El rodaje simultáneo de tres largometrajes en Gran Canaria evidencia que “es un buen momento para la industria audiovisual”
El rodaje de tres películas de manera simultánea en Gran Canaria –la canaria ‘La estrategia del pequinés’, de Elio Quiroga; ‘4 latas’, de Gerardo Olivares protagonizada por Jean Reno y Hovik Keuchkerian, entre otros; y ‘Taxi a Gibraltar’ de Alejo Flah, en la que participan Dani Rovira y Joaquín Furriel-, demuestran que “es un buen momento para el cine y para la industria audiovisual” en Gran Canaria, apuntó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, tras acudir el rodaje de la película canaria.
Esta apuesta por el cine hecho en Gran Canaria se materializa también con la construcción de los platós que comenzará en las próximas semanas con la preparación de la parcela donde se levantarán los edificios que darán respuesta a productoras “interesadísimas en rodar en Gran Canaria” si cuenta con estudios, dijo Morales.
‘La estrategia del pequinés’
Es una producción que la Institución insular ha apoyado con una aportación de unos 100.000 euros, según informó el presidente.
Se trata de una adaptación de la novela homónima de Alexis Ravelo, premiada en la Semana Negra 2014, y que va ya por su quinta edición. Su estilo crudo y su capacidad para narrar una historia de personajes bien definidos en un entorno poco conocido, como son los bajos fondos de Canarias, remite al sabor de los grandes clásicos del género negro.
La versión dirigida por Elio Quiroga, a la que le queda una semana de trabajo en la isla y que será estrenada antes de diciembre, es una adaptación de una novela a otro medio, para la que el director ha tenido mucha libertad y en la que ha contado con la colaboración por parte del autor, sobre todo a la hora de definir los diálogos.
A pesar de que algunas de sus escenas han sido rodadas en Argentina, el grueso del rodaje ha recorrido la Playa de Las Canteras, el Puerto de la Luz, el casco histórico de Vegueta y en La Isleta en la capital grancanaria, pero también enclaves turísticos como el Puerto de Mogán, el Roque Nublo o el Parador de Tejeda. Gracias a la utilización de altos contrastes, colores muy saturados y la predominancia de negros y azules muy fuertes, los paisajes de Gran Canaria cobran vida y se convierten en un protagonista más de la película.
Tanto el director como dos de los actores principales, Unax Ugalde y Jorge Bosch, coincidieron en destacar los paisajes tan distintos de la Isla que, unidos a la posibilidad de acogerse a beneficios fiscales, la disponibilidad de infraestructura y el personal “cada vez más preparado”, convierten Gran Canaria en un destino de películas atractivo.
Unax Ugalde, quien se incorporó al rodaje un día antes de su comienzo, se mostró “muy contento” de poder rodar en Gran Canaria, isla en la que aún no había tenido oportunidad de trabajar a pesar de haber rodado ya cerca de medio centenar de películas.
Por su parte, Jorge Bosch asegura sentirse “muy a gusto” rodando en Gran Canaria, donde ya ha estado varias veces y que “merece” la promoción que están dedicando las instituciones canarias. “Es un sitio paradisíaco, un plató natural al que todo el mundo vendría a rodar”, apuntó.
A pesar del consejo de Elio Quiroga para no condicionarle, Jorge Bosch se leyó la novela de Alexis Ravelo antes de comenzar a rodar. “Le mentí y me la leí y me gustó mucho, es muy entretenida y cinematográfica”, reveló del libro de Ravelo.
Cine negro hecho en Gran Canaria
‘La estrategia del pequinés’ narra la historia “emocional y poderosa”, en palabras del director, de ‘El Rubio’, quien a pesar de haber dejado de delinquir hace décadas, se plantea participar en un atraco a un narco para costear la grave enfermedad de su mujer.
Cuando Júnior, un distribuidor local de cocaína, le propone atracar al testaferro de sus jefes en Gran Canaria, ‘El Rubio’ comienza a organizar el asalto para el que cuenta con su viejo amigo Tito ‘El Palmera’, interpretado por Unax Ugalde, un parado de larga duración cuyo sueño es abrir un bar, y a Cora, una prostituta de lujo a la que da vida Kira Miró, que sospecha que pronto se le acabarán sus encantos.
Perdedores cincuentones, policías corruptos y blanqueadores de dinero son protagonistas de una historia coral en la que lo importante no es saber quién es el asesino, sino quién no está involucrado en una sociedad asfixiada y perdida. En palabras del director, el largometraje “refleja las inquietudes y anhelos de seres humanos al límite, de traiciones, de puñaladas en la espalda, de situaciones desesperadas que llevan a soluciones aún más desesperadas, hasta que todo estalla en una explosión de violencia y furia”.