Crece la desesperación entre las trabajadoras de Ralons Salud en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana
Las trabajadoras de Ralons Salud en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana han decidido concentrarse ante las oficinas de la empresa de Miguel Ángel Ramírez (para más señas presidente de la UD Las Palmas) ubicada en el Edificio Mercurio de Playa del Inglés.
Según informaba la representación social a Maspalomas News tras la reunión de este miércoles, la desesperación se ha adueñado de la casi totalidad de la plantilla de Ralons Salud ante otros dos nuevos retrasos en el pago de las nóminas de enero y febrero, a los que debemos sumar las demoras acumuladas durante el año 2017. “Llamamos a Las Palmas y nos dicen que pertenecemos a la oficina del sur, y en el sur nos contestan que llamemos a Las Palmas. Y así una vez y otra”, asegura la portavoz.
Respecto a la adjudicación del servicio a una nueva empresa -que según el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tiene en proceso de licitación y para el que destina casi un millon de euros en dos años-, la concejala de Servicios Sociales Yurena Tejera no sabe cuándo será efectiva, por lo que la subrogación del personal de Ralons Salud no tiene fecha. Lo que sí tiene fecha de caducidad -ya pasada- es la maltrecha economía de estas 25 mujeres que además de no cobrar, tiene que utilizar su vehículos para trasladarse hasta el domicilio de los 215 usuarios, incapacitados para realizar las tareas esenciales de la vida.
Impotencia, desesperación, rabia, angustia y…
Con el estado anímico por los suelos; con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana sin poder adelantar los salarios debido a que el contrato con Ralons Salud está vencido y el servicio de ayuda a domicilio se presta en prorroga; sin ningún tipo de ingreso desde hace dos meses y mucho menos ahorros (los sueldos oscilan entre los 800 y 1000 euros); sin fecha para la nueva adjudicación y por ende la subrogación de la plantilla, y sin respuesta por parte de la empresa que les da largas y más largas, a estas ejemplares trabajadoras solo les queda concentrarse ante las oficinas de Ralons en el sur, porque reconocen que otra medida generaría un gravísimo problema en esas personas que diariamente dependen de ellas para su aseo, entre otros servicios que prestan de primerísima necesidad.