Tres consejos para reducir el colesterol tras el verano
Hábitos cardiosaludables
Compensar y reducir los niveles de colesterol pasa por adoptar tres pautas básicas de estilo de vida. Al llevar a cabo una dieta saludable, se puede llegar a reducir en un 54% la ingesta diaria de colesterol y en un 74% la de grasas saturadas. “Reducir el nivel de grasas saturadas y de colesterol que ingerimos cada día, así como una adecuada preparación de los alimentos, es una pauta cardiosaludable fundamental”, explica Julie Andreu, experta del Programa Nusa.
Una dieta equilibrada debe basarse en el consumo de frutas, vegetales, legumbres, frutos secos, cereales integrales, pescado y pan. “Evitar las grasas saturadas, reducir el consumo de sal y restringir la ingesta de calorías para evitar el aumento de peso son otras medidas nutricionales”, añade Andreu.
Otra pauta que no debe faltar para reducir el colesterol es la ingesta diaria de esteroles vegetales en cantidades suficientes (de 1,6 a 2g./día), que se encuentran en el aceite de oliva, de maíz o de soja y en algunos frutos secos, pero también añadidos en algunas leches fermentadas. En este sentido, tanto las Directrices Europeas como la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) recomiendan incluir alimentos enriquecidos con esteroles vegetales en el marco de una dieta saludable, por sus beneficios en la disminución de los niveles lipídicos.
El doctor Manuel Lagares, cardiólogo del Hospital Puerta del Mar (Cádiz), subraya que “consumir cada día lácteos con esteroles vegetales reduce hasta un 10% los niveles de colesterol, adicionalmente a la dieta saludable y el ejercicio frecuente”. El cardiólogo hace referencia a un reciente estudio10 que concluye que, “además de los efectos directos de los lácteos con esteroles vegetales sobre la absorción del colesterol, el consumo de este producto potencia el cambio en el estilo de vida de las personas en cuanto a la conducta alimentaria y a otros factores como la actividad física. Todo ello conduce a un mejor control global de sus niveles de colesterol y, en consecuencia, a la disminución de su riesgo cardiovascular”.
La actividad física es también crucial tanto en la evolución como en la normalización de los niveles de colesterol. Los expertos recomiendan un programa de ejercicio aeróbico como caminar, el ciclismo o la natación, practicado a una intensidad moderada, un mínimo de tres veces por semana, lo que aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos.
Además de estas tres pautas básicas, se recomienda el abandono de hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol para mantener el colesterol a raya.
