Mogán se sitúa a la cabeza de los municipios que más presión fiscal ejerce sobre sus vecinos
El índice de presión fiscal mide el esfuerzo impositivo realizado por cada habitante en el pago de sus impuestos municipales, es decir, el promedio que cada habitante paga para hacer frente a los impuestos de su ayuntamiento. Este indicador se calcula considerando el pago del IBI, IAE, vehículos, construcciones y otros, así como las tasas de agua, basuras, licencias urbanísticas y otros conceptos.
Según el reciente Informe de Ingresos fiscales y presión fiscal por habitante de 2017 publicados por el Sistema de Información Económica Local (SIELOCAL) se confirma que Mogán se sitúa como el segundo municipio de la provincia de Las Palmas que más presión fiscal ejerce sobre sus vecinos con 1.444,92 euros, lo que supone, por citar algunos ejemplos, pagar 307,77 euros más que los vecinos de San Bartolomé de Tirajana. Sin embargo las diferencias son extremas si tenemos en cuenta que los vecinos de Santa María de Guía pagan 1.026 euros menos al año en impuestos que los moganeros.
Según el portavoz del Partido Popular (PP) de Mogán, Maicol Santana lo realmente preocupante es que la tendencia para este nuevo ejercicio 2018 será al alza, máxime cuando desde el grupo de gobierno Ciuca-PSOE se acaba de aprobar la modificación inicial de la ordenanza fiscal de basura que significará incrementos en el coste de dicha factura de entre el 37% y el 243,62% según cada caso y que sin duda repercutirán en la economía de las familias y empresariado del municipio. “Sin duda alarmante es la despreocupación y la osadía con la que este grupo de gobierno aprieta a los vecinos con la subida de impuestos y por otro despilfarra a “trocho y mocho” cientos de miles de euros en gastos de publicidad, siendo tal la obsesión de la alcaldesa o de las alcaldesas de ser noticia, que presuntamente ahora compran premios y medallas a golpe de talonario con cargo a las arcas municipales”, observa Santana.
El Partido Popular exige para el 2018 un giro total en la “política clientelar” de Ciuca y PSOE, en una legislatura que encauza su recta final protagonizada por los continuos varapalos judiciales frutos de la “arbitraria política de personal”, graves deficiencias en el saneamiento y en la prestación de los servicios públicos especialmente en el agua, jardines y limpieza y un auténtico caos en la ejecución de obras públicas.
Esto es incomprensible, inadmisisible, injusto y abusivo. Si el pueblo no sale a la calle para protestar contra estas injusticias, entonces hay que preocuparse más por la benevolencia de los moganeros que por las injusticias de un gobierno sin ningún tipo de consideración con sus vecinos.
Lo que ocurre en Mogan no es culpa de unos malos gobernantes sino de una población que lo consciente.