Julio Ojeda se presenta ante Santa Lucía con humildad, orgullo y convicción
El candidato del PSC-PSOE a la Alcaldía de Santa Lucía de Tirajana se mostró ayer “agradecido” y emocionado ante los cientos de vecinos y simpatizantes que abarrotaron el Centro Cultural El Cine de Sardina. Julio Ojeda, sonriente y confiado, se presentó a la ciudadanía con “humildad, orgullo y convicción”, los mismos valores elegidos que presiden el lema de su campaña: “En mayo será Julio”. Arropado por los trece hombres y 14 mujeres que conformarán su equipo de gobierno, el aspirante comenzó su intervención manifestando “un orgullo muy especial” ante todos y cada uno de ellos, profesionales de diferentes sectores y perfiles, “gente que da lo mejor sin pedir nada” –puntualizó- con los que iniciar una nueva andadura en el municipio “con todos los deberes hechos”, recordó el dirigente socialista.
Las palabras de Ojeda llegaron precedidas por la intervención de Patricia Hernández, candidata por el PSOE al Gobierno de Canarias, que no dudó en resaltar la humanidad y profesionalidad del candidato, “Julio no es solo un buen político, es ante todo buena gente”, sentención Hernández. La que podría erigirse en la primera presidenta de las islas, quiso agradecer a “todas las mujeres que no pudieron llegar dónde quisieron porque simplemente eran mujeres”, así como “a los hombres cómplices”.
Por su parte, el candidato socialista a la presidencia del cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres, que no pudo acudir al acto por problemas de agenda, sí quiso enviar a su compañero a través de un vídeo unas sentidas palabras de apoyo a un profesional “lleno de compromiso”, expresó. “Santa Lucía se merece a Julio, que basa la gestión su persona”, puntualizó.
Durante su discurso de presentación, Julio Ojeda echó mano de sus dotes de comunicación para describir con un curioso símil la trayectoria del actual gobierno de Santa Lucía. “Seguro que en este Cine de Sardina hay más de una persona que tiene en su casa algún mueble viejo. Ese mueble viejo que lo tenemos allí guardando cosas que no nos han hecho falta nunca y que nos da pereza llevar al punto limpio”, explicó con el sentido del humor que le define. “¿Les ha pasado alguna vez levantarse en la oscuridad de la noche, en la que por gandules no encendemos la luz, y sin zapato? ¿Con qué objeto se dan el golpe en los dedos de los pies? Efectivamente, con el mueble viejo. Pues en Santa Lucía ese mueble viejo es el grupo de gobierno de Nueva Canarias”, advirtió Ojeda seguido de una gran ovación entre el público. “Ese es el mueble con el que la ciudadanía tropieza cada vez que necesita una solución, es el mueble que impide que Santa Lucía dinamice su economía y su desarrollo sociocultural”, recordó el candidato.
A continuación, Ojeda pidió permiso a sus vecinos para recuperar de su memoria sentimental una anécdota “muy personal” con la que resumir la verdadera razón que le llevó a aceptar el reto de cambiar el presente político de Santa Lucía. Antes de decidirse asumir esta responsabilidad, le consultó a la persona más influyente de su vida. “Mi madre, que cumplirá los 86 años días antes de las elecciones municipales, un ser extraordinario que aún con su avanzado Alzheimer es capaz de obsequiarme con esa sabiduría que no viene escrita en los libros, sino en cada surco de su piel”, resaltó. Para quedarse más tranquilo, el candidato a la alcaldía volvió a insistirle con una pregunta muy directa: “mamá, pero ¿tú sabes lo que significa ser alcalde?”, a lo que ella respondió sin ambages: “Claro, el alcalde es el que le soluciona los problemas a la gente”. Ojeda consiguió inmediatamente contagiar su emoción al público presente que no dudó en volver a aplaudir.
El responsable socialista eligió para glosar su trayectoria vital un ameno y divertido recorrido en imágenes desde su llegada al mundo hace 43 años. “Me dije que había muchas cosas maravillosas y que cambiar fuera y decidí que era el momento de nacer y comenzar la apasionante aventura de la vida”, comentó a modo de voz en off que fue reconduciendo los episodios significativos de su periplo. “Recuerdo cómo a mi padre, sin importarle horarios ni días, los vecinos y vecinas se le acercaban a casa en busca de asesoramiento e incluso de mediaciones. Él con un gran sentido de la justicia y de forma altruista no dudaba en responderles con una entrega absoluta. Desde entonces ya lo tuve como mi mayor referente”, expresó.
Ojeda continuó mostrando al respetable sus recuerdos de infancia para detenerse en su figura materna. “Ella contribuyó a inculcarme en vena un sinfín de valores a los que continuó siendo fiel, la igualdad, el respeto, la perseverancia, la honradez, la honestidad, la libertad, pero sobre todo gracias a ella sé que mis besos saben a manzanilla”, concluyó.
Sus últimas palabras se centraron en el trabajo por hacer a partir del 25 de mayo, cuando su equipo comience a desarrollar las más de 150 propuestas del programa socialista para Santa Lucía. “Nos toca salir a la calle y transmitir este mensaje a la ciudadanía Un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo”.