de Bienestar Social, Francisco Candil, y la directora general de Mayores y Participación Activa, Verónica Meseguer, realizaron esta mañana a la sede del Teléfono de la Esperanza en la capital tinerfeña, en donde fueron recibidos por la presidenta y el director técnico de dicha entidad en Canarias, Malú Tabraue y José Cabrera, respectivamente.
Verónica Meseguer señaló que “uno de los objetivos prioritarios del Gobierno de Canarias es atender a los mayores que residen en las Islas, escucharlos y dar respuesta a sus necesidades. Por ello, entre otras acciones, trabajamos para combatir la soledad no deseada, financiando recursos como este, pero también trabajando para mejorar las actividades que ofrecen los centros de mayores, así como su horario”.
Francisco Candil destacó el trabajo que llevan a cabo todos los trabajadores y las trabajadoras que hacen posible este dispositivo y apeló a la sensibilización de la sociedad. “Tenemos que valorar todo lo que han hecho las personas mayores para que Canarias avance y todo lo que siguen haciendo. Por eso, también vamos a poner nuestros esfuerzos en potenciar el diálogo intergeneracional”, explicó.
Por su parte, José Cabrera añadió que el proyecto, puesto en marcha en colaboración con el Gobierno de Canarias, “facilita un medio tan accesible como es el Teléfono de las Personas Mayores de Canarias, que hace posible no solo hablar con alguien que sí te escucha, sino que permite además conectar con toda una red de recursos de participación social en Canarias, siguiendo una estrategia de promoción de relaciones saludables, participación social y envejecimiento activo”. Asimismo, destacó la labor que el voluntariado y el equipo técnico llevan a cabo para garantizar el éxito de esta iniciativa.
La lucha contra la soledad no deseada es el objetivo prioritario del Teléfono de la Esperanza, que aboga por detectar y evitar estas situaciones a través de un servicio de escucha, orientación y acompañamiento telefónico, con el fin de facilitar la participación e integración en recursos sociales. Además, se apuesta por el establecimiento de una red de derivación hacia otros recursos y por el mantenimiento de una guía de recursos de participación social por localidades de Canarias.
El proyecto cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias, a través de una subvención anual de 100.000 euros para hacer frente tanto a la contratación de personal especializado como la adquisición de los recursos materiales necesarios para llevar a cabo las acciones planificadas en el proyecto.
Durante el año pasado, el Teléfono de la Esperanza en Canarias –928 /922 33 40 50- recibió un total de 4.185 llamadas a través del Servicio de Escucha, Orientación y Acompañamiento por Teléfono, que fueron realizadas de forma mayoritaria por personas mayores que viven solas, de las que el 69,7% eran mujeres y el 30,3% hombres.
La preocupación más frecuente de los usuarios fue la de sentirse escuchados, lo que evidencia la necesidad de apoyo emocional de los usuarios. En esta línea, las principales razones de las llamadas fueron la soledad y el aislamiento, que afectaron al 63,21% de las mujeres y al 61,44% de los hombres atendidos. Además, se identificaron otros motivos como problemas familiares y de pareja, así como la necesidad de gestionar recursos sociales y participación social.