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Antonio Morales asegura que el turismo va “en la buena dirección”

El pasado lunes se inauguró la edición de este año de la World Travel Market de Londres, la feria más importante del sector turístico. Como es habitual, para el evento se desplazó una delegación del Cabildo de Gran Canaria, centrada fundamentalmente en la captación de clientes británicos, un segmento de visitantes de gran importancia para las Canarias en general y para Gran Canaria en particular, ya que uno de cada cuatro turistas que han visitado la isla es británico.

Además el mercado británico lleva años sumido en una fuerte incertidumbre, primero por la quiebra del principal operador turístico, la empresa Thomas Cook, y luego por las imprevisibles consecuencias del Brexit, las vinculadas a su cambio de relación con los países del mercado común europeo y las derivadas de su economía doméstica.

Pero pese a estas circunstancias, nos encontramos ante el mejor año de la historia en lo que a turismo procedente de Gran Bretaña se refiere, tanto por volumen de llegadas como por facturación: 692.871 pasajeros británicos aterrizaron en el aeropuerto de Gran Canaria entre enero y septiembre de 2023, lo que supone un aumento de casi el 17% con respecto al año pasado, que a su vez ya supuso un aumento respecto de 2019, el último año de movilidad normalizada antes de la COVID19.

Pero lo más importante es que el gasto por visitante también está aumentando y, por tanto, se produce una mayor recaudación. El gasto medio del cliente británico en Gran Canaria ha ascendido hasta situarse en una media de 1.348,9 euros, con aumento del gasto en la estancia de un 14%, y por día, de un 11%. Esto es especialmente relevante, ya que, como he escrito en otras ocasiones, si queremos reducir el impacto ambiental de nuestra principal actividad económica, nuestra estrategia tiene que centrarse en aumentar la calidad y el gasto por visitante y no tanto su número.

La importancia de este mercado también se pone de relieve porque, tal y como se ha demostrado, a pesar de la delicada situación financiera y la inestabilidad internacional, la ciudadanía británica no renuncia a unos días de descanso de sol y playa, e incluso prefieren recortar en otros gastos o reducir su estancia en uno o dos días antes que dejar de disfrutar de sus vacaciones.

Soy perfectamente consciente de que cada vez son más las voces críticas con los efectos sociales, económicos y medioambientales de la masificación turística. Pero, del mismo modo, creo que no podemos demonizar a nuestro principal sector económico, sin el que no se entendería el desarrollo de Canarias en la segunda mitad del s.XX, y al mismo tiempo, debemos ser sensibles al impacto que supone en nuestra tierra y al malestar que genera en una parte de la ciudadanía que ve como esta actividad tiene efectos negativos para su vida cotidiana (encarecimiento de la vivienda, masificación, gentrificación de barrios etc.) así como a sus demandas.

Pero el cambio que se precisa es complejo, necesita tiempo para acometerlo e implica a múltiples actores. La estrategia del Cabildo de Gran Canaria está clara. Nuestra prioridad pasa por rentabilizar al máximo la presencia de nuestros clientes turísticos, de tal manera que con menos turistas logremos una mayor facturación, a través de un producto de mayor calidad para que el visitante esté dispuesto a gastar más y no tener que recurrir a una masificación turística excesiva, de mayor consumo del territorio y también de mayor tensión social.

Este aumento de los ingresos turísticos hace que con un acumulado de 2,4 millones de clientes entre enero y julio, hayamos presentado ya una facturación récord cercana a los dos mil millones, un aumento que ronda el 30%, superior al índice de inflación. El gasto por cliente de cualquier origen y viaje ha alcanzado los 1.409 euros. Esto nos hace ser un destino más fuerte y menos dependiente de factores externos. El éxito de la gastronomía es un punto relevante en este tema. Nosotros estamos convencidos de que este es el camino de la excelencia y, como prueba, debo señalar que hemos tenido meses en los que con menos presencia de turistas que otros destinos insulares nuestra recaudación ha sido superior al resto.

En eso consiste fundamentalmente el trabajo de la delegación de Turismo de Gran Canaria que se desplaza a estas ferias y el trabajo que hace durante todo el año. Además de captar nuevos segmentos y garantizar la conectividad de las islas, su objetivo es promocionar aquellas características del destino que nos interesa reforzar para complementar la oferta de sol y playa, como la gastronomía, la modernización de los espacios comerciales o los valores naturales, culturales e históricos.

Además, tenemos en marcha decenas de iniciativas que vinculan sostenibilidad y turismo, como Destino Biosphere (una certificación de sostenibilidad para las empresas) planes de sostenibilidad turística como el que se está desarrollando en Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña y la Reserva de la Biosfera o el proyecto Life Coast-Adapt para la mitigación y adaptación de la costa y las infraestructuras costeras a los efectos del cambio climático.

Nuestro proyecto de ecoísla (que ha recibido el respaldo mayoritario de la población de Gran Canaria en tres elecciones consecutivas) pasa por convertirnos en un referente de sostenibilidad, descarbonización y adaptación al cambio climático. Y sin la reconversión sostenible de nuestra principal actividad económica estaría incompleto. Los datos certificados en Londres avalan que estamos avanzando en la dirección correcta. Refrendan además otros hitos como la creación de nuevas rutas aéreas.

Es importante destacar igualmente, que según datos del ISTAC de llegada de turistas a Gran Canaria, el proceso de diversificación de mercados ha supuesto un incremento del 17,8% de clientes con el Reino Unido con relación a los mismos meses, de enero a septiembre de 2022. El incremento de alemanes, un mercado que recobra salud después de las dificultades del año anterior, es del 16,2%; el mercado francés crece un 21,9%; el irlandés un 42,7%; el italiano ha crecido un 10% y los nórdicos, otro mercado estratégico remonta con un aumento del 22% respecto al 2022. Además Air Baltic abre una base en Gran Canaria, la primera que inauguran fuera de su territorio. El mercado internacional crece un 17,3 en su conjunto, mientras que el peninsular está un 1,6% por debajo, aquejado principalmente por el aumento de precios y la gran demanda en el periodo que siguió a la reapertura tras la pandemia. Sin duda, son buenos tiempos para el sector.

Antonio Morales Méndez

Presidente del Cabildo de Gran Canaria

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