Gustavo Santana expresa su profunda repulsa por las palabras de Jorge Marichal
El secretario general de la UGT Canarias, Gustavo Santana, ha expresado su profunda repulsa por las palabras del presidente de la patronal hotelera en la provincia tinerfeña, Jorge Marichal, que aseguró en una reciente entrevista en el periódico El Día, que quién se deja explotar en nuestro país, es porque quiere (sic). “Lo cierto es que los responsables de que exista explotación en Canarias tienen nombre y apellidos, dirigen empresas y hasta podrían integrar patronales como Asohel”, apunta Santana.
Para el máximo dirigente del sindicato en las islas, “las palabras de Marichal tan solo prueban su profundo desconocimiento de la realidad de la clase trabajadora de Canarias”. Santana añadió que los últimos datos del desempleo en nuestra Comunidad apuntan a “una precarización progresiva del empleo en el sector Servicios, donde se engloba la hostelería y el turismo, principal motor económico de Canarias”.
Es irresponsable negar las presiones que sufren los trabajadores
La explotación en nuestro país es una lacra que se pretende erradicar con múltiples medidas, por ello “es una irresponsabilidad que el presidente de una patronal niegue su existencia y haga recaer sobre la espalda del trabajador la responsabilidad de que se registren hechos como estos”, indicó Gustavo Santana. Amplios sectores de trabajadores canarios sufren a diario presiones y soportan condiciones indignas por miedo a perder su empleo. “Además, los últimos datos recabados no solo a nivel regional, sino de ámbito estatal, indican que se consolida la figura del trabajador pobre o precario, que no puede salir de la situación de riesgo de exclusión social, a pesar de tener un empleo”.
Gustavo Santana recordó al representante patronal, que el hecho de que existan campañas para luchar contra el fraude en las contrataciones, como la reciente iniciativa puesta en marcha por la propia Consejería de Empleo del Gobierno de Canarias para detectar casos de explotación, prueba que se trata de una realidad tangible y rechazable. Para ello se ha reforzado la Inspección de Trabajo. Se trata de un problema perfectamente identificado y que obliga a las Instituciones a realizar acciones para combatir esta actividad desarrollada por algunos empresarios.
Más de 5.000 contrataciones irregulares
La UGT ha advertido, en numerosas ocasiones, que las múltiples denuncias presentadas por este sindicato prueban que se trata de una práctica habitual de algunos empresarios para abaratar sus costes en personal. Gracias a la intensificación de las Inspecciones, solicitadas por los sindicatos más representativos, a finales del pasado año se regularizaron más de 3.000 contratos. Contratos que se habían firmado por horas o a media jornada, pero los trabajadores eran obligados a realizar muchas más horas sin que se les abonaran, ni se cotizara por ellos lo establecido en la ley. Además, los inspectores obligaron a dar de alta a más de 2.000 personas que estaban trabajando sin contrato.