El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana condena la agresión sufrida por una taxista
Por medio de un comunicado que Maspalomas News publica íntegramente, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana condena enérgicamente la reciente agresión física que ha sufrido una mujer taxista de este municipio cuando se encontraba trabajando y con dos pasajeros a bordo de su vehículo en la zona turística de Playa del Inglés. Un hombre de unos 40 años de edad golpeó varias veces en el pecho y propinó un puñetazo a la taxista de 64 tras una discusión de tráfico. La mujer se encuentra de baja laboral.
Comunicado de repulsa
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana considera que dicha agresión, efectuada de forma inesperada y repentina por un hombre de 40 años hacia una mujer de 64 y también de forma material hacia su vehículo, se trata de un hecho sumamente sorprendente y desproporcionado, además de un acontecimiento muy grave y absolutamente execrable.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana siempre ha mostrado su total y completo rechazo hacia cualquier tipo de violencia física, verbal o psicológica entre personas de igual o distinto sexo, sin que importen los motivos, la hora o el lugar en el que ésta se produzca.
La violencia siempre es y será intolerable. No puede permitirse ni debe emplearse nunca, y menos como argumento o sistema para la resolución de situaciones, disputas o conflictos. El uso de la violencia como antídoto contra las frustraciones, los rencores, los miedos, las venganzas o incluso hasta por pura diversión es un síntoma social peligroso y muy preocupante, que pone al descubierto la severa decadencia cívica y personal de quienes la emplean.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana sostiene que la agresión sufrida por la taxista, en el pleno ejercicio y desempeño de su oficio de servicio público como transportista, deja tal sensación de impotencia en la víctima y en sus familiares, y también en todo el sector del taxi del municipio y en la sociedad en general, que merece no sólo una absoluta reprobación institucional y ciudadana, sino además una justa y decidida condena judicial que contribuya de lección moral y sirva de escarmiento legal para su autor.
La agresión sufrida por la taxista no debe volver a repetirse en ningún caso y bajo ningún concepto o circunstancia. No solo por los daños físicos y psicológicos infligidos a la víctima, ni por el daño que por extensión ha causado este hecho al gremio del taxi, ni por el daño que también ha podido causar a la imagen de nuestro destino turístico. Sencillamente, no puede ni debe repetirse porque es un claro signo de violencia machista y de incivismo que quiebra la convivencia y la paz social.
La violencia no es ni será nunca una buena consejera. Nuestro multicultural municipio, motor de la economía insular, precisa, requiere y necesita de actitudes personales y colectivas cada vez más cívicas, responsables, amables y amistosas. Nadie debe ser ajeno a la construcción y proyección presente y futura del mismo con esas premisas de convivencia que requieren gran voluntad y esfuerzo. Por muy rápido que vaya el mundo, por mucho que corran los tiempos, la cordialidad, la respetabilidad y las buenas costumbres siempre son y serán necesarias.