Regular la población, es posible?
“El objetivo prioritario de mi nuevo gobierno será reducir la tasa de desempleo en Euskadi por debajo del 10%”. Una vez conocidos los resultados electorales del pasado 25 de septiembre, con este compromiso arrancó su intervención quien con toda probabilidad será reelegido lehendakari en el País Vasco, Iñigo Urkullu. Una meta ambiciosa. Un compromiso deseable. Un objetivo que, fijado públicamente por Urkullu para la nueva legislatura, es ciertamente alcanzable. En primer lugar, porque la crisis se va remontando; no todo lo rápido que sería deseable, pero lo peor va quedando atrás. Y, en segundo término, porque Euskadi tiene hoy una tasa de desempleo del 12,5%, dándose una sostenibilidad muy significativa, un equilibrio, entre la capacidad de generación de actividad económica -y por lo tanto de empleo- y la población que vive en su territorio.
En este orden de cosas, los poderes públicos deben facilitar que los ciudadanos del territorio que gestionan más de cerca -sea municipio,isla, archipiélago, nacionalidad o Estado- puedan disfrutar de una calidad de vida razonable; de bienestar, en definitiva. Y facilitar o acceder a una razonable calidad de vida las políticas sostenibles son sencillamente fundamentales. Sostenibilidad que debe darse entre diferentes elementos o factores como la capacidad de crecer económicamente con el empleo, la población con el territorio, la actividad económica con el medioambiente o la actividad económica con el binomio población-preservación de los recursos naturales. En definitiva, impulsar la sostenibilidad de define la identidad de un pueblo, su modelo de convivencia.
Los vascos disfrutan de una buena calidad de vida no solo porque tienen como fuente de financiación el Concierto con el Estado, que también. Su bienestar -muy superior a la media en España– tiene que ver mucho con la relación sostenible entre población y PIB.
En Canarias con una tasa de desempleo del 27,3% soñar con alcanzar niveles de desempleo por debajo del 10% es pura utopía. En nuestro Archipiélago hay un enorme desequilibrio entre la capacidad que tiene nuestra economía para generar empleo y nuestra población. No tenemos una relación sostenible entre nuestra capacidad para generar actividad económica y la población. Para entender porqué se produce el desequilibrio en unos casos -como el de nuestro Archipiélago- y porqué se avanza de forma más sostenible hacia cuotas de mayor bienestar de los ciudadanos -como es el caso del País Vasco- es necesario analizar como ha evolucionado la economía y la población en ambos territorios. Por ejemplo, los últimos 20 años.
En 1995 Euskadi tenía 2.094.857 habitantes. El año 2015 lo cerró con una población de 2.189.093, es decir, en 20 años la población vasca creció en 95.236 personas. Añadamos a esto que el PIB per capita en Euskadi era en 1995 de 14.700 euros – el total era de 28.075 millones de euros- y que ha crecido per capita hasta 30.459 euros en el año 2015. O lo que es lo mismo, su PiB creció en 20 años 15.759 euros/habitante, alcanzando un PIB total de 65.924 millones de euros en 2015.
La población canaria en el año 1995 era de 1.604.650 habitantes y alcanzó, 20 años después, en 2015, los 2.100.299 habitantes. El crecimiento de la población del Archipiélago en ese periodo fue de unos 500.000 habitantes -exactamente 495.649-, superando ampliamente a los vascos en el número de personas a las que hay que facilitar en nuestras islas su bienestar, es decir, empleo, sanidad, educación, seguridad, protección social, vivienda, infraestructuras y equipamientos. Ganábamos ampliamente a Euskadi en el número de personas a las que debíamos facilitar su calidad de vida pero, sin embargo, ellos nos superaban en el crecimiento de los recursos económicos. En el año 1995 el PIB per capita en Canarias era de 11.900 euros. En el 2015 alcanzábamos los 19.595 euros/ por habitante, 7.695 euros más que dos décadas antes. El PIB global de las islas pasó de 17.426 millones de euros hace 20 años a los 42.317 millones con los que se cerró el 2015.
Euskadi avanza con políticas sostenibles, en Canarias hay un desequilibrio entre capacidad económica y población.
Los datos expuestos nos permiten afirmar que Euskadi avanza de forma sostenible para facilitar bienestar a sus habitantes, en el binomio población-actividad económica, y que en Canarias se está produciendo un desequilibrio muy importante. Encontrar en Canarias la senda de la sostenibilad del bienestar nos lleva a que debemos tener un crecimiento económico sostenible, acorde con la población, ¿es posible? También a que tengamos leyes reguladoras de la población, ¿es posible? Y utilizar la planificación territorial como fórmula de control, ¿es posible? Sí lo es. Hay herramientas. También hay razones.