GANADERÍA: ¿Intensiva o extensiva?
Apreciados lectores, estas semanas pasadas se ha levantado una gran polémica a nivel nacional sobre las declaraciones del Ministro de Consumo Alberto Garzón al diario británico The Guardian. Según la prensa Garzón dijo: “España exporta carne de mala calidad de animales maltratados”.
Creo que este es un tema tergiversado y que obedece a intereses claramente políticos y económicos.
Raramente podría dar la razón a este ministro, que no es precisamente Santo de mi devoción, pero en esta ocasión si que me gustaría decir que si bien se equivocó en las formas (declaraciones en un diario extranjero en vez de exponerlas en el Consejo de Ministros) no se equivocó en el fondo, maltrato animal.
El consumo de carne animal ha contribuido a la evolución humana, sus proteínas permitieron hacer crecer nuestro cerebro y, gracias a ello, ser capaces de desarrollar herramientas, artesanía, agricultura… para poder evolucionar hasta lo que hoy en día somos.
Gracias a estas proteínas nuestro cerebro creció hasta los aproximadamente 1.350 centímetros cúbicos y un peso de 1.500 gramos además de contener cerca de 20 billones de neuronas.
Apreciados lectores, yo no soy vegano ni en los productos cárnicos que consumo veo “cadáveres” de animales, somos parte de la VIDA, y si hemos llegado hasta aquí ha sido preciosamente por la capacidad de todos los seres vivientes en evolucionar gracias a la alimentación que a lo largo de la historia hemos tenido.
Llegados a este punto me gustaría darles mi opinión (sujeta a no ser compartida) acerca del consumo de carne.
Hace ya muchos años, siendo un niño, en un pueblo castellano se preparaban para hacer la tradicional “matanza” que les permitiría alimentarse durante el duro invierno. Instinto de supervivencia.
Me dijeron que iban a sacrificar un cerdo y que fuera a verlo, no lo hice, esas cosas no me producen ni placer ni curiosidad.
Al volver mis amigos dijeron que el cerdo gritaba muchísimo cuando lo ataron, antes de cortarle el cuello y guardar la sangre para hacer embutidos.
Hace unas dos décadas, leí en la prensa que en un camión que transportaba cerdos de España a Alemania habían cargado muchos mas de los que deberían haber puesto. Resultado, hacinados cien cerdos donde cabían veinticinco, la gran mayoría llegaron a Alemania asfixiados, sin agua ni comida y sin poder respirar. Se levantó un escandalo ante lo sucedido.
Para entonces en España se legisló para que los animales, antes de ser sacrificados, fueran “atontados” con una descarga eléctrica antes de proceder a su muerte. Todo ello supervisado por un veterinario.
He visto imágenes donde se ven animales pastando en los prados, al aire libre, con espacio… granjas extensivas.
Pero también he visto granjas intensivas donde los animales sufren hacinados, unos amontonados sobre otros, y es en esto donde se debería de legislar y controlar.
Si en una granja caben quinientas aves, no se pueden meter dos mil. Lo mismo digo del ganado vacuno, ovino, etc…
¿Somos carnívoros? La gran mayoría si, es la realidad, pero eso no debería de hacer pasar a cualquier animal por un sufrimiento innecesario ya que mientras viven deberíamos dejarles que lo hagan dignamente y sin sufrimientos añadidos.
No a las granjas saturadas, si al control de las mismas, no al maltrato animal.
Diego Gutiérrez de Ávila, colaborador de Radio Faro Canarias, Digital Faro y Maspalomas News.
