Arranca con éxito la segunda fase de Masdunas, que retirará 20.000 m3 de arena antes de que se pierda para siempre
La segunda fase del proyecto Masdunas ha arrancado con éxito porque la naturaleza ha alargado la línea intermareal con arena que el Cabildo retirará antes de que se pierda definitivamente en el fondo del mar, lo que permitirá ponerla en el punto de partida del circuito dunar de Maspalomas para que tenga una segunda vida y forme nuevas dunas que ya crecen gracias a la plantación de un centenar de balancones.
“Estamos ante un proyecto científico de referencia mundial, no hay una propuesta de estas características en el mundo relativa a una actuación en unas dunas áridas como la que se está realizando en Maspalomas”, subrayó el presidente insular, Antonio Morales, junto al consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, quienes elogiaron la implicación del personal encabezados por Miguel Ángel Peña y Orlando Marrero.
Asimismo, de la Charca de Maspalomas han sido extraídos 4.200 ejemplares de tilapia, un pez de Mozambique invasor que depreda su biodiversidad, tanto flora como fauna, incluidos pollos de aves, de manera que se trabaja a destajo también en este ámbito, subrayó el presidente.
Dunas embrionarias en crecimiento
Así, las dunas se han ido retirando de la costa en las últimas décadas hasta situarse a 210 metros de la línea del mar, pero antiguamente estaban a apenas 70 metros, donde el Cabildo ha plantado balancones protegidos por captadores de arena -zocos de mimbre-, para que formen montículos que no son otra cosa que dunas en estado embrionario que ya superan el medio metro.
El Cabildo extrajo para ello 20.000 metros cúbicos en la primera fase para situarla en la “casilla de salida” del circuito, tal como explicó Peña, técnico insular responsable de Masdunas, quien recordó que se trataba de material que hubo que cernir para retirar la gran cantidad de callaos que contenía, pero en esta ocasión la arena amontonada por la naturaleza en la orilla no contiene piedras, lo que facilita tanto el trabajo que en apenas cinco días ya han sido retirados más de 4.300 metros cúbicos de arena, casi la cuarta parte de la prevista en esta fase.
Peña explicó que la arena acumulada en los últimos cinco meses ha hecho que la zona intermareal, que es el recorrido máximo entre la pleamar y la bajamar, haya pasado de 30 a 90 metros, y además haya ganado una altura que por zonas alcanza los dos metros.
El veril, un sumidero submarino natural
El destino de este volumen de árido tan valioso para las dunas es que, con los próximos temporales del sur y con la acción de la marea, se vaya adentrando en el mar hasta caer en el acantilado submarino del sur, el veril, o lo que es lo mismo, un “sumidero” natural por el que se perdería para siempre, lo que no sucederá por la puesta en marcha de este ambicioso proyecto que conlleva una constante monitorización para conocer cada respuesta, no en vano supone la intervención en todo un proceso geológico.
El resultado de la primera fase, más la disposición de la naturaleza en esta segunda etapa, en la que vuelve a jugar a favor del proyecto, hace que se afronte con “esperanza”, subrayó Peña, quien explicó que la tercera fase está prevista para octubre y noviembre con la extracción de otros 20.000 metros cúbicos y los resultados finales están previstos para diciembre de 2019 tras una inversión insular de 1.15 millones de euros.
Hace muchos años que el deterioro del sistema lunar era evidente y esta actuación decidida para frenar la pérdida continuada de arena está dando, concluyó Morales, “resultados extraordinarios, ha merecido la pena y necesita continuidad”.