Excelencia y mediocridad
Mientras se van produciendo hitos históricos en la remodelación de la planta alojativa del sur de Gran Canaria, como el de la inauguración ayer del nuevo Hotel Nayra que sigue la estela de calidad y excelencia marcada por el Santa Mónica Suites Hotel, seguimos sin resolver algunos problemas que están frenando el correcto desarrollo de la mencionada renovación.
El primero y quizá el principal es la traba insalvable de la ley correspondiente que exige la unanimidad de todos los propietarios del complejo para poder acogerse a los beneficios que la mencionada ley contempla.
Cualquiera que conozca un poco la situación societaria de la propiedad de los complejos alojativos, excesivamente fragmentada, se dará cuenta de que es un freno salvaje e inexpugnable y que, por lo tanto, imposibilita el normal funcionamiento de la estrategia de puesta a punto de nuestra planta alojativa en el sur de la isla.
Por un lado tenemos la excelencia de unos emprendedores que apuestan por nuestra industria turística y arriesgan su patrimonio y por otro la mediocridad de no solucionar la traba burocrática que acabo de comentar.
La tramitación burocrática de otra importante ley para nuestro turismo, la llamada Ley Canaria del Suelo, tiene frenado el crecimiento de nuestra planta alojativa y con ello la mejor herramienta para lograr bajar el paro de nuestras islas del actual 30 %. De nuevo podemos hablar de mediocridad frente a la excelencia de los emprendedores y promotores que tienen miles de camas aprobadas, presupuestadas y con los recursos parados por causa, una vez mas, de la burocracia ramplona y mediocre que no somos capaces de quitarnos de encima.
La tasa de generación de empleo para un establecimiento de categoría 4 y 5 estrellas es de un 40% de puestos de trabajo sobre las habitaciones del complejo, es decir que cada unidad alojativa de 1000 habitaciones genera 400 nuevos puestos de trabajo directos y en consecuencia cada 10 hoteles de estas características se generan 4000 empleos directos.
Esto es excelencia, lo otro es mediocridad.