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José Luis Pérez Navarro, técnico del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Agencia de la inciativa europea Alcaldías por el Clima y la Energía Sostenible

¿Es, o no es, el mejor momento?

En la reflexión serena que nos proporciona la permanencia forzosa en nuestros hogares, aconsejada con buen criterio por las autoridades sanitarias como medida para contener el avance del Covid 19, observo con estupor la deriva personal y política que está tomando esta grave problemática de enormes costes en todos los sentidos.

Mi corazón se entristece,como es natural y humano en estas circunstancias,al añorar las posibilidades que nos dan los días en libertad de movimiento. ¿Quién no añora a sus seres queridos ausentes del hogar materno, a sus compañeros de trabajo, sus hobbys,aquellos lugares y rutinas de ocio que tantos buenos ratos nos han hecho pasar….?

Para algunos y algunas de nosotros que tenemos la suerte de haber desarrollado, después de aprender de la multitud de un sin fin errores y gestos cometidos a lo largo de nuestra vida, una cierta madurez y habilidad para interpretar, de manera sosegada y consciente, acontecimientos como la aparición de esta pandemia y el estado de alarma sanitaria que trae consigo, contemplamos con preocupación algunos compartimientos que se esta produciendo a nivel de ciudadano y a escala de colectivos políticos e ideológicos. Me gustaría, si me lo permiten, compartir mi humilde opinión sobre algunos de estos comportamientos y actitudes:

Ya hace semanas que percibo y me percato, y es hasta comprensible que eso se esté manifestando, la tendencia pisco emocional de dejarnos atrapar por la tristeza, la ansiedad y el miedo. Es normal que vivamos un momento de incertidumbre y hasta de preocupación, pues imaginamos escenarios oscuros y desoladores para los próximos meses y años; también es normal que esto sea así por las limitaciones de nuestro grado de consciencia actual y por las sinergias, rutinas y hábitos automáticos adquiridos en este estilo de vida estresante, donde todo cuenta y vale para tener más y tenerlo ya, creyendo que nuestra felicidad y bienestar vendrán cuando seamos de esta forma u de esta otra, cuando obtengamos y adquiramos esto o lo otro y cuando seamos capaz de hacer esto o aquello… Sin percatarnos que el gozo, la dicha, el bienestar y hasta los estados efímeros de la felicidad… no vendrán proporcionados por la acumulación o atesoramiento de adquisiciones, grados de poder y prestigio social, o por la posibilidad de poseer la habilidad de hacer o conseguir todo aquello que se nos antoje.

No estoy, y ruego que no mal interpretéis estas reflexiones compartidas, censurando la preocupación excesiva que estamos manifestando en estas últimas semanas, solo les invito a considerar la conveniencia, incluso para bien de nuestra salud física, mental y emocional, de ser mas ecuánimes con estas emociones, pensamientos, hábitos y actitudes. Debemos aprovechar, y ya son muchos y muchas los psicólogos, profesionales de la salud, maestros y profetas espirituales… los que nos invitan a vivir estas duras y trascendentes circunstancias con otra actitud y con la mirada puesta en descubrir los innumerables aprendizajes y oportunidades para el gozo que la vida y el universo nos están desvelando .

Es tan sencillo el experimentarlo y sentirlo y tan, tan… complicado el comprender la importancia que contiene.

Si me lo permites te enumeraré algunas de las maravillas que estoy viviendo y a las que estoy asistiendo:

Como no puede ni debe ser de otra manera, empezaré por compartir lo grato que me está resultando el sentir como añoro la presencia de mis hijos bajo el mismo techo que me cobija… y reconocer, no sin alguna lágrima que otra, cuantas cosas no hice, no dije o no compartí… cuántas equivocaciones no he cometido en mi relación con ellos, cuántas oportunidades no aproveché para reír, jugar, acariciar, alagar, abrazar… cuántas veces no he sabido tener la paciencia y la habilidad para escuchar, observar, comprender, aprender de considerar y aceptar a esas personas, tus hijos. Cuántas veces no dí más valor e invertí más tiempo y energía en otros asuntos menos nutritivos para mí y para ellos… es más, cuánto esfuerzo excesivo realicé buscando y persiguiendo lo que creía que era lo mejor para ellos.

Lo mismo que he señalado en el párrafo anterior podría aplicarlo o trasladarlo a mis relaciones vividas con mis amigos, compañeros, conocidos, vecinos y familiares. Cuántas veces, creyendo ir en la búsqueda de lo mejor para mí y para ellos, me he perdido o he tomado el camino equivocado, cegado por tener los cristales de mis gafas empañados por tanto ajetreo, prejuicios, ideas y clichés falsamente creídos y auto creados desde mi ignorancia o baja consciencia.

Seguro que en estos días te has regocijado al conocer las innumerables noticias trasmitidas por los diversos medios, relacionadas con las maravillas que la naturaleza se nos está desvelando: cielos más limpios y sanos, recuperación y revitalización de los ritmos, procesos y ciclos de los distintos ecosistemas terrestres, marinos y atmosféricos… ¡guau! ¡qué bonito! ¡qué hermoso! ¡qué bien! ¡por fin! es lo que verbalizamos desde el primer momento al tener conocimiento de estas maravillosas manifestaciones.

Me pregunto si sería un buen momento para sacar conclusiones, a raíz de estas manifestaciones de nuestra sabia madre naturaleza; ¿podríamos aprovechar estos retiros forzosos para comprender que la naturaleza nos está dando la oportunidad de que cambiemos nuestra manera de relacionarnos con la geoda? ¿Debemos reflexionar sobre un estilo de vida poco respetuoso con la naturaleza? ¿nos conviene seguir apostando por un modelo y estilo de vida depredador e insostenible? ¿cuál es el valor y la importancia de la práctica de las 3R, de la eficiencia energética, de la apuesta por un consumo responsable y adecuado, de la reducción conveniente de la generación de residuos? ¿En qué nos beneficia la apuesta por la economía circular? ¿Cuánto tiempo debemos posponer, por nuestros malos hábitos establecidos y adquiridos por ignorancia y desconocimiento, para comprender que el planeta no soporta más las consecuencias de cómo le devolvemos los beneficios y las bondades que ella nos regala con tanto amor?

No quisiera terminar esta reflexión compartida sin animarte y proponerte, querido y respetado lector/ar, a que te hagas las siguientes preguntas e intentes buscar tus propias respuestas:

  1. ¿Puede ser un buen momento para hacer lo que muchas veces has deseado y que has pospuesto por la agenda saturada y por las exigencias y los debieras impuestos y autoimpuestos?
  2. ¿Puede ser un buen momento para vivir compartiendo con los tuyos,con tu grupo familiar cercano y lejano, con tus colegas, con tus compas y amigos?
  3. ¿Es un buen momento para contemplar lo que la naturaleza nos desvela, máxime en estos tiempos de parón en las emisiones de todo tipo, para gozar y para reflexionar sobre el mensaje sutil que nos hace llegar de múltiples formas y maneras y desde multitud de lugares y rincones?
  4. ¿Es buen momento para preocuparse en exceso… o es preferible empezar a ocuparse individualmente y de manera colectiva? ¿Sacamos algo lamentándonos o comportándonos como una víctima diferenciada a la que hay que atender de manera personalizada y antes que a los otros? ¿Puede ser una oportunidad para gestionar tus emociones y practicar una resiliencia responsable, para bien tuyo y el de los demás?
  5. ¿Es un buen momento para hacer prácticas y declaraciones políticas partidistas que, si bien señalan errores que no se deben volver a cometer, poco ayudan en concentrar y a aunar las energías, conocimientos, esperanza y optimismo? ¿Es que, ustedes señores y señoras políticas, que ya han estado y gobiernan en distintas partes del estado español…, no habéis cometido errores de esta o mayor magnitud? “El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra” y no seré yo.

Ahora se trata, para beneficio de todos y todas, de aunar esfuerzos ,energías, propuestas, iniciativas y recursos para abordar con eficacia la problemática sanitaria que nos asiste, evitando así males mayores, presentes y futuros de todo tipo.

Atentamente, con respeto y cariño

José Luis Navarro Pérez, un ciudadano más que camina con usted por la vida

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Source: José Luis Navarro Pérez
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